Fans del K-Pop ponen en jaque a Trump y al FBI: ¿Un nuevo enemigo en EE.UU.?

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En los últimos días, diversas cuentas de seguidores del pop coreano se organizaron para apoyar las protestas en Estados Unidos, colapsar las últimas campañas del FBI y la policía de Dallas y boicotear -según declaran ellos- el mitin de Trump en Tulsa. Un nuevo ejército digital que usa su red global interconectada al servicio del Black Lives Matter.


El pasado 31 de mayo, cuando el Departamento de Policía de Dallas usó su cuenta oficial en Twitter para pedir la colaboración de los usuarios, solicitando que publicaran videos e imágenes en su aplicación iWatch Dallas para poder detectar posibles "actividades ilegales" en las protestas de esa ciudad, los fans del K-Pop se movilizaron.

Rápidamente, la app se llenó de decenas de videos, fotos y "fancams" -breves clips de conciertos- de algunos de los artistas más populares del pop coreano. Un inmediato y constante spam a la app destinada a recibir información de posibles actividades sospechosas en las manifestaciones por el asesinato de George Floyd, que comenzó a llenarse de imágenes de BTS, ITZY y Red Velvet, entre otros conocidos grupos de la música pop de Corea del Sur. En pocas horas, el sistema colapsó y la policía de Dallas anunció al día siguiente que la causa de esta interrupción del servicio "seguía siendo investigada".

La misma situación se repitió 24 horas después, cuando la cuenta oficial en Twitter del FBI pidió "información y medios digitales" para detectar a "personas que inciten a la violencia durante las manifestaciones pacíficas protegidas por la Primera Enmienda". Y lo mismo cuando la policía de Grand Rapids (Michigan) anunció la creación de un sitio web para identificar desórdenes en las protestas de fines de mayo en esa ciudad. Todas se llenaron de fotos de bandas originarias de Seúl, videos de sus canciones y gifs de conciertos y coreografías de estos conjuntos musicales.

President Donald Trump speaks during his campaign rally at BOK Center in Tulsa, Okla., Saturday, June 20, 2020. (Ian Maule/Tulsa World/Tulsa World via AP)

Si durante años se creyó que los "k-popers" -como se conoce a los fans que la exitosa música coreana tiene en todo el mundo- no eran más que una masa de adolescentes apolíticos y frívolos, más preocupados de ensayar coreografías que de participar en sus procesos políticos, los últimos acontecimientos han demostrado lo contrario. O al menos, que dentro de ese amplio universo parece haber miles de jóvenes preocupados de su entorno y sensibles ante la contingencia planetaria, capaces de usar su conocimiento tecnológico y su red global interconectada para realizar una nueva forma de activismo digital.

El tema ya había surgido a fines del año pasado en Chile, luego que un informe de "big data" que la Agencia Nacional de Inteligencia envió al Ministerio del Interior identificara a estos grupos como instigadores de las movilizaciones que comenzaron a realizarse en el país a partir del estallido social. Y aunque el análisis dio más pie a memes -y a la curiosidad de la televisión surcoreana- que a una investigación con resultados más concretos, en el "estallido" anti-racista de Estados Unidos esa relación parece estar mucho más establecida.

Así al menos quedó de manifiesto este fin de semana, durante el cuestionado rally de Donald Trump en Tulsa, Oklahoma. El relanzamiento de la campaña del presidente no contó con la multitud de asistentes que sus asesores esperaban y el arena dispuesto para el mitin lució varios asientos vacíos, aparentemente debido a la acción coordinada de cientos de fans del K-Pop y usuarios de la aplicación TikTok que reservaron entradas para el evento con la intención de no asistir.

Si bien la injerencia de los k-popers en el sabotaje del acto de campaña sigue siendo algo difusa, diversos videos de TikTok mostraron a usuarios incitando a reservar boletos para luego no asistir. Incluso, la senadora demócrata Alexandria Ocasio-Cortez respondió en Twitter al director de medios digitales de Trump, Brad Parscale, quien señaló que "manifestantes radicales" impulsados "por una cobertura mediática apocalíptica interfirieron" en el evento. "En realidad, fueron engañados por un grupo de adolescentes en TikTok", dijo Ocasio-Cortez.

La prensa estadounidense ha puesto especial atención a estos últimos acontecimientos, buscando explicaciones al fenómeno. "A medida que las protestas contra la brutalidad policial han estallado en todo el país, los fandoms en línea del K-pop, del cantante Harry Styles y otros establecieron un curso de acción claro: no utilizarían ninguno de sus hashtags promocionales normales para impulsar su música favorita y se han enfocado en el mensaje de Black Lives Matter", sintetiza un reportaje de The Atlantic.

"Han reutilizado cuentas con las que normalmente rastrean las posiciones de los ránkings y las publicaciones de sus artistas en Instagram para difundir información sobre cómo apoyar las protestas, entorpecer los esfuerzos digitales de cada departamento de policía y atacar hashtags racistas como #whitelivesmatter y #alllivesmatter con videos de conciertos hasta volverlos inútiles", agrega la publicación.

Empty seats are visible in the upper level at a campaign rally for President Donald Trump at BOK Center in downtown Tulsa, Okla., Saturday, June 20, 2020. (Matt Barnard/Tulsa World via AP)

"Estas son personas que están acostumbradas a sintonizar con lo que ocurre en otras partes del mundo y coordinar respuestas a los eventos que allí suceden", explicó al mismo medio Miranda Ruth Larsen, doctora de la Universidad de Tokio que estudia el K-Pop.

Incluso, en las últimas semanas, estos mismos grupos de fans se han organizado para vender merchandising de sus artistas favoritos y recaudar fondos para apoyar las protestas del Black Lives Matter. O para difundir por sus redes recomendaciones a la gente para mantenerse a salvo en las protestas pacíficas. Un nuevo tipo de activismo digital que usa redes y plataformas de coordinación establecidas hace años.

“Mi hija de 16 años y sus amigos en Park City, Utah, tienen cientos de boletos. Han sido engañados por los adolescentes de Estados Unidos”, tuiteó el sábado pasado el veterano jefe de campañas del partido republicano Steve Schmidt. Su tuit tuvo más de 100.000 me gusta y muchas respuestas de personas que dicen que ellos o sus hijos hicieron lo mismo.

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