Netanyahu contra las cuerdas: embajadas israelíes se suman a huelga general contra su polémica reforma judicial

El primer ministro Benjamin Netanyahu hace un gesto mientras asiste a una reunión en la Knesset, el Parlamento de Israel, en medio de manifestaciones después de que destituyó al ministro de Defensa. Foto: Reuters

Se espera que hoy el primer ministro israelí retire el proyecto, que ha concitado el rechazo de gran parte de la población, incluyendo a los partidos aliados de la coalición gobernante.


Una crisis política poco habitual en Israel. Desde hace casi tres meses, los israelíes vienen protestando contra la reforma judicial impulsada por el primer ministro, Benjamin Netanyahu, y que, según los críticos, pondría en riesgo la división de poderes del país. Este lunes se espera que el líder del Ejecutivo, por fin, dé su brazo a torcer y renuncie a seguir adelante con la iniciativa. Esto, al menos según lo que indica la prensa local.

En tanto, una huelga liderada por el sindicato general Histadrut ha paralizado el país, con protestas a la salida de la Knesset, el Parlamento israelí. Entre las instituciones movilizadas, se encuentran las embajadas de Israel en todo el mundo. La reforma también ha generado quiebres al interior del gobierno, forzando la salida del ministro de Defensa Yoav Gallant.

El Presidente de Israel, Isaac Herzog, que detenta un cargo “protocolar”, llegó a pedirle al primer ministro que detenga “de inmediato” el avance de la reforma, asegurando que el país puede incluso estar en peligro de vivir una “guerra civil” a causa de las protestas.

Manifestantes en una protesta contra la reforma judicial israelí. Foto: Reuters

La reforma judicial de Netanyahu propone, entre otras cosas, debilitar la autonomía de la Corte Suprema, además de cambiar en beneficio del Ejecutivo el sistema de elección de sus magistrados. El argumento del gobierno, que llegó al poder en diciembre, es que esto le daría más poder a instituciones democráticamente electas, en desmedro de un Judicial que actuaría “con intencionalidad política”.

Precisamente en este momento, Netanyahu enfrenta distintas causas por corrupción, y la semana pasada la Knesset aprobó una ley que lo blinda de la posibilidad de ser declarado no apto para su cargo. Los detractores de la reforma ven un intento de atacar la división de poderes, siguiendo el ejemplo de países como Polonia y Hungría.

La reforma permitiría, entre otras cosas, que el Parlamento anule una decisión de la Corte Suprema. Asimismo, le da al Ejecutivo, en la práctica, una mayoría en el comité que nombra los jueces del máximo tribunal. Por otro lado, le quita una herramienta jurídica al Judicial, que le permite hoy por hoy dejar sin efectos las decisiones o nombramientos políticos que esta institución considere “irrazonables”.

Un monitor muestra los vuelos con atraso y cancelados en el Aeropuerto Ben Gurion, producto de la huelga en Israel. Foto: AP

A causa de esta reforma, los israelíes llevan casi tres meses en la calle, donde las protestas de este fin de semana congregaron a unos 250 mil manifestantes. Hoy lunes, la gran central sindical de Israel, Histadrut, de la que forman parte cerca de 700 mil trabajadores, convocó a una huelga para paralizar el país de poco más de nueve millones de habitantes.

En tanto, las principales calles y carreteras de Tel Aviv se encuentran bloquedas por manifestantes, incluyendo la carretera Ayalon, mientras que el aeropuerto Ben Gurion, ubicado a 15 kilómetros al sureste de Tel Aviv, detuvo su funcionamiento a causa de la huelga. Fuentes policiales cifraron en al menos 80 mil los manifestantes congregados hoy a la salida de la Knesset.

La mayor parte del sector público israelí se sumó a la huelga para presionar el retiro de la reforma judicial, además de apoyar que se reinstale al ministro de Defensa Yoav Gallant. El director de la Federación de Autoridades Locales, Haim Bibas, del oficialista Likud, también criticó la reforma, a pesar de pertenecer al mismo partido de Netanyahu. “Le pedimos al primer ministro que detenga de inmediato este golpe legislativo para reformar el sistema judicial”, aseguró Bibas, además de opinar que el líder del Ejecutivo “debe recalibrar su camino y entrar en diálogo inmediato en búsqueda de preservar la unidad del país”.

Los hospitales israelíes se plegaron a la huelga y sólo están atendiendo urgencias, e incluso los centros comerciales del país anunciaron cierres apoyando la movilización. Los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores israelí también pararon, lo que extendió la huelga a todas las embajadas del mundo, incluida la embajada en Chile. “Debido a la situación política en Israel, la embajada de Israel en Chile se suma a la huelga nacional. Nuestra democracia saldrá fortalecida”, tuiteó al respecto Gil Artzyeli, embajador de Israel en Chile.

La crisis le costó el cargo, este sábado, al ministro de Defensa, Yoav Gallant, que en las últimas semanas había transmitido en privado a Netanyahu su preocupación por las consecuencias que podía traer la reforma. Luego de, finalmente, hacer público su pedido de detener el proyecto, el gobierno anunció escuetamente: “El primer ministro ha decidido esta tarde cesar al ministro de Defensa, Yoav Gallant”.

Las preocupaciones de Gallant iban, sobre todo, en dirección a las consecuencias que las protestas podían llegar a tener para la seguridad de Israel, en especial después de que cientos de reservistas del Ejército empezaran a negarse a cumplir determinadas tareas, como participar de entrenamientos y operaciones. Esto, como una forma de boicotear la reforma desde las Fuerzas Armadas y mostrar su apoyo a las manifestaciones.

Ante la gravedad del asunto, el mismo Presidente de Israel, Isaac Herzog, solicitó a Netanyahu detener de inmediato el proceso legislativo que lleva adelante la reforma. “Toda la nación está profundamente preocupada. Nuestra seguridad, nuestra economía y nuestra sociedad están amenazadas”, aseguró.

Y la presión contra Netanyahu habría surtido efecto. Según el diario Yedioth Ahronoth, el premier logró convencer al último miembro de su gobierno que se resistía, el ministro de Seguridad Nacional Itamar Ben-Gvir, a que detuviera el proceso legislativo de la reforma judicial y buscara un consenso.

Israelíes protestan durante una manifestación después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu destituyera al ministro de Defensa, Yoav Gallant, en Jerusalén, el 27 de marzo de 2023. Foto: Reuters

“El primer ministro, Benjamin Netanyahu, acordó con el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, que se concederá al gobierno una prórroga hasta el próximo período de sesiones para aprobar la reforma mediante negociaciones, y al mismo tiempo se acordó entre ambos que, como medida para aumentar la gobernabilidad, en la próxima reunión del gabinete se aprobará la creación de una guardia nacional dependiente del Ministerio de Seguridad Nacional”, se pudo leer en un comunicado oficial.

Según The Associated Press, Ben-Gvir dice que acordó retrasar la legislación hasta que el Parlamento se reúna para su sesión de verano el 30 de abril.

Netanyahu tiene previsto dirigirse a la nación a las 20.05 de hoy (14.05 de Chile) para anunciar la paralización del proceso legislativo. En un principio tenía programado hacer una declaración a las 10 de la mañana, pero tuvo que posponer su discurso ante la amenaza de Otzma Yehudit de abandonar el gobierno. Finalmente, el partido de extrema derecha dijo que está dispuesto a retrasar la revisión judicial hasta después del receso de la Knesset.

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