“Hizo la carrera que él quería, no la que la gente quiso”: la historia de éxitos, lamentos y decisiones que marcaron a Matías Fernández

El mejor jugador de América durante la temporada 2006 deja la actividad tras 19 años en la máxima competencia. Su exitoso arranque en el Cacique nunca pudo revalidarlo en Europa, pese a las expectativas que generó. Su nombre está inscrito entre los jugadores más destacados en la historia del fútbol chileno.


Matías Fernández dijo adiós al fútbol profesional. Este martes, a través de las redes sociales, el volante formado en Macul dio a conocer su decisión de colgar los botines. Tras 19 años al máximo nivel, en el que defendió las camisetas de Colo Colo, Villarreal, Sporting de Lisboa, Fiorentina, Milan, Necaxa, Junior de Barranquilla y La Serena, el nacido en La Calera puso punto final a su exitosa carrera. En total, registró el Apertura y Clausura en Colo Colo (2006), la Copa América con la Roja (2015), Super Copa de Italia con el Milan (2016), Copa México y Super Copa de México con el Necaxa (2018), Torneo de Apertura con el Junior de Barranquilla (2019) y la Copa Chile en su regreso al Cacique (2019).

Desde el inicio de su carrera, su nombre llamó la atención. En primera instancia, el volante creativo estuvo en la lista de los juveniles del Cacique que debían abandonar el club. Así lo recuerda Ricardo Dabrowski, el técnico que lo rescató en el 2004.

“En el 2004 necesitábamos armar un plantel porque teníamos ocho jugadores profesionales. Nos enfocamos mucho sobre los juveniles que tenía Colo Colo. Por casualidad, vi un grupo de jugadores que estaban entrenando separado y que iban a quedar libres. Me dijeron que ya habían cumplido una etapa en el club, que ya no habían logrado destacar. Se mantenían entrenando y en cualquier momento se les daba el pase para que se fueran”, recuerda el técnico argentino.

Entre esos jugadores estaba Matías Fernández. “A mí me llamó la atención un chico. Me comentaron que jugó un partido con Atlas, que no tuvo un buen nivel y lo sacaron a los 20 minutos. Eso a él le afectó mucho, según me dijeron, y nunca pudo superarlo. Una de las razones eran esas”, recuerda Ricardo Dabrowski.

“Pedí que lo llamaran. Me lo presentan y me dicen que es Matías Fernández. Le dije ‘mirá, me llamaste la atención. Quiero conocerte más. Entrena una semana con nosotros, en el primer equipo’. Y esa primera semana me pareció fantástico. No podía creer que lo tuviesen descartado. Se incorporó muy bien y fubolísticamente fue mostrando muchas capacidades”, agrega el ex técnico del Cacique. Desde ese momento, Matigol comenzó a ganarse la popularidad entre los hinchas y dirigentes del Monumental, que ya lo veían como la joya exportable de cara al futuro.

Fernández jugando un clásico ante la U en su primera etapa en el Cacique.

“Se ganó la titularidad y fue un proyecto. El club lo veía como un jugador brillante. Tratamos siempre de potenciar eso, de darle elementos, herramientas. Fíjate que en todos los lugares que estuvo triunfó. Tiene un carácter muy introvertido, de bajísimo perfil. Creo que eso marcó una generación de chicos que se identificaron con él a nivel de fútbol chileno y mundial. A mí me preguntaban cómo era Matías en otros países, todos querían saber cómo era Matías”, agrega Ricardo Dabrowski.

Los años pasaron y Matías Fernández se fue afirmando en el primer equipo. Fue durante las temporadas siguientes en los que la figura de Luis Mena, el histórico defensor del Cacique, apareció en el horizonte del calerano. Por eso mismo, el campeón de América no dudó en destacar a Mena y Rodrigo Meléndez como uno de los valores importantes en su carrera. “Ocupan un lugar importante en mi vida, no precisamente porque compartimos grandes victorias, sino por todo lo contrario. Ellos estuvieron conmigo cuando sufrí grandes derrotas y me impulsaron a seguir adelante”, manifestó Matigol en su carta de despedida.

“Tuve la dicha y la fortuna de jugar en un periodo de inicio del Mati. Fuimos compañeros de pieza, de camarín. De verdad que vivimos momentos muy lindos. En la época de Borghi, por ejemplo. Soy un agradecido de la vida de haber compartido con Matías”, comienza diciendo Luis Mena a El Deportivo, quien hoy dirige en las inferiores de Colo Colo.

Matías Fernández en Colo Colo enfrentó diferentes episodios que fueron moldeando su personalidad. El grupo fuerte del Cacique siempre lo protegió y orientó en sus decisiones. Por ejemplo, Mena recuerda el episodio del 14 de Macul, en el que lloró en la ducha luego de ser reemplazado durante un compromiso que dirigía Jaime Pizarro.

“Sí, ese episodio lo recuerdo harto. Son momentos en los que uno trata de orientarlos. Ya éramos grandes, el mismo Kalule (Rodrigo Mélendez) se acercaba. Lo tratamos de ayudar. Cumplíamos nuestro rol, preocuparnos de ellos, porque sabíamos que eran el futuro. Matías vivió momentos muy complicados. No hay que olvidar que se vino muy joven de La Calera, con 12 años. Vivía en una pensión, lejos de su familia. No era fácil”, agrega Luis Mena.

“Siempre fuimos muy cercanos. Íbamos a comer juntos, íbamos al mall con Fernando Meneses. Siempre tratamos de ayudarlo y guiarlo. Era un poco el trabajo y la pega en el camarín. Uno no solo tenía que aparecer el día del partido, uno tiene que tratar de ayudar a las generaciones”, recuerda el exdefensor del Cacique.

Su buen presente le valió para ganarse todos los aplausos en el Cacique. Hizo goles que muchos hinchas del fútbol chileno aún tienen grabados, como en el que eludió a casi seis jugadores de O’Higgins tras partir con balón dominado en la mitad del campo de juego. “Yo le di el pase en el que empezó la jugada (se ríe). Yo lo habilité y lo dejé solo para que se pasara a seis jugadores”, dice Mena.

Su pena más grande en el Cacique, sin embargo, la marca cuando perdieron la final de la Copa Sudamericana, en el 2006. Cayeron frente a Pachuca, en el estadio Nacional. De es encuentro, hay una foto que marca la amistad de Mena con Matías Fernández.

“Fue un momento muy amargo, pero hay una foto de esa final en la que salimos abrazados y eso resume todo. Más allá de haber perdido la final, que puede pasar porque es fútbol, ese grupo en general, incluido Matías que era nuestro estandarte, debió y se mereció haber quedado en la historia. Ese grupo merecía ganar esa Copa. El sentimiento de angustia, de pena, de rabia, lo teníamos todos. Él más que nadie se merecía esa Copa. Ese año fue increíble para él, fue el mejor de América”, dice Lucho Mena.

Matías Fernández y Luis Mena tras perder la final de la Copa Sudamericana, en el 2006.

Sus buenas actuaciones en el Cacique le valieron para ser transferido a Europa. Villarreal, de Manuel Pellegrini, puso casi US$ 10 millones por su carta en la temporada 2007. El aval de ser elegido el Mejor de América en el 2006, y conseguir el Apertura y Clausura de ese mismo año con la camiseta del Cacique, fueron motivo suficiente para ilusionarse con Fernández.

En Europa, sin embargo, nunca pudo revalidar el cartel que exhibió en Sudamérica. Tras el Villarreal pasó por Sporting de Lisboa, Fiorentina (equipo en el que alcanzó más regularidad), Milan, Junior de Barranquilla, Colo Colo y La Serena, club en el que finalmente se retiró. En España, Fernández tuvo una autocrítica. “Claudio (Borghi) me dio confianza y el equipo tenía un juego que me acomodaba. En otro equipos uno tiene que adaptarse. Al principio uno cree que es al revés, pero hay que adaptarse al estilo. Me costaban los cambios. Después fui aprendiendo y madurando futbolísticamente”, dijo en una de sus entrevistas.

“Matías lo venía pensando hace tiempo. En La Serena aceptó jugar porque lo convenció la ciudad, el proyecto deportivo que quizás tenía. A mí me queda esa espinita clavada de que pudo haberse retirado en Colo Colo. Colo Colo era su casa, su hogar y hubiese sido lindo que acá se retirara. El fútbol es medio ingrato en este tipo de situaciones. Ojalá siga ligado a la actividad, tiene muchas cosas por entregar”, revela Luis Mena.

Su paso por Europa, sin embargo, siempre ha sido objeto de discusión. ¿Por qué Matías Fernández nunca logró emular las carreras de Arturo Vidal o Alexis Sánchez, por ejemplo? El 14 del Cacique, en sus inicios, incluso exhibía más cualidades que eran reconocidas por todos los expertos del fútbol.

Matías hizo una carrera maravillosa, que la hizo como él quiso, no como la gente quería. Jugó en los mejores equipos a nivel europeo. Estuvo en Villarreal, Fiorentina, Milan, Sporting Lisboa...fue campeón en todos lados. Yo lo fui a ver cuando estaba en Fiorentina y la gente lo adoraba. He escuchado muchas veces que Matías pudo haber jugado como lo hizo Arturo, Alexis, Claudio. Pero Matías jugaba donde él era feliz. Llegar a Europa y mantenerse tantos años, jugando en equipos increíbles. No cualquiera llega al Milan. Matías brilló, cumplió todos sus sueños”, cierra el ex defensor.

Hoy, 19 años después de haber debutado en Colo Colo, Matías Fernández dice adiós. Lo hace entre el reconocimiento de todos sus compañeros, quienes no dudan en elevarlo como una de las grandes figuras que entregó la historia del fútbol chileno.

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