Orrego precalienta carrera por la gobernación de Santiago: tendrá encuentro transversal en Independencia

MATIAS ANGUITA

Retornado hace poco de seis meses académicos en Estados Unidos, el ex intendente DC desea competir por el cargo el próximo año. En dos semanas más se reunirá con una treintena de ex gobernadores y colaboradores suyos del PS y del PPD. En su partido quieren que el resto de la oposición se una detrás suyo, pero en el resto del bloque no creen que sea tan fácil y advierten que falta tiempo.


Será en territorio socialista. El próximo miércoles 14 de agosto, en un par de semanas, el ex intendente de Santiago (2014-2018) DC Claudio Orrego Larraín (52) protagonizará un encuentro ampliado y transversal con cerca de una treintena de ex gobernadores, seremis, jefes de servicio, asesores y ex colaboradores suyos. Se citaron para esa tarde en Las Pipas de Einstein, un viejo, clásico bar y chichería localizado en Independencia -cuyo alcalde es el PS Gonzalo Durán Baronti-, y entre los convocados se mezclan militantes de ese partido, pepedés y comunistas.

Orrego mantiene activa esa red desde que dejó la intendencia, consuelo que le dio la Presidenta Michelle Bachelet después de que perdiera y rematara tercero de cuatro en la primaria de la entonces Nueva Mayoría, en 2013 (189.752 votos, 8,86%). Con algunos de ellos se había reunido unas cuantas veces, antes de partir a radicarse a Estados Unidos, donde estuvo seis meses en actividades académicas en la Universidad de Notre Dame. Regresó hace poco menos de dos meses. Él aún no lo ha dicho, pero sus conversaciones y movimientos, más el urgente interés de su partido, la DC, solo parecen apuntar en una dirección: ser el candidato de sus filas para la gobernación de la Región Metropolitana, en las elecciones de octubre del próximo año.

Y ojalá -agregan entre los suyos- de toda la oposición. Pero eso todavía está por verse.

El encuentro del miércoles 14, que se organizó a través del grupo de Whatsapp 'Amigos ex Gabinete Regional RM' es definido allí con el clásico eufemismo de "encuentro de fraternidad" (esta vez nadie dijo 'camaradería'), y algunos aseguran que no tiene más pretensiones que eso. Otros dicen que no es un lanzamiento de campaña. Pero por tiempos, oportunidad, circunstancias y -sobre todo- por la intención del interesado, difícil es que se lea de otra forma.

En ese grupo confluyen los ex gobernadores Felipe Jeldres (PS), Vanessa Marimon (PS), Adela Bahamondes (PPD), Cristina Soto (PPD), Juan Pablo Gómez (DC). También irá el ex jefe de gabinete de Orrego y hoy secretario general del PPD, Sebastián Vergara. Entre ellos no hay mezquindad para describir -fuera de micrófono- los atributos de su ex jefe: que su gestión ha sido transversalmente reconocida, que supo armar equipos más allá de las fronteras partidarias, que en tiempos de fragmentación opositora es una señal de excepción.

Desde que regresó a Chile ha estado en constante movimiento. Fuera de su partido, se sumó en marzo a una "fuerza de tarea en seguridad pública" conformada por la Fundación Chile 21, cercana al PS. Ahí comparte asiento con varios nombres, entre ellos el ex subsecretario del Interior Mahmud Aleuy (PS); el también ex intendente de Santiago, Marcelo Trivelli; la ex presidenta de la JS, Nicole Cardoch; el ex jefe de Estudios de la  Subsecretaría de Prevención del Delito, Luis Vial; la especialista en género Bet Gerber, el ex subsecretario de Prevención del delito, Oscar Carrasco.

Orrego también se integró al Comité Asesor Municipal que tiene la directiva de su partido para buscar candidatas y candidatos para esa elección, que coordina el segundo vicepresidente y alcalde de La Granja, Felipe Delpin, y que además integran el exPresidente Eduardo Frei, el ex ministro Genaro Arriagada, las senadoras Ximena Rincón y Yasna Provoste.

Mientras, los plazos han ido acelerándose. Y lo harán aún más en un par de meses, en octubre, cuando la principal aspirante oficialista, Karla Rubilar, renuncie a la intendencia de Santiago -así lo obliga la ley- para competir por la gobernación.

Ante eso, Fuad Chahin, líder decé, ya conversó con Orrego el asunto de la Gobernación Metropolitana a su regreso de Estados Unidos. Orrego le habría manifestado que no tenía una decisión tomada, pero el dirigente le recalcó que para él y para el PDC es "fundamental" que asuma esa candidatura y que se posicione como la mejor carta opositora. Otros históricos del partido reportan una versión distinta: que lo han visto "muy decidido" y "muy entusiasmado" con la idea.

Orrego mantiene nexos en su partido con el ex diputado Jaime Pilowsky, con el ex ministro Jorge Burgos, con el ex ministro Alberto Undurraga y con la alcaldesa Carolina Leitao, entre otros nombres.

"A nosotros nos encantaría que Claudio fuera el candidato de la DC y de la oposición. Es por lejos la persona con más competencias para poder liderar el Gobierno Regional Metropolitano. Lo demostró como un excelente alcalde de Peñalolén, que cambió la comuna, y también como un tremendo intendente, preocupado de los temas de futuro, de calidad de vida, de los temas de contaminación, de smart city, de modernizar la ciudad. Fue un gran intendente, con una tremenda visión", apunta Chahin frente a esta eventual candidatura.

Orrego no ha declarado aún intenciones. Pero cuando en marzo pasado le preguntaron si a Rubilar le ha faltado liderazgo, contestó bíblicamente: "Por sus obras los conoceréis".

Pero no es tan sencillo. La elección de gobernador es uninominal y eso obligará sí o sí a la oposición a llevar un solo candidato por región, so riesgo de regalarle en bandeja al oficialismo un cargo para el que se necesitan el 40% de los votos en primera vuelta.

¿Se la harán fácil o difícil?

Asumiendo que al menos hoy es poco probable que se vuelvan a posponer estas elecciones, de acá al próximo año la oposición tiene solo dos caminos si no quiere morder el polvo a lo largo de las quince regiones del país. Uno es superar sus kilométricas diferencias que tienen sus extremos en -precisamente- la DC por un lado, y el PC y el Frente Amplio por el otro, y unirse bajo una sola lista o pacto nacional. Si eso no es posible, como parecen augurar los sucesos en el Congreso, pues entonces les quedará convenir un pacto por omisión.

Eso querría decir, por ejemplo, que a Orrego compita solo contra Rubilar o quien resulte el candidato oficialista, y que a cambio la DC se omita en regiones como la de Valparaíso, donde ha puesto sus fichas el Frente Amplio (más allá de que vaya o no de candidata Beatriz Sánchez). Pero tanto en el PS como en el PPD dicen que todavía falta tiempo y que al menos ahora no se ve ánimo de despejarle la pista así como así a Orrego.

En el PS han mencionado nombres como el del ex ministro Máximo Pacheco, pero él tiene más bien aspiraciones presdienciales (aunque no figure en las encuestas), y la gobernación no le entusiasma mucho. Menos, menos aún la idea de ser senador. Pero en su partido dicen que hay otros nombres. En el PPD han ventilado la opción del ex ministro Francisco Vidal y él estaría disponible, pero solo si se legisla para darle más atribuciones, competencias y presupuesto al cargo de gobernador; de lo contrario, no participaría. El PC querría postular a la ex ministra Claudia Pascual.

Hay un tercer camino: el de las primarias para gobernador. Pero éstas entusiasman poco y nada, porque dado que el ganador va directo -por ley- a la papeleta, ni al Frente Amplio (que no tiene mucha fuerza en otras regiones) ni a otras fuerzas le atrae la idea de quedar fuera de la elección. Al menos en RD sostienen que prefieren una primera vuelta con varios candidatos, y luego apoyar a uno en la segunda.

Quedan por delante tiempo, negociaciones, tiras y aflojas, dimes y diretes. Por de pronto, Chahin advierte sin rodeos que "nos parece que si prima el sentido común, debiera ser el candidato indiscutido de la oposición por la Región Metropolitana".

Gabriel Silber, diputado DC por Cerrillos, Colina y Pudahuel, agrega que "si no existe vocación de unidad en esta elección, difícilmente nos ordenaremos para la elección Presidencial y parlamentaria", y que "la de gobernador por Santiago será la posibilidad de articular a la oposición en la antesala de la elección presidencial, y Orrego electoralmente es la gran carta que podría aglutinar ese proyecto".

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