Niños perdidos en Chile: PDI registró 4.302 denuncias por presunta desgracia de menores de edad en 2023, de ellos 350 siguen desaparecidos

De 10.520 personas que fueron sindicadas como perdidas por sus familiares el año pasado, el 40% correspondió a niños, niñas o adolescentes. Si bien la tasa de éxito en la búsqueda es alta durante las primeras horas (90%), existe preocupación por el aumento de menores de edad que están siendo registrados como desaparecidos. Uno de los líderes de una ONG que apoya la búsqueda de personas explica que el fenómeno del incremento de estos casos en adolescentes es por el masivo uso de redes sociales, que los hace conocer gente y salir de casa sin avisar a sus parientes.


Aunque cada cierto tiempo la desaparición y búsqueda de una persona cobra la atención de noticiarios y la opinión pública, fuentes policiales dan cuenta de que la lista de personas cuyo rastro se pierde en Chile es más gruesa de lo que se ve en televisión o se lee en los diarios. De eso dan cuenta las estadísticas de la Policía de Investigaciones (PDI): durante el 2023 se presentaron denuncias por presunta desgracia de 10.520 personas, de estas 4.302 corresponden a niños, niñas y adolescentes, siendo un 40,9% del total del registro.

Muchos de estos casos logran resolverse durante las primeras horas y otros, lamentablemente, nunca tienen un fin. De hecho, de las estadísticas a las que La Tercera accedió vía Transparencia, se desprende que aún hay 350 menores de edad que no han sido encontrados y siguen en calidad de desaparecidos.

La región en donde más se presentaron denuncias por presunta desgracia de menores de edad el año pasado fue Biobío. Ahí 835 niños y adolescentes fueron registrados como perdidos. Le siguen en esta estadística la Región Metropolitana, con 735; Valparaíso, con 544, y después La Araucanía, con 500 NNA que tuvieron que ser buscados por la PDI.

La fundación “Extraviados del Biobío” acompaña a familias que están en la búsqueda de personas desaparecidas, y quien lidera esta organización, Max Castillo, dice que hay una especial alerta en los menores de edad. “La principal causa de los extravíos en nuestra zona en general está asociada a la salud mental; existe mucha gente con un difícil acceso a redes de apoyo en temas ligados a la depresión, y consumo de drogas en menor escala, sobre todo en menores de edad”.

Ahora, se advierte en los documentos estadísticos que de los adultos registrados como desaparecidos el año pasado aún existen 782 que son incansablemente buscados por sus parientes y por la Brigada de Ubicación de Personas de la PDI, una unidad especializada que se creó para seguir el rastro de aquellas personas que de un día para otro no vuelven a tener contacto con sus conocidos.

Las redes sociales como factor clave

Max Castillo, quien ha dedicado parte de su vida a liderar la ONG que apoya la búsqueda de personas, alerta que las cifras nos están dando cuenta de un escenario serio y preocupante. “En el último semestre hemos detectado que muchos casos involucran principalmente a menores que por el uso de redes sociales han tomado la decisión de salir de su zona de confort (...). Podemos decir que el uso de redes sociales ha estado siendo una de las consecuencias del extravío de menores, conocen a otras personas y salen sin previo aviso de sus casas”.

Los meses en que más gente desaparece

Con todo, el 2023 no fue un año especial en cuanto a este tipo de denuncias. De hecho, el año anterior, en 2022, se registraron 10.520 personas desaparecidas, lo que da cuenta de una variación muy menor entre ambos periodos.

Para el año en que comenzó la pandemia del Covid, en 2020, se evidenció una baja que responde, según los expertos, a las restricciones de movilidad de toda la población. Ese año, de todas formas hubo 8.824 denuncias vigentes por personas registradas como perdidas. Pero, al irse liberando las cuarentenas, al año siguiente, en 2021, se registró, según datos de la PDI, un peak de desapariciones con 12.841 denuncias por presunta desgracia.

Los meses en los que más se registran este tipo de hechos, según las mismas estadísticas, son octubre y noviembre. La explicación, sostienen fuentes consultadas, es porque hacia fin de año se generan mayores tensiones en las familias por las festividades y porque son meses en que las tasas de depresión van al alza, lo que podría explicar también la decisión de una persona de alejarse voluntariamente de sus parientes sin dar explicaciones, como ha sucedido en algunos de los casos en que la PDI debió intervenir en la búsqueda de una persona.

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