Efecto Covid-19: Clubes chilenos fuerzan un cambio de reglas en el fair play financiero

Fotografía del Estadio Monumental previo a un encuentro sin público.

La ANFP lleva al consejo de presidentes la propuesta de modificar el artículo que exige a los elencos gastar como máximo el 70% de sus ingresos en el primer equipo. Los estadios vacíos y la incapacidad de algunos patrocinadores de asumir sus compromisos generan incertidumbre.


La pandemia golpea las arcas del fútbol chileno. Jugar a estadio vacío, sumado al incumplimiento de algunos contratos comerciales, entre otros factores, le pasa la cuenta a diferentes elencos que prácticamente se aferran a los dineros que reparte el CDF para subsistir. Poco a poco, con el correr de las fechas, al menos en el área comercial de cada club, la situación comienza a normalizarse.

Los meses de inactividad se acusan. Los saldos contables se desordenan y generan preocupación. Y más cuando se debe cumplir con el fair play financiero exigido por la ANFP, instancia que fue aprobada de forma unánime por el directorio hace un par de años. Al igual que ocurre en el fútbol europeo, la medida busca disminuir la desigualdad entre los planteles del fútbol chileno y así evitar que los clubes con más poderío económico arrasen en el mercado.

Llevándolo a números, lo cierto es que cada elenco no puede gastar más del 70% del total de sus ingresos en todo lo que involucre a los jugadores y cuerpo técnico del primer equipo: sueldos, préstamos, pago de comisiones de agentes de jugadores, amortización de derechos de futbolistas, la cesión de imagen de derechos de estos últimos, entre otros puntos. Todo esto se realiza contemplando un promedio de los últimos tres años, considerando que 2020 aparece como el primero de una nueva medición. Las pérdidas de cada institución tampoco pueden tener un promedio superior a un 15% en relación al total de ingresos registrados en las mismas.

Frente a tal escenario, los clubes lanzan una alerta a la ANFP. Avisan que los ingresos por venta de entradas, que este año prácticamente no correrá por la pandemia, afectará al resultado final. Y que están asustados, pues las sanciones que amenazan a las instituciones deportivas no son menores: prohibición absoluta de inscribir nuevos jugadores en el registro de futbolistas habilitados para el periodo próximo de inscripciones. No se considera el castigo para los jóvenes que vengan de las inferiores de cada club o que terminasen el préstamo en otro elenco y deban retornar.

En Quilín toman nota de la situación y citan a consejo de presidentes para mañana a las 11.30 horas para tratar la modificación de reglamento en materia de Fair Play Financiero. “Dado el escenario actual y la distorsión que tendrán los resultados del ejercicio de 2020, se propone incorporar un artículo transitorio al reglamento de la ANFP. Esto a efectos de legitimar los cálculos del límite de pérdidas y gasto en el fútbol, los cuales forman parte integra de nuestra regulación en el cumplimiento del Fair Play Financiero”, dice uno de los documentos enviados por Jorge Yunge, secretario general, que va adjunto a la citación.

La idea de la ANFP para exigir el cumplimiento de no permitir un gasto mayor al 70% en plantilla del primer equipo, es replicar los ingresos por borderó y entradas comerciales correspondientes a 2019 en la planilla de 2020. “Para efectos del cálculo del límite de gasto en pérdidas y el gasto en fútbol del ejercicio 2020, contemplados en el artículo 71° del Presente Reglamento, numeral 3.-, acápites 3.5.1 y 3.5.2, serán considerados los ingresos reales por conceptos de ticketing e ingresos comerciales del ejercicio 2019”, propone.

Los clubes celebran la propuesta. “Me parece correcto porque los ingresos del año 2020 están desenfocados. Uno cuando hace el presupuesto a comienzo de año toma en consideración la recaudación, el CDF, los sponsor. Y en función de eso, y teniendo claro que hay un indicador que se debe respetar, uno hace inversiones en el plantel", comienza diciendo Luis Baquedano, gerente de Unión Española. "Este año, sin embargo, la situación cambió por la pandemia. Los ingresos han fallado, pero no por mala organización de los clubes, sino por la economía. Me parece correcto replicar lo de 2019 porque venían más limpios. Algunos sponsors aún no se ordenan y nos pagan. Estamos haciendo todas las gestiones y conversaciones para intentar compensarlos. Contra la U, inclusive, vamos a intentar compensarlos de alguna manera como por ejemplo ponerlos también en una tercera línea de auspiciadores para potenciarlos”, advierte.

En relación al porcentaje que exige la ANFP, en los hispanos se lo toman con calma: “Estábamos con un margen bastante adecuado. Creo que teníamos un 50%. Si llegásemos a tener problemas, lo intentaremos arreglar con la estrategia que propone la ANFP”, cierra Baquedano.

En Iquique también se cuadran con la medida. “Me parece una medida acertada para el fútbol chileno. En el caso de Iquique no nos afecta mucho porque en 2019 los ingresos por Cavancha fueron sumamente bajos y ya fueron superados ampliamente en 2020 por los partidos que alcanzamos a jugar con público en nuestro nuevo estadio”, comenta Jorge Fistonic, vicepresidente de los Dragones Celestes. “¿Si estábamos dentro del margen del 70%? El tema del fair play financiero que abarcó hasta 2019 terminó con un 60% y eso nos da tranquilidad que se hicieron las cosas bien. Este año, como se miden por los próximos tres, habrá que ver la evolución. El próximo año quizás tendremos que bajar gastos, eso te lo permite el tema de que sea a tres años. Estamos haciendo un trabajo serio y ordenado para que Iquique siga sin problemas económicos”, cierra el empresario.

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