El día después de OAS: el bacheletismo opta por no contestar más preguntas y envía recado al Presidente

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La expresidenta fue la única que contestó consultas: tres. De sus ex colaboradores, quienes no optaron por el silencio prefirieron la seguridad de los comunicados, posteos en twitter o mensajes telefónicos. Casi todos recordaron que la constructora brasileña se adjudicó un contrato durante el primer gobierno piñerista.


Ella fue la única que lo hizo. Respondió tres consultas al periodista de TVN Iván Núñez para negar la versión que vincula a la constructora OAS con el financiamiento de su campaña, pero casi providencialmente: una hora antes de que Folha de São Paulo publicara la nota que dio origen a la polémica -el testimonio bajo delación compensada del ex ejecutivo Léo Pinheiro-, la expresidenta Michelle Bachelet acababa de grabar una entrevista con el canal público: Jair Bolsonaro, Venezuela, Nicolás Maduro, Miguel Bosé y hasta su futuro político, entre otros temas que se conocerán el domingo en la noche. Desencadenados los hechos, la estación tuvo que solicitarle un bis al equipo de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, allá en Ginebra.

Fueron cuatro minutos, catorce segundos y un tajante "No he tenido ningún vínculo con OAS".

Salvo la protagonista, practicamente nadie más de las suyas y suyos -hayan sido integrantes de su staff de campaña, ex ministros o colaboradores cercanos- optó por encarar el tema respondiendo preguntas. Algunos prefirieron descargarse negando la veracidad de los dichos de Pinheiro a través de Twitter o de sus redes sociales, acusando intenciones del aparato político de Bolsonaro; otros, vía declaraciones públicas. Pero la gran mayoría se quedó en silencio.

Quienes no enmudecieron optaron por un mismo patrón. Uno, poner el acento en que el contrato que tuvo OAS en Chile fue ajudicado en el primer gobierno de Sebastián Piñera. Dos, evitar contestar más preguntas sobre el tema y limitarse a postear o enviar frases por mensajería o comunicados. Eso hicieron, por ejemplo, el ex ministro de Obras Públicas de Bachelet, Alberto Undurraga, y el ex vocero de su comando y más tarde ministro portavoz -y hoy presidente del PS, su partido- Álvaro Elizalde.

"Lo único concreto es que OAS tuvo un solo contrato en Chile que fue licitado y adjudicado durante el primer gobierno del presidente Piñera. En el gobierno de la presidenta Bachelet se marginó dicha empresa de este contrato", recalcó este último. El decé, en tanto, se remitió a tuitear que "nos jugamos por la salida de OAS del consorcio (y con ello del proyecto) como finalmente sucedió, así como no se pagó ningún peso a consorcio en todo el periodo. Adjudicación fue en gobierno anterior". Y optó por no contestar llamadas ni mensajes para ahondar en el punto.

Undurraga sí compartió algunos de los sucesivos posteos de su ex jefe de gabinete, Gabriel Alemparte, uno de los cuales decía que "el contrato del puente Hyundai-OAS se licitó y adjudicó en febrero 2014 (va imagen de decreto). Nunca se pagó entre 2014-2018 un peso al Consorcio. Se pusieron antecedentes del contrato en manos de MP y Gobierno MB2 instó en Tribunales salida de OAS del puente".

Más allá fue el ex embajador de Bachelet en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés, quien eligió el mismo canal para acusar que "una oscura trama de corruptos y conspiradores brasileños quieren vengarse del juicio que Michelle Bachelet hiciera hace una semana del deterioro de la democracia y la justicia en nuestro querido Brasil. Los repudiamos con fuerza y les repetimos: su tiempo será breve".

En contraste, Valentina Quiroga, directora ejecutiva de la Fundación Horizonte Ciudadano, ligada a Bachelet, prefirió el modo mute después que hablara la ex mandataria.

Sí hubo ex ministras, como Laura Albornoz (Sernam), que escogieron otro camino: ella posteó una foto de Bachelet abrazando a un niño y el texto "#BacheletEstoyContigo SIEMPRE".

Heraldo Muñoz, su ex canciller y ahora presidente del PPD, no estuvo ubicable para contestar preguntas. A última hora de la mañana eligió divulgar una declaración pública de cinco puntos a nombre de la mesa de su partido, que acusa que "quienes hacen estas denuncias contra dos figuras emblemáticas del progresismo de Chile no conocen el carácter e integridad de Bachelet y Lagos. Estamos ante un oscuro intento comunicacional de vincular a ambos líderes a una imaginaria trama, cuya intencionalidad debiera ser investigada".

También ligó lo que otros bacheletistas acusaron: que las declaraciones de Pinheiro "ocurren justo después que la Oficina de la Alta Comisionada emitiera un juicio crítico de la situación deteriorada de los derechos humanos en Brasil, lo cual originó unas injuriosas expresiones del Presidente brasileño Jair Bolsonaro contra la memoria de Chile y contra Michelle Bachelet personalmente. En este terreno, y conociendo el extremismo populista del mandatario brasileño, no suelen ocurrir coincidencias ingenuas".

Muñoz, al igual que el resto, acusó que "licitación que ganó la empresa OAS, por la construcción del puente Chacao, fue en los últimos días del primer gobierno del Presidente Sebastián Piñera. Del 2014 en adelante el gobierno de la Presidenta Bachelet realizó una estricta fiscalización, se sancionó el contrato con la empresa brasileña, no se pagó nada y se buscó la salida de OAS del Consorcio, todo lo cual fue puesto en conocimiento del Ministerio Público".

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