Desde “muerta en el agua” hasta “Constitución para el siglo XXI”: lo que ha dicho la prensa internacional sobre el plebiscito en Chile

El diario The Washington Post, que aseguró en su editorial que “Chile debería enviar su propuesta de Constitución para una reescritura”, fue el último medio extranjero en entregar su visión frente al plebiscito constitucional del próximo domingo.


“Chile debería enviar su propuesta de Constitución para una reescritura”. Así tituló el diario The Washington Post un categórico editorial donde se pronuncia sobre la importancia del plebiscito del próximo domingo. “Los chilenos parecen descontentos con la opción binaria que enfrentan el 4 de septiembre”, enfatizó.

Pero el periódico estadounidense no es el único medio internacional que ha tomado postura frente al plebiscito constitucional en nuestro país. A continuación, los extractos de editoriales o de columnas de opinión que otros diarios y revistas a lo ancho del mundo han dedicado al histórico proceso en Chile.

The Economist: “Los votantes deben rechazar el nuevo borrador de Constitución de Chile (6 de julio)

“En lugar de desechar la antigua Constitución, los chilenos deberían desechar la nueva. Cuando el borrador sea sometido a referéndum en septiembre, deberían rechazarlo. Luego, el Congreso debería hacer un esfuerzo decidido para reformar la Constitución existente para aliviar el descontento de Chile, por ejemplo, facilitando la construcción de un estado de bienestar fuerte. Eso puede sonar poco inspirador para quienes salieron a las calles en 2019 y 2020. Pero, a la larga, es mucho más probable que haga que Chile sea próspero y gobernable”.

The Hindu: “Chile marca un escalón en el constitucionalismo mundial” (20 de julio)

“Así, cuando damos un paso atrás y consideramos el proyecto de Constitución chilena en su contexto histórico y actual, surge un cuadro notable: se trata de un documento, elaborado a través de un proceso intensamente inclusivo, participativo e igualitario, y que -en su contenido sustantivo- se basa en la sabiduría del pasado y mira hacia el futuro. Es, en muchos sentidos, un modelo de cómo deben redactarse las Constituciones en el mundo moderno, y una lección para el resto del mundo; y si se aprueba en el referéndum del 4 de septiembre, con razón será aclamado como un triunfo histórico en los anales del constitucionalismo mundial”.

Un vocal de mesa comienza el recuento de votos en el Estadio Nacional durante el plebiscito constitucional de octubre de 2020. Foto: Agencia Uno

The Guardian: “Chile está actualizando su Constitución para el siglo XXI. Estados Unidos debería seguir su ejemplo” (28 de julio)

“Pero su destino es el nuestro también. En el siglo XX, la Constitución de Estados Unidos reinó como el modelo a emular por las democracias de todo el mundo. Ya no: sus instituciones anticuadas y la ausencia de derechos han garantizado su influencia decreciente. Ahora, Chile ha mostrado el camino hacia un nuevo orden constitucional, rico en derechos, sensible a las necesidades tanto de las personas como del planeta, que puede servir de ejemplo para el mundo en el siglo XXI. Porque, como incluso Thomas Jefferson reconoció en 1789, ‘la tierra pertenece a los vivos, y no a los muertos’. Desde Chile de regreso a Estados Unidos, un nuevo movimiento de renovación democrática ahora puede cobrar vida”.

Newsweek: “La nueva Constitución de Chile está muerta en el agua” (24 de agosto)

“Si bien es prematuro realizar un análisis post-mortem, creo que algunas de las razones por las que los votantes pueden rechazar ampliamente la nueva Constitución pueden identificarse ex ante”.

“En primer lugar, los votantes perciben la nueva Constitución como una ruptura total con el modelo chileno de libre mercado y fuertes derechos de propiedad, extremadamente exitoso, aunque desgastado”.

“En segundo lugar, los chilenos se han enfrentado a una crisis de seguridad tan grave como cualquiera que haya conocido el país durante los últimos 30 años”.

El País: “La Constitución chilena” (25 de agosto)

“Si el 4 de septiembre se aprobase la Constitución, una posibilidad que no debe descartarse, el desafío no es menor y exigirá también sentido institucional. El gobierno ha ofrecido a la ciudadanía una agenda de reformas que, por la vía del Parlamento actual, modere los puntos de la nueva Constitución que más inquietan. En la lista figuran el artículo que crea una justicia indígena paralela o el nivel de poder que podrán ejercer las llamadas autonomías territoriales. Llegados a este punto del proceso constituyente, resulta evidente que la democracia chilena ha dado sobradas muestras de madurez. Deberá ahora revalidar esos precedentes con soluciones creativas y a través de acuerdos negociados, sea cual sea el resultado que arrojen las urnas”.

The Wall Street Journal: “Referéndum de vida o muerte en Chile” (28 de agosto)

“Los chilenos votarán el 4 de septiembre en lo que podría decirse que es la votación más importante para la nación desde que regresó a la democracia en 1989. Pero el tutorial de ciencia política de este ejercicio va mucho más allá de las fronteras del país”.

“Gracias a la supervivencia de instituciones como la libertad de expresión y el debate en la plaza pública, existe la posibilidad de derrotar esta propuesta. Menos seguro es el compromiso de Boric con la democracia liberal moderna y con erradicar el terrorismo que generó este desastroso experimento constitucional”.

Financial Times: “El proyecto de Constitución de Chile tiene graves fallas” (30 de agosto)

“Existe un amplio consenso en Chile de que se necesita una nueva Constitución. Este borrador profundamente defectuoso no es la solución. Instruir al Congreso para que designe una nueva convención constitucional sería un mejor curso. Eso tendría más probabilidades de generar la futura prosperidad y una sociedad más justa a la que los chilenos aspiran con razón”.

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