Rayados, quemas y profanación de tumbas: las heridas patrimoniales que sobrelleva el Cementerio General

Rayados Cementerio General

El recinto ha sufrido vulneraciones que han afectado la estética y conservación de mausoleos y tumbas, especialmente de su casco histórico. Si bien desde la administración sostienen que estos hechos son esporádicos, pues suceden en fechas determinadas y aniversarios, las vandalizaciones aun persisten en tumbas y mausoleos de expresidentes y figuras relevantes de la historia de Chile.


La tarde del miércoles 7 de julio de 2021, en medio del masivo funeral de la madre de los hermanos Vergara Toledo, Luisa Toledo Sepúlveda, el Cementerio General de Santiago fue vandalizado con decenas de rayados y destrozos que afectaron a cerca de 35 bienes patrimoniales, además de seis mausoleos de ex Presidentes de la República, los que desde 2010 cuentan con la denominación de Monumentos Nacionales.

Pese a que en su momento el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) denunció ante la Fiscalía los hechos para encontrar a los responsables, además de solicitar la representación del Consejo de Defensa del Estado (CDE) para colaborar con las reparaciones a los daños que sobrepasaron los $ 50 millones, hoy el espacio patrimonial aún no ha logrado ser reparado por completo. En su mayoría, porque las vandalizaciones se siguen desarrollando año tras año, especialmente durante fechas relevantes como el aniversario del 11 de septiembre o funerales narcos.

Ya se ha hecho costumbre que grupos radicalizados ingresen al cementerio a hacer destrozos. Pasa cada año, pero en especial para el aniversario del golpe de Estado. Ahí vemos a turbas que ingresan con todos encapuchados, con palos, elementos incendiarios y otras cosas más. Y siempre hacen el mismo recorrido: comienzan con la tumba del exsenador Guzmán y luego llegan hasta el final a los mausoleos de los expresidentes. Son tan violentos que nosotros tenemos que escondernos porque no respetan nada ni a nadie”, relata uno de los guardias del Cementerio General.

Un hecho que se evidencia al transitar por las extensas avenidas que componen el camposanto, donde yacen las tumbas de 170 personajes de la historia de Chile. Entre los espacios vulnerados de 2021 hasta la fecha se encuentra la tumba de Andrés Bello; la lápida de José Miguel Infante, jurista que abolió la esclavitud en Chile; las tumbas y mausoleos de los presidentes Jorge y Arturo Alessandri, Pedro Montt, Juan Antonio Ríos, Federico Errázuriz y Carlos Ibáñez del Campo; el mausoleo del General Baquedano y el Panteón de los Jefes, los que hasta la fecha se encuentran con rayados de pintura, frases ofensivas y parte de su fachada golpeada o destruida.

Una situación similar ha sucedido con la tumba del exsenador de la UDI Jaime Guzmán, la que desde 2018 -y en distintas ocasiones- ha sido profanada y quemada por manifestantes, además de sufrir el robo del ánfora con las cenizas de su madre que también permanecía en el lugar. Si bien hoy la fachada del memorial se encuentra limpia y sin daños, la parte posterior de esta se mantiene rayada con denigraciones como “asesino”, “traidor”, “ni perdón, ni olvido” y “bien muerto estay”.

El hecho no solo sido lamentado por la administración del Cementerio y el propio CMN, sino también por expertos que conocen y estudian el lugar. Así lo evidenció en su momento el arquitecto y experto en el Cementerio General, Tomás Domínguez Balmaceda, quien subrayó el valor invaluable de la arquitectura y esculturas del recinto de la comuna de Recoleta, donde se encuentran enterrada la mayoría de los santiaguinos que murieron antes de 1980.

Asimismo, el experto detalló que parte de los problemas que permiten este tipo de situaciones en el Cementerio se debe a la ausencia de seguridad al interior del recinto, lo que no solo ha permitido rayados que permanecen en la actualidad sino también robos.

Consultados por La Tercera PM, la administración del Cementerio General explicó mediante un correo que “los rayados a mausoleos y nichos del Cementerio General han sido de carácter esporádico, principalmente posterior al año 2019, en fechas emblemáticas como el 11 de septiembre y algunos funerales problemáticos, en donde se infiltraron manifestantes causando diferentes alteraciones en el patrimonio, igual como pasa con las fachadas de inmuebles declarados Monumento Histórico en el centro de Santiago, Providencia y ciudades como Valparaíso y Concepción”.

Mientras que del CMN han señalado que “para enfrentar la vulneración al patrimonio nacional se ha levantado información técnica frente a cada vandalización o afectación mediante la Secretaria Técnica del Consejo, a través de profesionales de área de Patrimonio Histórico, para así realizar las denuncias pertinentes a Fiscalía además de solicitar la representación del Consejo de Defensa del Estado para respetar los “espacios solemnes, de descanso, tregua y paz; lugares donde reside la memoria nacional y familiar que deben respetarse sin excepción, no existiendo contexto o circunstancia que pueda justificar su daño”.

En cuanto a las vandalizaciones que persisten hasta la fecha, desde el consejo recalcaron que los inmuebles que son propiedad de la administración del cementerio “son reparados por ellos; mientras que aquellos mausoleos o tumbas que son de propiedad privada, su reparación depende del propietario y en algunos casos no disponen de los recursos necesarios o simplemente ya han fallecido”.

Un tesoro nacional

El Cementerio General es el recinto funerario más grande de Chile y su casco histórico fue declarado como monumento histórico en 2010. Según consta en su declaratoria, fue concebido originalmente como el Panteón Nacional y fundado en 1821 como obra de Bernardo O’Higgins. Este sector histórico comprende 28 hectáreas seleccionadas para su protección por incluir todas aquellas edificaciones funerarias anteriores al año 1930 y que corresponden al 95% de las tumbas de mayor valor patrimonial.

Dentro de la zona protegida se cuentan más de 200 esculturas, alrededor de 900 obras de arquitectura, las tumbas de 170 personajes de relevancia histórica, y en total 70 manzanas de sepulturas.

En su interior posee abundantes testimonios sociales, culturales, políticos, de arquitectura funeraria y artísticos de gran valor estético, los cuales son representativos de la evolución de la ciudad y parte del país en los dos últimos siglos. Asimismo, el Cementerio General posee un extenso patrimonio inmaterial ligado a las creencias culturales, la fe, las tradiciones de los entierros, los ritos religiosos y las devociones seculares.

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