París se blinda para atajar la segunda ola: El nuevo protocolo sanitario para restaurantes

Policías caminan inspeccionando restaurantes y su implementación de nuevas medidas sanitarias, hoy 6 de octubre en París.

En "zona de alerta máxima", desde hoy la capital francesa obedece a nuevas restricciones en un intento para frenar la propagación del Covid-19. Los bares permanecerán cerrados por 15 días, mientras que los restaurantes deberán cumplir con nuevas medidas como alcohol en gel en todas las mesas y registrar los datos de contacto de los clientes.


En medio de la segunda ola que recorre Europa en otoño, París, que ya registra 267 casos por cada 100.000 habitantes, vuelve a establecer restricciones. Desde hoy los bares deberán permanecer cerrados por al menos 15 días, mientras que los restaurantes podrán seguir abiertos pero cumpliendo estrictas pautas sanitarias.

Es que París y los tres departamentos vecinos (Hauts-de-Seine, Seine-Saint-Denis y Val-de-Marne) fueron decretados como “zona de máxima alerta” ante la epidemia de Covid-19, anunció el gobierno el domingo.

En un alivio para el gremio de los restaurantes, estos podrán permanecer abiertos sin límite de horarios, sin embargo, el protocolo sanitario reforzado establece nuevas medidas de higiene reforzadas y distanciamientos en los locales. “Son medidas de freno porque la epidemia avanza demasiado rápido. Hay que ralentizarlo antes de que el sistema de salud se desborde”, explicó ayer el jefe de la policía francesa, Didier Lallement, mientras que la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, estimó que la situación sanitaria en la capital es “muy grave”.

Un oficial de policía entrega una multa al dueño de un café en París el 6 de octubre, durante una patrulla para inspeccionar la implementación de las nuevas medidas sanitarias destinadas.

Datos de contacto y máximo seis por mesa

A partir de ahora debe haber alcohol en gel en todas las mesas y no solo en la entrada o en un mostrador. Debe haber una distancia de un metro entre las sillas de los diferentes grupos de comensales, algo que se vuelve complejo para los restaurantes más pequeños, según han denunciados algunos dueños. “No se mantuvo la distancia de 1,5 metros entre cada mesa, y eso es algo bueno. Era nuestra línea roja, 1,5 metros entre cada mesa nos hubiera llevado a reducir nuestra capacidad en más de un 60%, es imposible”, dijo Didier Chenet, presidente del Grupo Nacional de Independientes de la Industria Hotelera y Restaurantes (GNI) a France Presse.

Por otro lado, los clientes ya no pueden quitarse la mascarilla una vez sentados. Deben conservarla la mayor parte del tiempo excepto para comer. Ya no pueden haber hasta 10 personas en una misma mesa, el límite se redujo a seis, incluidos los niños, y se privilegirá el pago directo en la mesa para evitar los desplazamientos.

Un camarero con mascarilla junto a mesas distanciadas en un restaurante de París, el 5 de octubre.

En relación a la trazabilidad, si bien no se requerirá que los clientes de los restaurantes descarguen la aplicación francesa StopCovid, se les recomendará encarecidamente que lo hagan. Eso sí, todos estarán obligados a dejar su nombre, número de teléfono y posiblemente correo electrónico en una “agenda de contactos”. De esta forma, los clientes pueden ser advertidos en caso de que se detecte un caso de Covid-19 en un consumidor que haya acudido al establecimiento. Esta medida está inspirada en Alemania, Italia e incluso Portugal, en donde los clientes dejan sus datos. “En todos los casos, estos datos serán destruidos después de un período de 14 días”, especifica el protocolo oficial.

El gobierno francés, en tanto, prevé un “procedimiento acelerado” para poder cerrar muy rápidamente los establecimientos infractores.

Muchas de estas medidas fueron incluso propuestas por los gremios del sector, que para intentar escapar de un cierre de su actividad, sostuvieron que estaban dispuestos a anotar los datos de contacto de los clientes, asegurar el pago en la mesa o limitar los grupos de comensales.

Una única excepción al cierre de bares son los establecimientos registrados como “establecimientos de bebidas alcohólicas” pero que “ofrecen la venta de bebidas como accesorio de la comida”, ya que pueden permanecer en actividad.

Botellas de vino y un cartel que dice "Debido a la crisis sanitaria, el consumo en el mostrador está prohibido, gracias por su comprensión" en un restaurante de París, hoy 6 de octubre.

Otras medidas

En Francia ya suman 624.274 los contagiados con coronavirus desde el inicio de la pandemia y 32.299 los fallecidos. En la región parisina, la tasa de ocupación de las camas de cuidados intensivos para los pacientes con Covid-19 superó el 30% y se espera que se dispare hasta 50% en los “próximos 15 días”, según las autoridades sanitarias. Según los últimos datos oficiales, más de 1.400 enfermos de Covid-19 se hallan en cuidados intensivos en Francia, que cuenta con 5.000 plazas disponibles. La tasa de positividad, es decir, el porcentaje de tests positivos respecto al total, se sitúa en 8,6%.

Por otro lado, en esta nueva fase en la capital francesa las universidades tendrán que reducir a la mitad el número de estudiantes presenciales, permanecerán cerrados los gimnasios y seguirán prohibidos los eventos con más de 1.000 personas así como las reuniones de más de 10 personas en los espacios públicos. De todas formas, las medidas serán revisadas cada 15 días, detalló Hidalgo. “Quince días es el momento para que decisiones como el cierre de bares produzcan los primeros efectos medibles en las estadísticas de salud”, justifica la jefatura de Policía. “Parece el ritmo adecuado para reevaluar las medidas tomadas”, añade.

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