La errónea alerta que mantuvo en vilo a todo el sistema de salud y ahora enfrenta al Minsal con el ISP

medicamentos

El jueves el Instituto de Salud Pública ordenó el retiro de todos los productos del Laboratorio Sanderson, causando la suspensión de prestaciones a lo largo de todo el país. Sin embargo, la ministra Ximena Aguilera, al percatarse que el oficio era impreciso, solicitó rectificarlo inmediatamente a un sólo producto, pero el desorden ya se había provocado. Debido al impacto que generó, la titular de Salud ordenó un sumario este lunes.


El viernes pasado fue una jornada tensa en la red asistencial, de caos, incertezas y desinformación a ratos. ¿Qué pasó? El día anterior el director del Instituto de Salud Pública (ISP), Rubén Verdugo, instruyó dejar de utilizar hasta nuevo aviso los medicamentos elaborados por el Laboratorio Sanderson como medida preventiva. En un ensayo de control de calidad de rutina se había detectado la presencia de contaminación microbiológica del complejo bacteriano Burkholderia cepacia (CBC), la que incluso puede provocar la muerte.

¿El problema? El Laboratorio Sanderson es uno de los principales proveedores de los centros de salud y la mayoría de los medicamentos eran fármacos indispensables para atenciones médicas y cirugías, y en muchos establecimientos no existen productos alternativos, razón que llevó a que en los distintos recintos asistenciales del país se tuviesen que activar medidas urgentes para proteger la seguridad de los pacientes, entre ellas, la suspensión de prestaciones, justo en momentos en que se intenta avanzar con la reducción de listas y tiempos de espera.

En concreto, el documento del ISP indicaba que se debía suspender de inmediato el uso y mantener en cuarentena “las unidades en existencia de todos los productos fabricados en el laboratorio de producción farmacéutica de Laboratorio Sanderson”.

Esto, indefectiblemente, resultó en una sorpresa de marca mayor para los centros sanitarios. Pero no sólo para ellos. La propia ministra de Salud, Ximena Aguilera, quedó descolocada cuando se enteró del instructivo inicial. “Hubo una imprecisión en el primer comunicado, cuando dijeron todos los productos. Nunca correspondió a todos, entonces cuando tomé conocimiento pedí que precisaran lo más rápido posible y sacaran un nuevo comunicado”, explicó ese mismo viernes la propia secretaria de Estado a La Tercera.

Además, la titular de Salud afirmó que esta imprecisión tuvo varias consecuencias: “Primero hubo efecto comunicacional y luego se suspendieron prestaciones y es delicado. Nosotros tenemos listas de espera, entonces es importante que estas atenciones se den”.

De acuerdo a datos preliminares, se suspendieron cirugías en al menos 20 establecimientos a nivel país, pero los gremios aseguran que esta medida los afectó a todos en algún grado.

Sólo horas después de que hospitales e incluso clínicas retiraran los productos y detuvieran algunas atenciones, el director del ISP emitió una nueva información, detallando que la cuarentena no correspondía a todos los lotes, sino más bien a un insumo médico en específico del laboratorio en cuestión: cloruro de sodio al 0,9%.

“Teniendo en cuenta una serie de antecedentes puestos en conocimiento a esta autoridad sanitaria, se ha evaluado la medida, y, a partir de este momento, la cuarentena se mantendrá vigente sólo respecto del cloruro de sodio al 0,9%, cuyo envase corresponde a material plástico de gran volumen, y que hayan sido fabricados a partir del 1 de abril de 2023″, se especificaba en el nuevo documento.

Asimismo, desde el ISP aclararon ese mismo día y luego de desatada la confusión que “tras una evaluación realizada por funcionarios de la Agencia Nacional de Medicamentos (ANAMED), durante la tarde de este viernes 29 de septiembre, se ha instruido el levantamiento de las restricciones de fabricación y distribución de aquellos productos hemoconcentrados”.

A pesar de que según la máxima autoridad del ISP la reconsideración de la medida se debió a una nueva evaluación, la ministra Aguilera instruyó este lunes un sumario administrativo tras la orden de retiro de todos los insumos médicos del laboratorio, debido al desbarajuste que causó en la red asistencial.

Las críticas del sector

Al interior de los centros de salud esta situación también fue vista como “improvisada” y “confusa”. Y, al mismo tiempo, los gremios criticaron la falta de cuidado por parte de las autoridades sanitarias, muy en línea con las críticas del Colegio Médico (Colmed), donde acusaron poca prolijidad.

“Manifestamos nuestra indignación con la falta de rigurosidad con los procedimientos y la entrega de información por parte del Instituto de Salud Pública”, afirmaron mediante un comunicado.

Si bien desde el gremio indicaron que el segundo comunicado del ISP esto mejoraba “considerablemente el escenario” y tenía consecuencias mucho más acotadas que el retiro de todos los productos de la marca, también estimaron que “se ha hecho un daño tremendo al funcionamiento de la red asistencial, tanto pública como privada”.

Esto, detallan, ya que en respuesta a la primera indicación, durante la jornada fueron “suspendidas miles de cirugías electivas a lo largo de todo el país y retrasado atenciones y entrega de medicamentos y tratamientos, generando, además, una alta incertidumbre y grado de estrés entre las y los trabajadores de la salud, que tuvieron que hacer frente a estos problemas durante estas horas”.

Por otro lado, en el Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile también reflejaron su malestar, desde donde señalaron que lo sucedido es “una situación de suma gravedad”.

Con todo, esta no es la primera alerta del ISP referida a una situación así. A lo largo del año, de hecho, se han alertado de otros brotes. Según la circular que envió la Subsecretaría de Redes Asistenciales el pasado 31 de julio, se da cuenta que desde que la bacteria está en el país -septiembre de 2021- se han confirmado cinco brotes multicéntricos por este agente, de los cuales hay tres que aún se mantienen activos, es decir, se han seguido reportando casos en los últimos 6 meses o menos.

Uno de los de mayor magnitud fue el 12 de mayo de 2022, cuando el Minsal instruyó el retiro y cuarentena de 31 productos antisépticos del laboratorio Difem Pharma S.A. tras una serie de alertas emanadas por el ISP, que indicaban la detección del complejo Burkholderia cepacia, en muestras de productos analizados por el subdepartamento del Laboratorio Nacional de Control.

De acuerdo a un oficio que envió la ministra Aguilera al Congreso el pasado 20 de octubre, esa vez 446 cirugías electivas fueron suspendidas entre el 12 de mayo y el 6 de junio de 2022 por falta de insumos para pabellón.

Pero el brote, además, tuvo consecuencias fatales. El Ministerio de Salud volvió a enviar un oficio el 18 de enero de 2023, esta vez al nuevo fiscal nacional, Ángel Valencia, donde se denunciaba que de acuerdo al último reporte consolidado entregado por el Departamento de Calidad y Seguridad de la Atención al 4 de enero, se confirmaban 444 casos por Burkholderia y la muerte de 35 personas.

En ese contexto, la titular de Salud aseguró que están en búsqueda de medidas para prevenir estas problemáticas: “Esta situación se arrastra por mucho tiempo y he solicitado que se hagan importaciones para no estar con una dependencia exclusiva de un sólo prestador, que en más de una ocasión ha alertado de contaminación”.

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