Falta de quórum, acusaciones de acoso laboral e impugnaciones: Las accidentadas últimas elecciones de la Fech

Ayer, en la última elección de directiva de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, votó sólo el 14,33% del padrón de estudiantes. Una cifra bajísima que provocó que ahora se tenga que convocar a un Congreso Fundacional, el que tendrá que hacerse cargo de un problema de participación que se arrastra desde al menos cinco años.


Desde 2015, las sucesivas elecciones de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile han sido, al menos, accidentadas. Impugnaciones ante el Tribunal Electoral Regional, recursos de protección, acusaciones de acoso laboral y falta de quórum han sido la tónica, año tras año, en la competencia de una de las federaciones más relevantes del país.

En la última elección, realizada ayer de forma electrónica y en la cual se presentaron cinco listas, participó el 14,33% del padrón, provocando de nuevo un duro golpe a una de las federaciones más importantes a nivel estudiantil del país.

Pero esto tiene larga data. La directiva del RD Daniel Andrade, entonces estudiante de Ingeniería Civil Mecánica, que presidió la FECH durante el 2016 y 2017, ha sido la única en estos últimos cinco años que empezó y terminó en regla su periodo. Hoy, el bajísimo quórum que alcanzó la elección en estos últimos dos días retomó lo que parece ser el sino del último tiempo.

La historia se cuenta así. Tras varios años en que la FECH marcó la pauta en términos políticos con dirigentes emblemáticos -se cuentan, entre ellos, a los actuales diputados Camila Vallejo y Gabriel Boric-, la política universitaria y la elección en la federación comenzó un complejo camino. Este se inició en 2015, cuando -por segundo año consecutivo- un grupo de alumnos impugnó la elección tras la votación en que asumió como presidenta Camila Rojas, militante de Izquierda Autónoma, hoy diputada.

Una de las razones por las que se presentó la demanda tuvo que ver con una supuesta modificación arbitraria que se habría realizado a los estatutos de la federación luego de que en 2014 otro grupo de estudiantes presentara un reclamo donde se solicitaba declarar ilegítima la mesa directiva elegida en 2014, por no haber alcanzado -nuevamente- el quórum.

El entonces estatuto de la FECH -al igual que el actual- establecía que el quórum mínimo de participación para validar la elección es de 40%.

Luego de un año de presidencia de Daniel Andrade, entre 2016 y 2017, fue electo el estudiante de geología Alfonso Mohor, de Izquierda Transformadora. No alcanzó a terminar su periodo: en julio de 2018 -tras tres meses de suspensión- renunció al cargo como un “gesto político”, luego de haber sido cuestionado por un caso de acoso laboral al interior de la Facultad de Ingeniería, y en miras, además, a la “refundación” de la institución.

La denuncia fue hecha por la entonces presidenta del Centro de Estudiantes de Ingeniería (CEI), Nicole Martínez -hoy vicepresidenta de la saliente FECH-, y se indicaba que Mohor actuó con negligencia en un caso de acoso laboral que afectó a una funcionaria. Esto, mientras el estudiante era líder de la federación de esa facultad.

Asumió entonces de manera interina Karla Toro, estudiante de derecho y militante de Izquierda Autónoma, quien terminó el periodo de Mohor en 2018. Aunque entonces correspondía realizar elecciones internas en noviembre, como todos los años, en 2018 se determinó que estas fueran aplazadas hasta 2019 para realizar -al igual que hoy- un congreso refundacional de la FECH, el cual se efectuaría entre noviembre y diciembre. En mayo de 2019, era entonces la planificación, se realizarían las elecciones pendientes. La idea era que “la nueva federación entre con un nuevo estatuto y una orgánica y principios distintos”, dijo entonces Karla Toro.

Pero el congreso no se realizó, y -en vez de ello- se fue directo a la elección de mayo de 2019, donde nuevamente -esta vez, por falta de quórum- sólo se logró elegir a una directiva interina. Esta -hasta el día de hoy- la encabeza Emilia Schneider, estudiante de derecho y militante del Frente Amplio, quien alcanzó el hito de ser la primera mujer trans en presidir la federación.

La elección alcanzó solo un 25% de participación del total del padrón, y la propia Schneider -quien formó parte de la lista “Démosle: cambiemos la Fech”- obtuvo 3.708 votos, siendo la primera mayoría. Junto a Nicole Martínez (vicepresidenta) y Millaray Huaiquimilla (secretaria general), presidieron hasta este año. Su mandato fue convocar a nuevas elecciones, las que retomarían el calendario histórico de noviembre. Sin embargo, con la crisis social de octubre y, luego, la emergencia del coronavirus, éstas se realizaron este mes, con un quórum aún más bajo que el del año anterior.

La elección que se terminó ayer también tuvo sus propios problemas antes. El lunes 10 de agosto, una semana antes de la votación, el Tribunal Calificador de Elecciones de la Fech descalificó a la lista D “Unidad Popular” por “reiteradas faltas al reglamento e imputación de un delito grave sin evidencias” hacia una candidata de otra lista. La lista -que encabezaba el estudiante de la Facultad de Economía y Negocios Cristóbal Rodríguez- tenía como parte de su programa presionar para que se rebajaran los aranceles, auditar a las exdirectivas de la Fech y llamar a un congreso refundacional. Tras la decisión, la lista llamó a no votar en los comicios.

“Son varios factores que hoy influyen en la baja participación de las elecciones de la Fech. Es un problema que se viene arrastrando hace muchos años y en el cual las organizaciones, las personas que estuvimos no solo en la Fech sino que en el movimiento estudiantil, tenemos que hacer una autocrítica por la desafección y asumir esto como una manifestación de un malestar con estas conducciones”, señaló Schneider, presidenta interina saliente de la Fech.

El tema preocupa ya que la Federación de Estudiantes recibe cerca de $260 millones anuales desde la casa de estudios tanto para su funcionamiento y pago del personal que trabaja ahí. Desde la directiva saliente señalan que en los próximos días se deberá realizar una cuenta pública para establecer en qué se ocuparon esos recursos.

“Los movimientos sociales siempre pasan por ciclos y, como han señalado los actuales dirigentes y dirigentas estudiantiles, la baja participación es una preocupación que ya viene hace un par de años no solo en la Fech sino que en el resto de las federaciones. Y por lo tanto se requiere repensar la forma en que se está haciendo política al interior de la universidad, volver a convocar a los estudiantes. Esto ha pasado muchas veces antes en la historia y siempre el movimiento logra salir adelante para cambiar Chile y tener un país más justo”, señaló Gabriel Boric, expresidente de la Fech y actual diputado.

Lo que viene ahora

En los actuales estatutos de la Fech, que fueron actualizados en mayo de este año y publicados en junio, se lee que cuando el universo de participación es menor al 20% del padrón, se conforma una “directiva transitoria” que deben integrar los candidatos y candidatas que consiguieron las primeras tres mayorías.

Por eso, a pesar de la baja participación, tendrá que asumir una nueva mesa interina con la estudiante de ingeniería industrial Consuelo Salas (Comunes) a la cabeza, pues alcanzó la primera mayoría. En los estatutos se establece, además, que esa directiva transitoria debe convocar a nuevas elecciones dentro de los próximos seis meses.

Asimismo, en los estatutos se define que si no se supera el 20% del quórum de votación, como fue en este caso, el Consejo de Presidentes -compuesto por los líderes de los centros de estudiantes- deberán convocar a un “Congreso Extraordinario y Refundacional de Federación”. El problema es que actualmente hay varios centros de estudiantes descabezados o que funcionan con voceros de sus respectivas asambleas, sin representantes electos.

La elección realizada en los últimos días tuvo otro traspié. Hoy, el Tricel de la general de la Fech declaró inválido el plebiscito que se había integrado la votación, el que consultaba a los y las estudiantes si estaban de acuerdo con que la Universidad de Chile cesara sus vínculos con universidades israelíes que “contribuyen con el apartheid de Israel y la ocupación ilegal de Palestina”. No alcanzó el 40% de participación.

Según fuentes universitarias, en julio de este año ya se había discutido en el consejo de presidentes la idea de realizar un Congreso Refundacional, previendo que en las próximas elecciones podía haber una baja participación, pero la idea no prosperó. Ahora, los dirigentes que dejan la directiva esperan que éste se lleve a cabo.

”Nosotros desde la exvicepresidencia interina y desde RD creemos que el proceso de refundación tiene que venir y tiene que ser conducido solo por los actores que mandata el estatuto, que son los centros de estudiantes que están hoy en la Federación. Hay interpretaciones de que las primeras mayorías tienen que ver esto y no es así, esto es mandato del Consejo de Presidentes”, señala Nicole Martínez, exvicepresidenta interina.

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