Engel y el caso SQM: "Echa por la borda el esfuerzo de varios dirigentes empresariales para recuperar la confianza ciudadana"

La Presidenta de la Republica recibe el informe del Consejo Asesor Presidencial contra los Conflictos de Interés, Tráfico de Influencias y la Corrupción
Eduardo Engel. FOTO: PEDRO CERDA/AGENCIAUNO

Quien presidió el Consejo Asesor Presidencial contra los conflictos de interés, el tráfico de influencias y la corrupción, afirma que "debemos preguntarnos por qué no existe una sanción social y moral de Julio Ponce Lerou por parte del mundo empresarial".


Un crudo análisis realiza el economista Eduardo Engel, quien presidió el Consejo Asesor Presidencial contra los conflictos de interés, el tráfico de influencias y la corrupción, sobre la decisión del directorio de SQM de contratar a Julio y Eugenio Ponce Lerou como asesores estratégicos.

A principios de año, en una columna titulada "Corfo y SQM, un buen acuerdo para Chile", Engel aplaudió los resultados de la negociación entre ambas partes, los que no sólo reportarían "beneficios importantes para el país en ingresos fiscales y el desarrollo de una industria verde de cobre", sino que también lograría "que uno de los principales responsables del desprestigio de la política en Chile no salga libre de polvo y paja".

Hoy, Engel afirma que la contratación de Ponce Lerou es "grave" y "echa por la borda el esfuerzo que vienen realizando varios dirigentes empresariales para recuperar la confianza ciudadana en el empresariado".

"Partamos por recordar los hechos, como lo hace la prensa financiera internacional en su cobertura de la noticia. Mientras Julio Ponce Lerou presidía SQM, la empresa hizo pagos ilegales a políticos, candidatos y personas cercanas por 15 millones de dólares entre 2008 y 2015", recuerda el economista.

"Lo grave de la contratación de Ponce Lerou como asesor de SQM, entonces, es la total desconexión que refleja por parte de los directores de la empresa con los nuevos estándares éticos que exigen los chilenos en todo orden de cosas, incluyendo a sus grandes empresas", manifiesta. Agrega que: "La decisión que tomó el directorio de SQM echa por la borda el esfuerzo que vienen realizando varios dirigentes empresariales para recuperar la confianza ciudadana en el empresariado. Peor aún, basta con ver cómo la prensa financiera internacional ha cubierto la noticia, para darse cuenta de que en círculos financieros internacionales la decisión del directorio también se considera impresentable".

Engel, respecto del acuerdo entre la empresa y Corfo, manifiesta que "era imposible firmar un contrato que contemplara todas las contingencias posibles, era clave que el directorio de SQM cumpliera con el espíritu del contrato, lo cual no ha sucedido y permite a Corfo poner presión para que el directorio cumpla efectivamente con lo acordado".

"Debemos preguntarnos por qué no existe una sanción social y moral de Julio Ponce Lerou por parte del mundo empresarial. La impresión que queda en la ciudadanía es que personas como Ponce Lerou, debido a la fortuna que tiene y un manejo sin estándares éticos mínimos, siempre se sale con la suya", concluye.

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