Luis Florido, diputado de la Asamblea Nacional venezolana: “El tema humanitario debe despolitizarse”

Luis Florido, diputado de la Asamblea Nacional de Venezuela,
Luis Florido, diputado de la Asamblea Nacional de Venezuela, en Santiago. Foto: Richard Ulloa

El legislador de oposición dice a La Tercera que la crisis venezolana está en un punto más grave que en 2018, para las elecciones presidenciales. Además, asegura que las cifras oficiales de contagios y muertos por Covid-19 no corresponden a la realidad y que el gobierno de Nicolás Maduro está priorizando la política por sobre la salud de la población.


En febrero de este año, el diputado de oposición y expresidente de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional de Venezuela, Luis Florido (54), hizo un llamado al Presidente Sebastián Piñera para que no expulsara a sus compatriotas que ingresaron de manera irregular a Chile, después de que el gobierno dispusiera un vuelo de la Fach para enviar a 86 migrantes venezolanos y colombianos de vuelta a sus países.

En entrevista a La Tercera, el diputado se refirió a ese episodio, a la crisis política, económica y social que aqueja a Venezuela y al manejo de la pandemia por parte del gobierno de Nicolás Maduro. Con menos del 1% de la población vacunada, las cifras oficiales indican que el país suma más de 160 mil casos y 1.602 muertos por Covid-19.

Hace poco más de un mes usted llamó al gobierno de Sebastián Piñera a no expulsar a los venezolanos que ingresaron al país de manera irregular, porqueno es culpa de ellos, es culpa del régimen de Maduro”. ¿Obtuvo alguna respuesta del gobierno chileno?

No, realmente. No hubo una respuesta formal, porque tampoco tramité este mecanismo por la vía formal, es decir, por la Cancillería. Sencillamente fue una declaración de protección a los venezolanos para generar conciencia. Un llamado al Presidente Piñera, que siempre ha sido muy solidario con los venezolanos, al igual que los chilenos.

Nosotros hicimos el llamado apelando a la solidaridad de los chilenos, y específicamente del gobierno del Presidente Piñera, porque contraviene todas las normativas, todos los convenios internacionales suscritos no solo por Chile, sino por casi todos los países de América. Y también hay que recordar que durante la dictadura de Pinochet, muchos chilenos emigraron a Venezuela y se les abrieron las puertas. Yo recuerdo que la Universidad Central de Venezuela estaba llena de profesores talentosísimos chilenos, que tuvieron oportunidades inmediatas de trabajar en universidades de primer nivel, en clínicas, como maestros. Yo sé que son muchos los venezolanos que viven en Chile, pero sólo pedimos un poco de paciencia. El regreso de los venezolanos a nuestro país comienza con la salida de Nicolás Maduro.

Respecto de la crisis migratoria, en vísperas de las elecciones presidenciales del 20 de mayo de 2018 en Venezuela, usted dijo a La Tercera que si estos comicios se realizaban la situación se agravaría más. ¿Cómo describiría la situación actualmente?

Mucho más grave. Del año 2018 a la fecha ha crecido la desnutrición infantil y la deserción escolar. Ha aparecido un fenómeno que es singular para América: niños criados por sus abuelos, porque la generación intermedia ha emigrado. Estamos hablando de casi seis millones de venezolanos que han huido del país, que se han ido desesperados. Los últimos meses el país se ha ido dolarizando por la necesidad de tener una moneda dura. La inflación llegó a estar por encima del millón por ciento y sigue siendo de cuatro cifras. Es decir, estamos hablando de una situación que aún sigue siendo muy grave en materia económica.

Venezuela es un país en ruinas, con una gran potencialidad para salir de allí. Pero esa potencialidad va a depender de la salida de Maduro, a través de un mecanismo electoral que sea avalado por toda la comunidad internacional, donde haya observación internacional y donde podamos disputarle el poder.

Trabajadores descargan cajas con la vacuna rusa Sputnik V contra el coronavirus en el aeropuerto de Caracas, el 29 de marzo. Foto: Reuters

Venezuela acumula 160.497 casos y 1.602 muertes por Covid-19, según cifras oficiales. Además, con 14.223 dosis administradas, se ha inoculado a menos del 1% de su población, de acuerdo con los datos del sitio Our World In Data. ¿Qué cree que ha fallado en la estrategia de vacunación de Maduro?

Lo primero es que las cifras oficiales no corresponden a la realidad. Yo recuerdo que en una oportunidad hablaron de un día que hubo 10 muertos, pero solo en uno de los crematorios de mi ciudad habían ingresado 15 cuerpos por Covid-19. Estamos hablando de una ciudad que representa aproximadamente el 6% de la población de Venezuela. Imagine lo que significa a nivel nacional.

Para el régimen de Maduro todo es propaganda. Los acuerdos que se firmaron con la Organización Panamericana de la Salud no han sido cumplidos. De las 350 mil pruebas para detectar el Covid que se enviaron, apenas usaron tres mil. Ellos no quieren que se conozcan las cifras reales de la cantidad de enfermos y de muertos. Tenemos conocimiento de que son muchos los casos en que en las actas de defunción se coloca cualquier cosa distinta a murió por Covid, como falleció por enfermedad pulmonar, por infarto, por asfixia, lo que altera muchísimo las cifras.

Con respecto a la vacunación, el único fármaco que ha entrado hasta ahora es la Sputnik V, con dos cargamentos de 50 mil. Pero en todo caso, la Asamblea Nacional, en conjunto con sus equipos técnicos, la Organización Panamericana de la Salud e incluso técnicos del régimen de Nicolás Maduro, acordó en activar el mecanismo Covax. Como Maduro vio que eso era una victoria política para la Asamblea Nacional, sencillamente mandó a parar la vacuna de AstraZeneca, difundiendo noticias que no son ciertas, como la trombosis. En definitiva, las declaraciones de Maduro diciendo que no va a aceptar esta vacuna evidentemente hacen ver que no le interesa la gente, no le interesa el pueblo venezolano. Le interesa solo la política, golpear a una Asamblea Nacional que fue desconocida por él durante cinco años, que le complicó su salario, que complicó la posibilidad de hacer leyes, de aprobar presupuestos, etc.

¿Cómo se puede mejorar la situación?

Nosotros lo intentamos con este acuerdo a través de la Organización Panamericana de la Salud para que fueran vacunadas seis millones de personas, con 12 millones de dosis. En una primera etapa se desembolsó de alrededor de US$ 130 millones. Pero el régimen de Maduro todo lo complica. Venezuela no va a ir hacia un proceso de vacunación sistemática y masiva mientras Nicolás Maduro siga en el poder. Si nosotros precisamente hemos impulsado que entre la vacuna al país es porque, independiente del grave conflicto político que tiene Venezuela, nosotros creemos que el tema humanitario no puede esperar. Las vacunas no son solo para los oficialistas, como lo hacen con la Sputnik V, sino también para todos los venezolanos, sin distinción política. Creemos que el tema humanitario debe despolitizarse desde el punto de vista de quién gana o pierde. Yo creo que todos los venezolanos ganan con un proceso de vacunación sistemático, universal y amplio.

Nicolás Maduro propuso intercambiar parte de la producción petrolera del país por vacunas contra el Covid. ¿Cómo calificaría esta propuesta?

Maduro todo lo convierte en política. Si ya hay un acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, y existen fondos que dispone la Asamblea Nacional, sencillamente lo que hay que hacer es implementarlo. Esa fórmula la está diciendo porque lo que él quiere es que le liberen los fondos que fueron confiscados por corrupción. Un tema humanitario, que no puede esperar, lo convierte en una traba.

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