El retorno de Berlusconi: su apuesta por TikTok para entrar al Parlamento nueve años después de su expulsión

El exprimer ministro italiano y líder del partido Forza Italia Silvio Berlusconi asiste a un mitin en Roma, el 9 de abril de 2022. Foto: Reuters

El tres veces primer ministro compite como candidato a senador en las próximas elecciones legislativas italianas, luego de la caída del gobierno de Mario Draghi, que muchos indican, él mismo ayudó a tumbar. Berlusconi se ha sumado a la avalancha de políticos que recurren a la popular red social para atraer a los votantes más jóvenes.


Con el alza de los partidos de derecha en la península, el líder del partido Forza Italia, Silvio Berlusconi, parece haber encontrado el espacio y momento para volver a las papeletas. Hace unas semanas aseguró estar “pensando” presentarse como candidato a senador en los comicios generales que tendrán lugar el 25 de septiembre, y en los que se renovará la totalidad del Parlamento Italiano: 200 senadores y 400 diputados.

En una entrevista a la radio pública, Berlusconi señaló: “Creo que me presentaré al Senado, así haremos felices a todos, después de recibir la presión de muchos, incluso fuera de Forza Italia”. Con esta y otras declaraciones, los medios italianos dan por segura su presencia en las papeletas de septiembre, en las que se alinearía con dos partidos aún más a la derecha que el suyo: Hermanos de Italia y la Liga.

A punto de cumplir 86 años, el magnate mediático y tres veces primer ministro, también célebre por las condenas judiciales que pesaron sobre él en la última década, representaría así la tercera fuerza política en su coalición. Los sondeos le dan, por el momento, el 8% de la intención de voto.

Es algo reconocido desde la centro derecha hasta la extrema derecha: la próxima primera ministra tendría que ser Giorgia Meloni, la presidenta del partido Hermanos de Italia, y el único que se paró como oposición al anterior gobierno. Berlusconi también lo reconoce: su coalición pondrá como primer ministro al líder de partido con más votos, y según el magnate, “si es Giorgia Meloni, estoy convencido de que será la adecuada para esta difícil tarea”.

Su carrera es otra: a pesar de sus frecuentes problemas de salud y su avanzada edad, Berlusconi aspira llegar al Senado del que fue expulsado en 2013 debido a una condena por fraude fiscal. Si esta condena debía durar cuatro años, tres de estos fueron indultados, y el restante se convalidó por trabajos en un centro de cuidado de ancianos. Con esto, se cortaron 20 años de presencia continua en el Parlamento. Esta misma sentencia le prohibió ocupar cargos públicos, por lo que no pudo hacerlo hasta 2019, cuando fue electo en la Eurocámara por el Partido Popular Europeo.

Había sido una sucesión de juicios, en los que se le acusó de numerosos delitos: desde fraude fiscal hasta manipulación de testigos, por las fiestas que organizaba en su mansión de Milán. A pesar de todo esto, el propietario de Mediaset nunca salió completamente de la política: a principios de año llegó a intentar postularse para Presidente de Italia, cargo que hoy ocupa Sergio Mattarella.

Silvio Berlusconi junto con Matteo Salvini y Georgia Meloni, luego de una reunión en Roma. Foto: Reuters

En esa misma dirección, Berlusconi planteó la implantación de un sistema presidencialista en Italia, a diferencia de la actual república parlamentaria, en la que el jefe de gobierno es un primer ministro señalado por las cámaras. Según él, la iniciativa no es nueva, y desde 1995 que se viene pidiendo. Luego de una serie de crisis en la coordinación entre los poderes parlamentarios y ejecutivos, Berlusconi señaló a los medios que esto haría que “el pueblo elija directamente quién quiere que lo gobierne”.

Para despejar las dudas que sus compañeros de coalición generan, Berlusconi ya declaró que, en caso de que triunfe la derecha en las generales, Italia se mantendrá leal a la Unión Europea y a la OTAN. La aclaración se veía necesaria, debido a la simpatía de Matteo Salvini, presidente de la Liga, por el Presidente ruso Vladimir Putin, y por la amistad de Giorgia Meloni con el primer ministro húngaro Viktor Orbán. “La presencia de ‘Forza Italia’ en el gobierno será en cualquier caso una absoluta garantía de europeísmo y atlantismo”, señaló el exprimer ministro.

El líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, habla flanqueado por la líder del partido Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, y el líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, durante una reunión en Roma, el 1 de marzo de 2018. Foto: Reuters

En estos últimos años, Berlusconi dirige a Forza Italia desde su mansión. Según los medios italianos, fue desde ahí que aprobó los movimientos que llevaron a la caída del gobierno de Mario Draghi, provocando el adelanto electoral. Esto, en medio de un retiro del apoyo al gobierno, por parte de la Liga, el Movimiento Cinco Estrellas y Forza Italia, que forzó la renuncia del primer ministro.

Sin embargo, en declaraciones recientes Berlusconi no se da por responsable de la caída del gobierno. “Basta con tonterías. Yo estimo a Mario Draghi, todos lo saben. Fui yo quien le llevó hasta la presidencia de la Banca Central Europea en 2011. Así que acabemos con esta historia de que le hemos echado nosotros. Probablemente estaba cansado y aprovechó la ocasión para irse”, señaló el magnate al diario La Stampa.

En su carrera por retornar al Parlamento italiano, Berlusconi se unió a TikTok para captar el voto de los jóvenes de ese país. El expremier comienza su primer video en la plataforma con un feliz “hola chicos, aquí estoy”. A lo que añade “hay 5 millones de personas en esta plataforma y el 60% de ustedes tiene menos de 30 años, y eso me da un poco de envidia”.

Sentado detrás de un escritorio con su característica chaqueta azul y corbata, el líder de Forza Italia dice que utilizará la plataforma para decir a esta generación cómo puede ayudar a hacer de Italia “un país que dé nuevas oportunidades y la posibilidad de realizar sus sueños”.

Con el 25 de septiembre en la mira, las encuestas le dan una amplia ventaja a la coalición de derecha en estos comicios, con entre el 45% y el 46% de las intenciones de voto. Con el sistema de votación italiano, se estima que esta agrupación consiga más del 60% de los escaños en la Cámara Baja.

Partido por partido, aquel con mayor intención de voto es Hermanos de Italia, de extrema derecha, con un 24%. La Liga, por su parte, sumaría 14%, a los que Forza Italia agregaría un 9% para la coalición derechista. Por su parte, en la centroizquierda, el Partido Democrático lidera con un 24% de las intenciones de voto, pero los partidos que le acompañarían en una potencial coalición no superan juntos el 7,5%. De mantenerse estas tendencias, Italia tendría a Giorgia Meloni como la primera mujer en ocupar el puesto de primera ministra de Italia.

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