Pablo Encalada, abogado del presidente ecuatoriano: “La decisión de Lasso de decretar la muerte cruzada fue altamente democrática”

Pablo Encalada, abogado penalista y encargado de la defensa de Lasso ante la Fiscalía.

En entrevista con La Tercera, el abogado penalista y defensor del mandatario ante la Fiscalía sostiene que Lasso “es el candidato natural” en las próximas elecciones. Y asegura que este período especial sin Asamblea Nacional será de “más gobernabilidad, porque va a haber más tranquilidad”.


Dice que no ha vuelto a ver a Guillermo Lasso desde la madrugada de este miércoles, luego que acompañara horas antes al Presidente de Ecuador en su presentación ante la Asamblea Nacional para defender su “total, evidente e incuestionable” inocencia durante el juicio político en su contra por supuesta malversación de fondos públicos, acusaciones que Lasso rechaza. Fue tras esta comparecencia ante el Legislativo que el mandatario tomó la decisión de disolver la Asamblea y convocar a nuevas elecciones, tras activar la llamada “muerte cruzada”, herramienta constitucional que invocó por la crisis política que atraviesa el país y “un afán de desestabilización” del Congreso, según denunció.

Quien estuvo junto a Lasso en esos momentos críticos fue el abogado penalista Pablo Encalada, encargado de la defensa del mandatario ante la Fiscalía. En la siguiente entrevista con La Tercera, el profesional se refiere a la decisión del presidente de invocar la “muerte cruzada”, medida que califica de “altamente democrática”, así como a la posibilidad de que presente a las próximas elecciones. “Es el candidato natural”, afirma.

Fuerzas de seguridad custodian el palacio presidencial en Quito, el 17 de mayo de 2023. Foto: AP

El diario El Universo decía este miércoles que el Presidente Lasso no se confió de que tenía votos para superar el juicio político y que por ello activó la muerte cruzada. ¿Es así? ¿Qué cálculo manejaban ustedes de los votos que tenía en la Asamblea?

Al día de la comparecencia en la Asamblea, que fue hace dos días, no había los votos para la destitución. Eso es una verdad, no había, definitivamente no había. No se puede decir definitivamente, pero en ese momento no había. Y el presidente tomó la decisión que la venía pensando hace ya varios meses. ¿Cómo lo ha justificado? Que tiene un boicot por parte de la Asamblea del cuarto intento de destitución. La Asamblea se ha dedicado a entorpecer el trabajo del Ejecutivo, nos ha tenido en estos tres meses metidos en este problema, en este juicio político, por una acusación absolutamente absurda, inexistente, que es un supuesto peculado en una empresa pública. Entonces es un poco también un nivel de hartazgo y de ver una solución, una salida democrática a una crisis política que definitivamente sí la teníamos y que, de acuerdo a la situación del país ayer, me parece que fue positiva.

La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) acusó a Lasso de dar un “cobarde autogolpe”, convirtiendo a su gestión en “una inminente dictadura”. ¿Cuál es su opinión frente a ese tipo de calificativos?

Un abuso tremendo de lenguaje, es increíble que puedan con esa ligereza hacer este tipo de afirmaciones. ¿Por qué razón? Sucede que nuestra Constitución de la República establece que una de las salidas a la crisis política es la muerte cruzada. Se establece expresamente que el presidente, sin un control de la Corte Constitucional o sin un control de la Asamblea, decide que termine el período de la Asamblea y el suyo también. Si más bien es una decisión, por el contrario, altamente democrática, porque él en la práctica lo que está diciendo es pongo en consideración del país mi mandato. Y esto si es que él se lanza, porque creo que él es el candidato natural a la reelección. No sé si al final irá a tomar esa decisión, pero en principio es eso. Es decir, OK, se van a la casa y yo también pongo mi cargo a disposición. Tanto así que hoy ya el Consejo Nacional Electoral ha dicho que el 20 de agosto son las elecciones.

Diana Atamaint, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), habla durante una conferencia de prensa en Quito, el 17 de mayo de 2023. Foto: Reuters

Respecto de las atribuciones que tiene Lasso en este período especial de seis meses ante de esas elecciones, está la de gobernar por decretos. Y el primero que firmó este miércoles fue el de la reforma tributaria. En ese sentido, la misma Conaie ha acusado que la intención de activar la muerte cruzada sería “reformar varias leyes lesivas”. ¿A qué áreas apuntan básicamente los decretos que va a implementar el gobierno en este período?

El gobierno es de derecha, más bien hacia el centro que uno de derecha radical, y tiene una visión respecto del mercado, respecto de la inversión. La Asamblea, por ejemplo, bloqueó una ley de inversiones. Probablemente esa ley, con las correcciones del caso, el presidente quiera, ahora que tiene estas atribuciones, que ya no pasa por la Asamblea, que el único límite es una revisión de constitucionalidad por parte de la Corte Constitucional, que sea una de las reformas que haga. La reforma que envió el día de ayer (miércoles) es una reforma tributaria, en donde lo que hace es reducir impuestos, de alguna forma corregir una ley anterior que fue dictada en este gobierno, corregir algunas cuestiones que afectaban a las familias ecuatorianas.

El Partido Social Cristiano presentó una demanda de inconstitucionalidad por la muerte cruzada ante la Corte Constitucional. A su juicio, ¿tiene fundamentos? ¿Qué sucedería si es acogida?

Hay una discusión jurídica amplia acá en Ecuador respecto de si el camino es lo que se llama una acción de inconstitucionalidad. Es decir, si el mecanismo de impugnación del decreto es la acción de inconstitucionalidad. Los abogados constitucionalistas están en la discusión de si procede o no procede. Yo creo que al final es hasta sano que caiga en la Corte Constitucional y ésta pueda dirimir de una manera ya definitiva, porque es tan clara la norma constitucional que creo que no habrá inconvenientes. Entonces, puede ser hasta positivo que de una vez por todas la Corte se pronuncie en ese sentido. Si es que llegase a declararla inconstitucional, llegaríamos a una crisis nuevamente, porque tendrían que volver los asambleístas, quizás reactivarse el juicio político.

El Consejo Nacional Electoral dijo que el Presidente Lasso podía postular a estas elecciones anticipadas. Ahora usted mismo señaló que es el candidato “natural” y anteriormente había dicho, incluso, que no contaría como una reelección. ¿A qué se refiere con ello?

Sí, porque nuestra Constitución establece que sólo se puede reelegir una vez las autoridades públicas, sólo una ocasión. Pero esta no es una elección normal. ¿Por qué razón? Porque no es que se elige para un nuevo período. Nuestro período en Ecuador es de cuatro años de gobierno. Entonces esta elección que vamos a tener ahora sólo es por el tiempo que queda para cumplir el período. El 24 de mayo ya mismo se cumplen dos años del gobierno del Presidente Lasso y la próxima elección sería para completar esos dos años. Por lo tanto, no aplica, hay una norma expresa también sobre eso, no aplica como una reelección y tanto el presidente como los asambleístas pueden ser elegidos nuevamente en las elecciones de agosto.

El Presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, se dirige a la nación junto al secretario general de Gobierno, Sebastián Corral, y al ministro del Interior, Henry Cucalón, luego de que disolviera por decreto la Asamblea Nacional. Foto: Reuters

Sobre las intenciones del Presidente Lasso de ser candidato, él no lo ha declarado aún públicamente. ¿Cómo lo ve usted? ¿Él estaría dispuesto a presentarse?

Yo creo que la mejor forma de definirlo es como lo dije, es el candidato natural. Hay que ser honestos, el presidente no es que goce de un respaldo mayoritario, tiene un respaldo popular, pero no mayoritario. Pero lo que él está haciendo actualmente, esta decisión que yo la califico de altamente democrática, de poner su cargo a disposición, lo lógico sería que él mismo, o sea, si pone su cargo a disposición, es para decirle al país “quieren que yo continúe”. Eso sería lo lógico desde la política. Ahora él tiene todo el derecho de decir que no quiere continuar, no quiere optar por la presidencia, pero todavía no lo ha dicho públicamente.

De cara a la próxima carrera electoral, algunos expertos ecuatorianos dicen que el correísmo es el primer ganador de esta crisis, e incluso consideran que el sector parte con ventaja. ¿Comparte ese análisis?

Hace poquito tuvimos elecciones seccionales para elegir alcaldes, prefectos, que son de los gobiernos locales acá del país, y el correísmo tuvo bastante éxito. Entonces sí, no hay cómo negar que ellos están mejor preparados en este momento para asumir una elección, mejor preparados que otras organizaciones. Pero creo que también no se puede dejar de considerar que el gobierno también tiene posibilidades reales de poder hacer una buena campaña.

Y considerando la situación legal del expresidente Rafael Correa, ¿él eventualmente podría ser candidato o no?

No, de ninguna manera. El principal problema que tiene el correísmo es que sus candidatos están muchos prófugos, con orden de prisión. La máxima autoridad de ellos, que es Rafael Correa, no puede venir al Ecuador porque está proscrito de por vida de tener algún cargo de elección popular. También hay una norma expresa en la Constitución que establece que cuando son sancionados por delitos de corrupción, nunca más pueden ser candidatos. Pero no solo eso, sino que él tiene una sentencia por el delito de cohecho de sobornos de ocho años, y si él viniese al Ecuador pues sería apresado. Entonces, el principal problema del correísmo es quiénes son sus candidatos, porque los candidatos quizás que podrían estar en la elección acaban de ser elegidos en los gobiernos seccionales. Entonces quizás el que perdió con Lasso (en la elección presidencial de 2021), Andrés Arauz, podría ser uno. Pero el principal problema que ellos tienen es definir candidaturas por tantos problemas que ellos acarrean, problemas judiciales, sobre todo.

Policías frente a la Asamblea Nacional después de que fuera disuelta por decreto del Presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, adelantando elecciones legislativas y presidenciales, en Quito, el 17 de mayo de 2023. Foto: Reuters

En la prensa ecuatoriana se habla que de alguna manera la gobernabilidad no está garantizada en estos próximos seis meses. ¿Qué le parece este análisis?

No entiendo por qué dicen eso. Más bien me parece que después de la decisión (de la muerte cruzada) de ayer (miércoles), que fue anunciada en la mañana y tomada en la madrugada, el país lo tomó muy bien. Yo vivo en Quito, la gente salió a trabajar de la manera más normal, no pasó absolutamente nada, digamos desde la cotidianeidad de la gente. Y las organizaciones políticas, las entidades públicas han aceptado esta decisión sin ningún problema. Entonces yo no veo por qué podría verse afectada la gobernabilidad. Más bien, ya en poco o en nada, las organizaciones políticas tendrán que enfocarse en las elecciones y dejar la conspiración que es a lo que se habían dedicado últimamente. Así que no, más bien yo creo que va a ser un gobierno de más gobernabilidad, porque va a haber más tranquilidad.

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