Las claves del “simbólico” ataque israelí a Irán justo el día del cumpleaños 85 del ayatola Alí Jamenei

Un cartel con misiles iraníes en las calles de Teherán. Foto: Reuters

Considerado como una “respuesta muteada”, el ataque en Isfahán buscaría cerrar las tensiones entre ambos países, más allá de escalar el conflicto, según los analistas.


Israel no lo ha reconocido, e Irán no le ha dado importancia. En la madrugada de este viernes, a las 04.00 hora local, algunos objetivos militares en suelo iraní fueron atacados, aunque las informaciones del golpe y su naturaleza han sido confusos. Según Teherán, el régimen habría destruido tres drones en la provincia de Isfahán, luego de activar sus sistemas de defensa.

En medio de la tensión entre Teherán y Tel Aviv y la presión internacional para desescalar la situación, estas son las claves del nuevo ataque de represalia que agita Medio Oriente.

Reacción iraní

El régimen de Teherán reportó ataques la mañana de este viernes, sin por eso acusar directamente a Israel. En la provincia de Isfahán, corazón del programa nuclear iraní, hubo temores de que estos ataques impactaran en alguna central, situación que rápidamente descartó la OIEA, el Organismo Internacional de la Energía Atómica de la ONU.

Luego del ataque iraní del fin de semana pasado, se asegura que este sería una “represalia israelí”. Sin embargo, un alto cargo del régimen iraní aseguró a Reuters que el gobierno no planea responder de inmediato a este ataque, esencialmente porque no se sabe quién está detrás. Incluso, se habla de una posible “infiltración” en Irán.

“La fuente extranjera del incidente no ha sido confirmada. No hemos recibido ningún ataque externo y la discusión se inclina más hacia la infiltración que hacia el ataque”, dijo el funcionario.

El “misterio”, que también es visto como un modo de calmar las tensiones con Israel, es tal que la agencia iraní Fars se refiere al ataque como “varios objetos no identificados”, que fueron derribados por “las defensas aéreas de la 8ª base militar de Shekari, cerca de esa base, del aeropuerto de Isfahán y de la ciudad de Qahjavarestan”.

Un sitio nuclear cerca de Isfahán, en Irán, en 2005. Foto: Reuters

Jonathan Lord, jefe del programa de seguridad para Medio Oriente del Centro para una Nueva Seguridad Americana, un think tank en Washington, dijo que “parece indicar que Irán está tratando de bajar del precipicio, minimizar el impacto del ataque y tal vez bajando por la escalera desde aquí”.

La importancia de Isfahán

En pleno centro del país, la provincia de Isfahán alberga una serie de complejos militares, fábricas del sistema de defensa y la conocida instalación nuclear de Natanz. Ahí, en 2007, el régimen iraní anunció haberse unido al club de países capaces de producir combustible nuclear a escala industrial.

En el Centro de Tecnología Nuclear de Isfahán hay cerca de 3 mil científicos, y tanto Washington como Tel Aviv han hecho públicas sus sospechas de que la instalación alberga un programa de investigación secreto de armas atómicas. Según Teherán, en tanto, este programa atómico solo tiene fines civiles.

Aparte de eso, la plaza central de Isfahán fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en 1979.

Antony Blinken, secretario de Estado norteamericano, en un encuentro del G7 en la isla de Capri. Foto: Reuters

Silencio israelí, distancia norteamericana

Tel Aviv no solo no se ha adjudicado el ataque, sino que previamente habría asegurado a Estados Unidos que no haría ataques hasta después de la festividad de Pésaj, según dijo un alto funcionario estadounidense a Middle East Eye. Según indicó el diplomático en anonimato, la respuesta israelí tendría que tener lugar después del 30 de abril.

El ataque nocturno de Israel contra Irán parece haber tenido un alcance limitado, y se especula que podría estar diseñado para evitar una mayor escalada. En declaraciones a los periodistas desde la isla italiana de Capri, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, se negó a responder preguntas sobre los ataques a Irán: “No voy a hablar de eso excepto para decir que Estados Unidos no ha estado involucrado en ninguna operación ofensiva. Estados Unidos, junto con nuestros socios, continuarán trabajando para reducir la escalada”.

“Israel trató de calibrar entre la necesidad de responder y el deseo de no entrar en un ciclo de acción y contrarreacción que escalaría sin cesar”, dijo Itamar Rabinovich, exembajador israelí en Washington, en declaraciones a Reuters.

Describió la situación como un baile, en el que ambas partes se indicaban mutuamente sus intenciones y próximos pasos. “Hay un enorme alivio en toda la región del Golfo. Parece que el ataque fue limitado y proporcionado y causó daños limitados. Lo veo como una distensión”, dijo a la misma agencia de noticias el veterano analista saudita Abdelrahman al-Rashed.

El cumpleaños del ayatola

El ataque a Irán ocurre precisamente el mismo día que el líder supremo de Irán, el ayatola Alí Jamenei, cumple 85 años: al menos en su página oficial, nació el 19 de abril de 1939, aunque en su certificado de nacimiento dice que nació el 16 de julio.

Hay que destacar que Jamenei viene siendo el líder más influyente de Irán desde 1989. También se desempeña como comandante en jefe y jefe de Estado, supervisando la policía moral y la policía nacional. Jamenei también administra el Cuerpo de la Guardia de la Revolución Islámica (CGRI), que está a cargo de la seguridad interna, y su rama de voluntarios, la Fuerza de Resistencia Basij.

En febrero de este año, el ayatola había comentado: “Nuestra esperanza es que, con la gracia de Dios el mundo islámico presencie la destrucción del tumor canceroso sionista”, refiriéndose así al Estado de Israel.

El ayatola Alí Jamenei en su discurso de este martes.
El ataque a Irán ocurre precisamente el mismo día que el líder supremo de Irán, el ayatola Alí Jamenei, cumple 85 años.

El origen del conflicto

Más allá de la histórica enemistad de Irán con Israel, los sucesos de este viernes se enlazan con una escalada reciente entre ambos países, y encuadrado en el contexto de la guerra en Gaza. La escalada parte con un bombardeo israelí, el pasado 1 de abril, en un edificio consular iraní en Damasco, la capital de Siria. En tal ataque murieron 16 personas, siendo siete de ellas miembros de la Guardia Revolucionaria Iraní.

Como respuesta a ese ataque, el sábado y el domingo pasado Teherán lanzó un ataque con más de 300 drones y misiles en territorio israelí, aunque no habrían causado ni ciertos ni daños materiales. Ya durante esta semana, en distintas ocasiones, el gobierno en Tel Aviv había amenazado con que el ataque no quedaría sin respuesta militar, lo que generó un temor a una guerra regional abierta.

Netanyahu en la encrucijada

Desde el medio israelí Haaretz, una columna criticó el silencio israelí respecto al ataque de esta madrugada. “Es casi como si alguien en Jerusalén tuviera la esperanza de que los eventos de los últimos 19 días pudieran ser borrados, como si el hecho de que Irán e Israel han estado en conflicto directo pudiera ser convenientemente olvidado”, indica el artículo, que asegura que “el muteado ataque” de Israel contra Isfahán “muestra que Netanyahu no tiene ninguna estrategia sobre Irán ni sobre Gaza”.

Esta situación viene después de una semana entera de reuniones en el seno del gobierno israelí, discutiendo cual puede ser la mejor respuesta a lo hecho por Teherán. “Cinco días de discusiones en el gabinete de guerra, de filtraciones, de contrainformes e incluso de sesiones informativas rabínicas parecen haber dado lugar a un ataque limitado y calibrado del que Israel no se responsabiliza y del que los iraníes también están ansiosos por restarle importancia”, comenta el medio.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu (centro), escucha al ministro de Energía de Israel, Israel Katz, y al ministro de Justicia de Israel, Yariv Levin, izquierda, y al ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, en la Knesset, el Parlamento de Israel, en Jerusalén, el 10 de julio de 2023. Foto: Archivo

En ese sentido, Haaretz acusa que los partidos de extrema derecha podrían tomar ventaja de la respuesta de Netanyahu, mostrándolo como un líder “débil”, “asesorado por un Estado Mayor traicionero que fracasó el 7 de octubre y fue amedrentado por un hostil Joe Biden”.

“Para ellos, la extrema derecha, es una estrategia donde ganas siempre. O incitan a Netanyahu a actuar en Gaza, lo que se adaptará a sus deseos de una guerra interminable allí que eventualmente les permitirá construir asentamientos. O tienen preparada su campaña electoral para el momento en que caiga el gobierno”, señala el diario progresista israelí.

Aryeh Deri, jefe de uno de los partidos ultraortodoxos de la coalición de Netanyahu, que tiene estatus de observador en el gabinete de guerra y que en general ha sido cauteloso ante medidas drásticas, se opuso firmemente a un ataque inmediato contra Irán, que creía que podría poner en peligro la pueblo de Israel ante el riesgo de una escalada, dijo un portavoz de su partido.

“También deberíamos escuchar a nuestros socios, a nuestros amigos en el mundo. Lo digo claramente: no veo vergüenza ni debilidad en hacerlo”, dijo Deri al periódico Haderech.

Si bien satisfizo a los moderados de Israel en el país, a sus vecinos y a sus socios internacionales, el ataque mesurado, cuando se produjo, fue recibido con consternación por parte de los miembros de línea dura del gabinete de Netanyahu.

El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, cuyo partido ultranacionalista es un puntal clave en la coalición de Netanyahu, publicó una sola palabra en la red social X: “Débil”.

En una análisis para el diario The Guardian, Bethan McKernan habla de “la muda reacción iraní para atacar la victoria a corto plazo de Netanyahu”. Sin embargo, advierte que “la principal preocupación del primer ministro israelí es su supervivencia política, pero una guerra en múltiples frentes sigue siendo una gran posibilidad”.

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