“Los polis no van a ir, no habrá control en la ruta”: el telefonazo que condenó al carabinero que colaboraba con Resistencia Mapuche Lavkenche

Foto referencial de atentado en el Lago Lanalhue, en 2021.

El efectivo hoy en retiro, Darwin Carrillo Rodríguez, aparece como un hombre clave para la facilitación de delitos en la provincia de Arauco. Su rol, de acuerdo a las escuchas telefónicas transcritas por la PDI, era alertar sobre fiscalizaciones y dónde se ubicaban los puntos de control de la policía uniformada.


“Forman parte activa de una organización ilícita destinada a atentar contra el orden social, la seguridad e integridad de las personas y sus propiedades, cometiendo diversos delitos descritos y sancionados en la ley de control de armas, atentando en contra de la vida, seguridad y la propiedad de las personas. Se identifican con el nombre de Resistencia Mapuche Lavkenche”.

De esta manera, a través de una querella por asociación ilícita, el Ministerio del Interior se querelló en contra de los 12 imputados por pertenecer a una organización dedicada al robo de madera y a la realización de atentados en la provincia de Arauco, en la región del Biobío. El grupo fue formalizado el jueves 21 de septiembre, luego de que la Fiscalía diera cuenta al Juzgado de Garantía de Curanilahue de cómo funcionaba esta asociación compuesta de tres brazos operativos.

El primero de ellos era el grupo que perpetraba robos de madera en la región, principalmente a forestales, desde donde sustraían elementos de carga y también lo que resultaba de la tala de árboles; en otro nivel habrían participado dos personas directamente vinculadas a atentados adjudicados a la Resistencia Mapuche Lavkenche, grupo radical mapuche que funciona en Arauco; y como tercer elemento, los carabineros. Hasta el momento, el Ministerio Público maneja información de dos policías -hoy fuera de la institución- que colaboraban con esta organización.

La investigación, según dio cuenta el fiscal Juan Yáñez al tribunal, se desarrolló en distintas aristas paralelas, pero la principal se abrió en 2022 por asociación ilícita en relación a los delitos de atentados incendiarios cometidos en sector Los Ríos de Curanilahue, en noviembre de 2021, febrero de 2022 y abril de 2022, y además una serie de hechos delictivos de gravedad que durante 2021 también se cometieron en esa zona. Uno de ellos ocurrido en el sector norte de Lanalhue, comuna de Cañete, donde se quemaron 15 casas en un atentado adjudicado por la Resistencia.

A partir de esos antecedentes se solicitó intervenir teléfonos que terminaron por develar la participación delictual de dos carabineros: Luis Berna Toledo y Darwin Carrillo Rodríguez. El primero pasó a retiro el año pasado -y entre los años 2014 y 2015 fue parte de la Dirección de Inteligencia de Carabineros- y el segundo era un funcionario de la Cuarta Comisaría de Curanilahue. Su rol: entregar información al grupo para lograr “el éxito” de atentados y atracos. Así dan cuenta las escuchas que logró interceptar la PDI.

“El Conejo” y el cabo Carrillo

Una de ellas -y una de las más reveladoras para la Fiscalía y la PDI- ocurrió el 16 de agosto del 2022, a las 20.27 de la noche, entre el cabo Carrillo y Celso Fonseca Rivas, alias “el Conejo”, quien sería el líder de esta asociación entre ladrones de madera, la Resistencia Mapuche Lavkenche y dos carabineros.

En la conversación, Fonseca le dice al cabo Carrillo que está “sacando unas cargas de madera en el sector del parque”, pero que “mientras va en la grúa, me siguió una camioneta, posiblemente, de un guardabosque”.

El uniformado, quien contaba con acceso a los servicios que disponía la policía para la zona, le contesta: “No te preocupes, porque los carabineros se encuentran trabajando en el sitio de suceso de San José de Colico, donde quemaron unas máquinas”. Ese día, el grupo Weichan Auka Mapu (WAM) se adjudicó el ataque incendiario de 17 máquinas forestales y todo el foco de Carabineros estaba puesto allí.

Con eso claro, el cabo Carrillo le señala a Fonseca que no se preocupe de un seguimiento a sus movimientos, ni a lo que se estaba preparando. “Los polis no van a ir, porque están de servicio en control en la ruta, además, se van a ir a relevar a los que están de ‘población’ en la noche, por ende, no habrá control en la ruta”, le dice.

Antes de finalizar la conversación, el uniformado le advierte a “el Conejo” que “mande el camión a sacar madera, porque Carabineros no irán a ninguna parte”.

En otro de los diálogos, del 9 de agosto del 2022, se da otra conversación entre los aparentes “socios” de la asociación, donde el funcionario de Carabineros entrega información respecto de los puntos de control vehicular y los lugares donde fiscalizaba el personal policial, como también quiénes se encuentran de turno.

Es ese contexto, el cabo Carrillo le indica a “el Conejo” que se encuentra “saliente de turno noche y que en la tarde esta de turno ‘Pelao’ y en la noche estaría ‘Chaparro’”. Fonseca -según se desprende de esta conversación transcrita por la PDI- quiere ir a “sacar unas cargas (madera) que hizo de la piscina para arriba” y el policía le da la solución: “No se preocupe, que los carabineros ya se fueron del lugar y no irán donde está él sacando madera”.

El círculo colaborativo entre los carabineros y los líderes de la agrupación delictual para la Fiscalía es evidente. Por lo mismo, las pesquisas, ahora, se centrarán en indagarán más en esa relación que habría permitido concretar ilícitos graves con la ayuda de dos uniformados que manejaban información clave para la seguridad de la región.

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