“No me asociaré con la decisión inhumana y contraproducente de deportar a refugiados”: la dura carta de renuncia del enviado de EE.UU. para Haití

Un agente de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos a caballo intenta evitar que un migrante haitiano ingrese a un campamento a orillas del Río Grande, en Del Río, Texas, el 19 de septiembre de 2021. Foto: AFP

La crisis migratoria en la frontera entre México y EE.UU. ha generado críticas de los propios demócratas contra el manejo de Joe Biden.


Argumentando que no quiere verse vinculado con la “inhumana y contraproducente decisión de deportar a miles de refugiados haitianos” de la frontera entre Estados Unidos y México, el enviado especial del gobierno de Joe Biden para Haití, Daniel Foote, presentó su dimisión este jueves al secretario de Estado, Antony Blinken. La renuncia del funcionario se produce en momentos en que la Casa Blanca enfrenta fuertes críticas de los propios demócratas por el manejo de la crisis migratoria.

Foote fue designado al puesto en julio luego del asesinato del Presidente de Haití, Jovenel Moïse. Desde antes de las expulsiones de los migrantes haitianos de la pequeña población de Del Río, Texas, se sabía que el diplomático de carrera sentía profunda insatisfacción con lo que consideraba la falta de urgencia en Washington y la lentitud de los esfuerzos para mejorar las condiciones en el país caribeño, según consigna The Associated Press.

“No me asociaré con la decisión inhumana y contraproducente de Estados Unidos de deportar a miles de refugiados y migrantes ilegales haitianos a Haití, un país donde funcionarios estadounidenses están encerrados en cuarteles seguros debido al peligro que significan las pandillas armadas en la vida cotidiana”, dijo Foote en su carta dirigida a Blinken, donde anuncia su renuncia inmediata “con profunda desilusión y disculpas a los que buscan cambios cruciales”.

En el texto, Foote critica la política de Estados Unidos respecto a Haití. “El enfoque de nuestra política para Haití sigue siendo profundamente defectuoso, y mis recomendaciones han sido ignoradas y descartadas, cuando no modificadas para proyectar una narrativa distinta de la mía”.

Foote recordó a Blinken que Haití está “destrozado” debido a la pobreza, el crimen, la corrupción gubernamental y la carencia de recursos humanitarios. A su juicio, el “colapsado Estado es incapaz de proporcionar seguridad o servicios básicos y más refugiados alimentarán más desesperación y el crimen”.

“Sumida en la pobreza y rehén del terror”, la población haitiana “simplemente no puede soportar el flujo forzado de miles de migrantes que regresan y que carecen de comida, refugio y dinero sin provocar una nueva e inevitable tragedia humana”, escribió.

De forma paralela, Foote aludió al comunicado que la embajada de Estados Unidos en Puerto Príncipe y otras legaciones emitieron para apoyar al primer ministro “de facto”, Ariel Henry. El diplomático culpó a Biden de empeorar las cosas en Haití al respaldar al líder “no electo” después del golpe, alegando que “elegir al ganador” producirá “resultados catastróficos”.

“La arrogancia de creer que debemos elegir al ganador, de nuevo, es impresionante”, señaló Foote. En este sentido, consideró que “este ciclo de intervenciones políticas internacionales en Haití ha producido consistentemente resultados catastróficos”, dijo. “El impacto negativo en Haití tendrá consecuencias desastrosas no solo en Haití, sino también en Estados Unidos y nuestros vecinos del hemisferio”.

La renuncia repentina de Foote deja un vacío en los planes de Estados Unidos para Haití y suma una nueva voz prominente y crítica a la respuesta del gobierno a los haitianos acampados en la frontera de Texas con México. Se prevé que la embajadora de Estados Unidos en Haití, Michele Sison, otra diplomática de carrera, deje el puesto próximamente tras su designación como secretaria adjunta de asuntos internacionales de organización del Departamento de Estado.

Estados Unidos ha retornado a 1.401 migrantes del campamento situado en la ciudad estadounidense Del Río, Texas, a Haití y detenido a otras 3.206 personas, informó el Departamento de Seguridad Nacional el miércoles por la noche.

La dimisión de Foote sigue a la creciente presión sobre la administración de Biden, proveniente de las Naciones Unidas y de sus compañeros demócratas, por el trato a los haitianos en el campamento de migrantes cerca de la frontera con México, en especial tras las imágenes de la Patrulla Fronteriza a caballo intimidando a los migrantes, incluso capturándolos con un lazo.

Al respecto, nueve miembros del Caucus Negro del Congreso (CBC) se reunieron el miércoles con la asesora de política nacional Susan Rice, el director de participación pública y excongresista Cedric Richmond y Tina Flournoy, jefa de personal de la vicepresidenta Kamala Harris, donde reiteraron que planean responder a las acciones de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.

“Este tratamiento no será tolerado”, dijo la presidenta del CBC, Joyce Beatty, en un comunicado el miércoles por la noche. “El Caucus Negro del Congreso está comprometido a apoyar a los negros en la diáspora y prometemos nuestro apoyo al pueblo de Haití”, señaló

Según CNN, Biden no ha abordado públicamente la situación desde el martes, cuando respondió brevemente a una pregunta sobre el asunto cuando salía de la Asamblea General de las Naciones Unidas. “Lo tendremos bajo control”, dijo Biden, negándose a dar más detalles.

Kamala Harris, a quien se le ha encomendado la tarea de encontrar soluciones para abordar las causas fundamentales de la migración, expresó su horror por las imágenes durante un evento en Washington el martes. “Lo que vi representado sobre esos individuos a caballo, tratando a los seres humanos de la forma en que eran es horrible. Y apoyo plenamente lo que está sucediendo ahora, que es una investigación exhaustiva de exactamente lo que está sucediendo allí”, dijo.

La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo el jueves que Foote “tuvo una amplia oportunidad de plantear preocupaciones sobre la migración durante su mandato”, pero “nunca lo hizo”. “Ese no era su ámbito”, agregó Psaki. “Su competencia era, por supuesto, ser el enviado especial sobre el terreno”. Asimismo, insistió en que los puntos de vista del diplomático fueron “valorados” y “escuchados”, pero “en algunas circunstancias se tomaron diferentes decisiones políticas”.

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