La línea de retirada de Chadwick abandona Palacio

Camara de Diputados  23 Octubre
23 OCTUBRE 2019/VALPARAISO Andrés Chadwick realiza el informe sobre la situación de emergencia que afecta al país en la cámara de diputados FOTO: PABLO OVALLE ISASMENDI/AGENCIAUNO

Anoche dejó La Moneda María José Gómez, su ex jefa de gabinete y brazo derecho desde que el ex ministro llegó a la Segegob el 2011. Tres meses y medio después de que el histórico UDI cayera en ese cambio de gabinete forzado por la crisis, quedan cada vez menos colaboradores suyos. Todo este tiempo han seguido trabajando para el nuevo ministro Gonzalo Blumel, con más de alguna diferencia de por medio.


Habla todos los días con él. Se conocen desde 1990. Y anoche, casi tres meses y medio después de haber dejado de trabajar para Andrés Chadwick y seguir haciéndolo para otro jefe, la periodista María José Gómez García tomó sus cosas y puso fin su último día de trabajo en el Ministerio del Interior. Hoy tramitó su renuncia, y por algunas semanas se alejará de Santiago. Una de las alternativas que tiene en mente para su regreso es sumarse a la campaña por el "Rechazo" o el "No" a una nueva Constitución, si es que Chile Vamos conforma una plataforma transversal. En eso ya tiene instalada a una suerte de avanzada suya: Andrea Balladares, que era la jefa de división de Gobierno Interior hasta que también renunció, la semana pasada.

El de Gómez es uno de los últimos nombres en pasar de los créditos finales de la era Chadwick. Desde que su escritorio comenzó a ser usado por su sucesor, Gonzalo Blumel, los asesores y colaboradores de confianza del caído ex ministro del Interior (28 de octubre) han ido renunciando en cascada. Esa misma mañana del cambio de gabinete, el ex senador UDI pudo haberse ido junto a Rodrigo Ubilla, pero el Presidente Piñera logró frenar a este último por algún tiempo.

Ahora se saben otras cosas que antes no. Por ejemplo, el subsecretario del Interior RN -el más cercano a Chadwick- no estaba dispuesto a que su nuevo jefe fuera el UDI Felipe Ward, como estaba planificado inicialmente. Ward era diputado UDI durante Piñera Parte I, en esa bancada que también integraba José Antonio Kast. La misma que una vez posó con un disco Pare en protesta por la gestión de Interior en la era de Rodrigo Hinzpeter. Ubilla jamás lo olvidó. Al final, Ward fue reubicado en reemplazo de Blumel en la Segpres porque minutos antes de la ceremonia en el Montt Varas le recordaron por Twitter que antes había dicho que "los derechos humanos son una especie de cajero automático que usa la izquierda para sacar plata". Pero eso no calmó las cosas en el Patio de Los Canelos.

La renuncia del subsecretario del Interior se supo el 16 de diciembre. Al día siguiente dijo adiós Jorge Atton, intendente de la crucial Región de La Araucanía, y que venía de trabajar en Interior como "zar de ciberseguridad". También dejó su trabajo el viejo amigo y ex socio de Ubilla, Germán Quinteros, jefe de la Unidad de Análisis o monitoreo de conflictos. También salió de Interior Valentina Egert; se reubicó momentáneamente en la Segpres y próximamente también dejará La Moneda. Francisco Grimberg, periodista muy cercano a Chadwick y Gómez, emigró a la Subsecretaría de Desarrollo Regional, territorio amigo al mando del UDI Claudio Alvarado.

De la gente que estaba con Chadwick, siguen en sus puestos o en otros despachos de Interior el jefe de asesores legislativos, Pablo Celedón -pero con fecha de vencimiento en marzo-, y Juan Pablo Torres, ex jefe de gabinete de Ubilla. Además del staff de prensa (su jefe, Oliver Carrasco, y Alejandro Müller) , también continúa un equipo de cuatro personas que trabajaba en el proyecto de modernización de las policías y los asesores en migración, el cubano Mijail Bonito y el colombiano Julián Florez.

[caption id="attachment_994325" align="alignnone" width="640"]

23 OCTUBRE 2019/VALPARAISO

Andrés Chadwick realiza el informe sobre la

situación de emergencia que afecta al país en la cámara de diputados

FOTO: PABLO OVALLE ISASMENDI/AGENCIAUNO[/caption]

El ministro Blumel ya lleva tres meses y tres días teniendo bajo su mando a los remanentes de la División Chadwick, de Gómez para abajo. Y más allá de lo que se pueda decir delante de un micrófono, eso ha marcado a ratos un ambiente nervioso, en ocasiones difícil de disimular después de que el ex ministro del Interior fuera acusado constitucionalmente. Ese 28 de noviembre, cuando la Cámara de Diputados aprobó el proceso, uno de los principales argumentos expuestos por su abogado y viejo amigo Luis Hermosilla fue que al ex ministro no se le podía culpar por las violaciones a los derechos humanos que describía la acusación, especialmente por hechos posteriores a ese 28 de octubre en que dejó el cargo: "En este mes han seguido ocurriendo situaciones que son no solo complejas, sino que son reprochables".

Esa tarde Hermosilla, quien sigue llevando cinco causas a nombre del Ministerio del Interior -entre ellas el Caso Catrillanca- no fue acompañado ni por Blumel ni por ningún ministro de la Moneda. Eso mismo llevó después a airados reclamos de la directiva de la UDI e imputaciones directas de falta de liderazgo al jefe del gabinete que milita en Evópoli. Como el asunto tocó directamente a Chadwick, también alcanzó a Gómez, quien en ocasiones se indignó por lo que sucedía.

Desde entonces se clavó una suerte de zanja entre los ex colaboradores de Chadwick y el nuevo ministro y los suyos. No se han reportado conflictos frontales hasta hoy, pero han trascendido diferencias radicales de óptica y manejo del orden público y derechos humanos. En algunas de ellas, las visiones de Gómez y del staff Blumel han diferido en grado sumo, pero ellos dos no han discutido personalmente, que se sepa. El nuevo ministro ha desestimado tales versiones en más de una ocasión.

[caption id="attachment_939177" align="alignnone" width="640"]

Intentos de último minuto. La exjefa de gabinete de Chadwick, María José Gómez, conversa con Guillermo Miranda, asesor del senador José Miguel Insulza.[/caption]

La periodista comenzó a trabajar para Chadwick en julio de 2011, cuando él reemplazó a la también UDI Ena von Baer en la vocería de gobierno. Se fue con él a Interior cuando cayó Hinzpeter, en noviembre de 2012. De vuelta en la oposición, siguió junto al coronel gremialista en la oficina que éste compartía con Hermosilla, y después integró el directorio de TVN. Cinco días antes del cambio de gabinete, el 23 de octubre, estuvo sentada a su lado en la testera de la Cámara de Diputados durante la sesión especial por la recién detonada crisis, mientras en las tribunas las protestas y lienzos con leyendas que decían "tus manos tienen sangre" cercaban al ministro, que ya había sido blanco de manifestaciones al llegar.

Después de que la acusación constitucional pasara la valla de la Cámara y llegara al Senado, Gómez tomó en sus manos parte de las últimas y angustiosas gestiones para tratar de evitar el castigo político. Ese 11 de diciembre, horas antes de que se votara, se instaló en la cafetería del Senado a conversar con Guillermo Miranda, asesor y brazo derecho histórico del senador PS José Miguel Insulza. El Pánzer era una de las escasas esperanzas de Chadwick: tienen décadas de amistad encima gracias al también socialista José Antonio Viera-Gallo y por esos días se ventilaron varios detalles históricos que los ligaban.

Gómez quemó sus naves infructuosamente. Chadwick e Insulza no estaban conversando directamente, y ella y Miranda dialogaron por unos quince minutos. Una de las versiones cuenta que la periodista no le pidió que intercediera ante el PS que no votara a favor ni nada por el estilo, sino que quería conocer motivos y contexto. Miranda le contó las razones de por qué el juicio político tenía apoyo. Insulza terminó votando a favor con un encendido discurso pensado para no dejar ninguna duda y tratar de borrar de golpe semanas de especulaciones y sospechas sobre una eventual traición suya que nunca se concretó.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.