Destrucción de casas y fractura de calles: Desde 2007 hay registro de 10 deslizamientos en el campo dunar de Viña del Mar y Concón

11 de septiembre del 2023. Nuevo socavón afecta a parque inmobiliario en las dunas de Viña del Mar. Foto: Dedvi Missene

El catálogo nacional del Sernageomin da cuenta de 10 remociones en masa en el entorno del campo dunar en los últimos 16 años. Tres de ellas se produjeron por sismos, otras tres, por precipitaciones y dos (las actuales) por la rotura de un colector de aguas lluvias. Como consecuencia, se ha observado la caída de casas construidas sobre dunas, destrucción de habitaciones, arena cubriendo los primeros pisos de un edificio y la fractura de calles, veredas y losas de estacionamientos.


Los dos socavones acontecidos el 23 de agosto y 11 de septiembre en las dunas de Viña del Mar, sector de Cochoa, producto del colapso de un colector de aguas lluvias, no fueron los únicos registrados en el litoral central luego del frente de precipitaciones que afectó la zona centro-sur del país: esta semana se dio a conocer un tercer deslizamiento, al interior de un lujoso condominio en Cachagua (Zapallar), fechado 24 de agosto y también presuntamente provocado por la rotura de un ducto privado de agua.

Pero ¿qué tan frecuentes son estos eventos? ¿Había ocurrido algo similar en el entorno del santuario de la naturaleza Campo dunar La punta de Concón?

Un levantamiento de datos realizado por La Tercera en base al Catálogo Nacional de Información Geológica y Minera (Portal GEOMIN), del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), da cuenta de al menos diez remociones en masa -incluidos los dos últimos socavones- causadas por la inestabilidad de taludes o laderas en el sector, desde el 2007 a la fecha. Una al interior del santuario de la naturaleza (en la comuna de Concón), seis en Cochoa y otros tres a la altura de la playa de Reñaca (Viña del Mar).

28 DE SEPTIEMBRE DEL 2021 EDIFICIOS EN EL CAMPO DUNAR DE CONCÓN. FOTO: DEDVI MISSENE

Los diez ubicados en las proximidades de la Avenida Borgoño, camino costero que une ambas comunas y que por estos días permanece inhabilitado producto de los últimos desprendimientos.

Del total de accidentes, y según la información disponible, tres se produjeron por sismos, dos por precipitaciones y dos (los actuales) por la rotura de un colector de aguas lluvias.

Detonante: sismos y lluvias

Tres casos están vinculados al terremoto del 27 de febrero de 2010. Ese mismo día hubo dos derrumbes: uno a la altura del Restaurant San Marino’s, próximo al edificio Terrazas de Cochoa, y otro -aledaño- frente a la playa de Cochoa y cerca del Restaurante Siete Mares.

En ambos casos, clasificados como “deslizamiento de grava / arena / detritos”, hubo desprendimiento de “suelo y sedimento” y su detonante fue “evento sísmico”.

Un informe de Sernageomin, vinculado a estos dos derrumbes y titulado Efectos geológicos del sismo del 27 de febrero de 2010: Observaciones en el sector Reñaca-Cochoa, comuna de Viña del Mar, señala que a raíz del terremoto, en el sector de Reñaca “se observa la caída de casas construidas sobre las dunas” y que, según propietarios de un edificio aledaño, los problemas asociados “terminaron con la caída de al menos una casa, ubicada a 30 m.s.n.m. (metros sobre el nivel del mar), y de la escalera de acceso a ella” e “iniciaron en 2008, con la rotura de una cañería o matriz de agua potable, que causó saturación y deslizamiento de la arena”. En tales condiciones, se lee en el documento, el sismo “derrumbó totalmente esta casa”.

Casa destruida en el sector de Reñaca, a raíz del 27-F. Foto: Sernageomin.

En Cochoa, en tanto, el servicio observó a raíz del 27-F la destrucción de dos habitaciones de otra vivienda, “originado por saturación de la arena debido a la rotura de una cañería de agua potable perteneciente a un edificio ubicado sobre la casa”. Y, en el mismo sector, un gran deslizamiento de duna -sin participación de agua y desprovista de vegetación en su superficie- que cubrió el costado norte del Edificio Paraíso de la Costa hasta el 5° piso.

El deslizamiento de arena en el sector de Cochoa, producto del sismo del 27-F, cubrió un costado del Edificio Paraíso de la Costa, hasta su 5° piso. Foto: Sernageomin.

Esta emergencia también provocó fracturas en las calles Lapislázuli, Bellavista y Montemar. En esta última, la rotura “ha originado distintos grados de destrucción de las casas ubicadas en ese lado de la calle, así como de las veredas y de las losas de estacionamientos ubicados delante de esas mismas casas”, dice el informe del Servicio.

Fractura de calle Montemar, sector de Cochoa, que también afectó veredas y losas de estacionamientos, post 27-F . Foto: Sernageomin.

El tercer deslizamiento asociado al 27-F -registrado en la plataforma del Sernageomin- se sitúa en Concón, al interior del santuario de la naturaleza. Se trata de la remoción en masa de sedimentos, desde la ladera de la duna que está a la altura del Hotel Punta Piqueros, pocos días después del 27-F: el 11 de marzo de 2010, cuando Sebastián Piñera asumió la presidencia en Valparaíso y un movimiento telúrico 5.3 Richter afectó la zona central del país.

Respecto de los otros cinco casos acontecidos en las cercanías del campo dunar, dos más ocurrieron en Cochoa: un deslizamiento el 21 de mayo de 2011 detonado por “lluvias”, a la altura del Edificio Santorini Norte -evacuado preventivamente por la actual emergencia-, y otro el 1 de junio de 2008, frente a la playa de Cochoa y a la altura del Restaurante Siete Mares.

Los últimos tres episodios se ubican en Reñaca: dos el 14 de junio de 2007, con deslizamiento de suelo y sedimentos -uno de ellos detonado por lluvias-; y otro el 20 de junio de 2009, clasificado como “caída de bloque / detrito / arena / limo”.

Sernageomin: Kandinsky está dentro de la norma sísmica, “pero sin socavón”

En relación a los desprendimientos por movimientos telúricos, ayer el director del Sernageomin, Patricio Aguilera, expuso en la Cámara de Diputadas y Diputados los informes técnicos del servicio, de 2005 y 2012, que recomendaban no construir en ese sector de las dunas.

El de 2005 -cuando todavía no había edificios en el lugar- refiere a un primer estudio sobre un mapa de peligro de remoción en masa e inundaciones en Valparaíso, Viña del Mar y Concón, dijo Aguilera, donde las zonas de más alto peligro estaban, precisamente, en el borde del sistema dunar.

A vista de nuestro mapa es una zona de alto peligro”, señaló, junto con exhibir, en paralelo, el Plan Regulador Comunal de Viña del Mar para demostrar que este permite la construcción de casas en el área de los socavones.

“Nuestro conocimiento no es exigible para adoptar medidas”, agregó el director del servicio.

Sobre este punto, Gabriel Muñoz, abogado del movimiento Duna Viva, señala que “se advirtió, tanto por Sernageomin como por Duna Viva en sus distintas presentaciones, del 2013 a la fecha, que para construir sobre o alrededor del Campo dunar de Concón, en la denominada zona de amortiguación, se debía tener un permiso ambiental que en el caso del Edificio Kandinsky, Miramar y Santorini Norte no lo tienen”.

Mapa de peligro elaborado por el Sernageomin en 2005 y el Plan Regulador Comunal de Viña del Mar, que permite construir en el sector de los últimos dos socavones. Mapas: Sernageomin

El director del Sernageomin también señaló que “con un sismo de aceleración de gravedad 0,4 (...) el Kandinsky podría ser afectado dado como está ahora, con una cara descubierta”. Mientras que el geólogo y asesor del servicio, Javier Fernández, puntualizó que con un sismo de esa magnitud (0,4 g) “esto ya se caería. Imaginemos con un sismo que ocurre frente a Valparaíso, como el de 1985, (o) de la magnitud del terremoto de Concepción... se esperarían aceleraciones mayores a los 0,4 g, en torno a los 0,6 g y 0,8 g”.

Mario Guerra, geólogo, explica que “la aceleración de gravedad o la aceleración sísmica es una medida utilizada para medir la aceleración que sufre la superficie del suelo frente a un terremoto. A diferencia de la Escala Richter o la Magnitud de Momento, no es una medida de liberación de energía, sino de intensidad, la cual podría ser correlacionada a la Escala de Mercalli”.

Un sismo con 0,4 g de aceleración significa que durante ese evento sísmico la aceleración máxima experimentada en la superficie terrestre en una ubicación específica alcanzó 0,4 veces la aceleración debida a la gravedad estándar de la Tierra (que es aproximadamente 9,81 metros por segundo al cuadrado, o 1 g), y es correlacionable a un sismo con intensidad VIII (Mercalli). El terremoto que afectó la zona centro-sur de Chile el 27 de febrero de 2010 tuvo una aceleración de 0,55-0,64 g en la zona de Constitución”, agrega el académico de la PUCV.

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