¿Desde dónde se esfumaron los 50.814 nuevos estudiantes desvinculados del sistema escolar?

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La mayor tasa de desvinculación de 2022 a 2023 es en tercero y cuarto medio de educación técnica profesional, pero numéricamente donde más desescolarizados hay es en primero medio. Además, 11.930 son del quintil menos vulnerable y 11.886 del más vulnerable, en línea con que las comunas del país con mayor tasa de desvinculación son Vitacura, Colina, Las Condes, Ñuñoa y Santiago. Las autoridades hablan de un fenómeno "distinto".


Los datos del Mineduc dados a conocer por La Tercera hace algunos días daban cuenta de que 50.814 estudiantes estaban matriculados en el sistema escolar en 2022 y no lo hicieron este año, lo que implica 5.969 alumnos más que los desescolarizados de 2021 a 2022, lo que equivale a un 13,3% de aumento.

La cartera aclaraba el sábado a este medio que los datos actuales difieren de los entregados el año pasado por el exministro de Educación Marco Antonio Ávila, quien instaló comunicacionalmente el número de 50.529 desvinculados entre 2021 y 2022, porque esa cifra era una foto del momento en que la dio, una suerte de monitoreo con limitaciones metodológicas no comparable y que lo correcto es cotejar las cifras actuales con el mismo periodo anterior, lo que corrige el dato a 44.845 estudiantes desvinculados de 2021 a 2022 y los ya mencionados 50.814 de 2022 a 2023.

Explicaciones más o menos, lo cierto es que la cifra es en extremo preocupante, toda vez que implica un fuerte aumento respecto del año pasado, cuando la situación ya se catalogaba como grave. Ocurre que los datos dan cuenta de que uno de los pilares del Plan de Reactivación Educativa, dedicado a la asistencia y revinculación, no ha dado todos los resultados esperados (o los ha dado a medias), porque los 17.069 estudiantes que se han logrado revincular siguen siendo menor cantidad que los desvinculados: la fuga aun es superior al retorno.

“Es importante destacar que el corte de matrícula que se realiza hasta abril no considera las acciones que los equipos territoriales de asistencia y revinculación han realizado este segundo semestre, los cuales han permitido que más de seis mil estudiantes se hayan revinculado o estén en proceso de hacerlo”, señalaba el sábado Joaquín Walker, director ejecutivo para la Reactivación Educativa del Mineduc.

Pero, ¿quiénes son los más de 50 mil nuevos desvinculados del sistema escolar? ¿Cuál es la caracterización de ellos?

Donde se presenta mayor tasa de desvinculación es en tercero y cuarto medio de educación técnica-profesional, con 3,5% y 3,1%, respectivamente, seguidos de primero y tercero medio de educación humanista-científica, con 2,5% y 2,7%. Sin embargo, numéricamente se tiene que donde más desescolarizados hay es en primero medio, con 6.903 fugas, seguido de segundo medio (5.471) y tercero medio humanista-científico (4.132).

DESVINCULADOS POR CURSO:
CursoCantidadTasa
Primero básico1.5040,6%
Segundo básico3.7881,5%
Tercero básico3.6781,4%
Cuarto básico3.1731,3%
Quinto básico3.3541,3%
Sexto básico3.4561,3%
Séptimo básico3.5921,3%
Octavo básico3.5891,3%
Primero medio6.9032,5%
Segundo medio5.4712,2%
Tercero medio humanista-científico4.1322,7%
Tercero medio técnico-profesional3.0123,5%
Cuarto medio humanista-científico2.7071,9%
Cuarto medio técnico-profesional2.4463,1%

Por otro lado, y acorde al reporte del Centro de Estudios del Mineduc, la tasa de desvinculación tuvo una subida de 0,7 puntos porcentuales de un año a otro en aquellos estudiantes que pertenecían a establecimientos con menor nivel de vulnerabilidad social: 11.930 estudiantes se desescolarizaron de los recintos del quintil menos vulnerable, con una tasa de 2% sobre la matrícula teórica de 610.814 del sector. Aunque, en todo caso, es la misma tasa de incidencia -2%- que tienen los establecimientos más vulnerables, donde se fueron 11.886 escolares de los 608.596 del sector. Ambos extremos de los quintiles son los que presentan la mayor tasa de desvinculación actualmente.

En línea con lo anterior, se tiene que las cinco comunas del país con mayor tasa de desvinculación (con una matrícula superior a los 10 mil estudiantes) son Vitacura (8,2%), Colina (4,9%), Las Condes (3%), Ñuñoa (2,9%) y Santiago (2,6%), quienes respectivamente perdieron 1.472, 1.740, 1.117, 1.006 y 1.848 estudiantes de 2022 a 2023.

“Según informes de la Unesco y el BID, la desvinculación educativa es un fenómeno global que se agudizó producto de la pandemia, que sigue latente y que encuentra múltiples causas”, contextualizaba hace unos días Walker, quien ahondaba que en el caso de Chile, según los nuevos datos, se aprecian elementos adicionales que pueden influir. “Uno que llama la atención es el aumento significativo de estudiantes que se desvinculan y pertenecen al quintil de mayor nivel socioeconómico: del 2022 al 2023 la tasa de desvinculación de este grupo pasa de 1,3% a 2%, lo que significa alrededor de 3.700 estudiantes más”. Esto, añade, es consistente con el análisis de las comunas que presentan la mayor tasa de desvinculación: “Este fenómeno puede tener relación con el importante aumento de la inscripción a exámenes libres”, donde aproximadamente uno de cada cinco de los estudiantes desvinculados -11.436- se encontraba inscrito en abril en esta modalidad.

Para Jorge Ibáñez, director de Política Educativa de Educación 2020, el aumento de la tasa de desvinculación “es muy preocupante, porque se ve directamente vulnerado el derecho a la educación” y que al observar que las mayores tasas se concentran en comunas de altos recursos y establecimientos particulares pagados, cabe preguntarse “si estamos ante un fenómeno de exclusión educativa, o más bien un cambio a modalidades no tradicionales que no tienen reconocimiento oficial”. También señala que esto da cuenta de que el sistema tradicional no está siendo una respuesta adecuada. “Es clave analizar y comprender críticamente el fenómeno para abordarlo de forma correcta, de lo contrario los esfuerzos serán en vano. ¿Es suficiente desplegar 1.400 expertos en revinculación si la escuela no es atractiva? El riesgo es que varios de los estudiantes revinculados no permanezcan en el sistema al largo plazo”, cierra.

¿Más detalles? La tasa de incidencia es más alta en hombres (1,8%) que en mujeres (1,5%), y en términos territoriales la mayor tasa de incidencia se presenta en la Región Metropolitana, seguida de Tarapacá y Antofagasta. En la otra vereda, las regiones con menor tasa de incidencia son Biobío, Los Ríos, Ñuble y Coquimbo.

Según dependencia administrativa, se tiene que las tasas más altas corresponden, en orden, a instituciones de administración delegada, particulares pagados, Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) y municipales. En tanto, la tasa más baja está en los establecimientos particulares subvencionados.

DESVINCULADOS POR TIPO DE SOSTENEDOR:
Dependencia administrativaDesvinculadosMatrícula teóricaTasa de incidencia
Municipal17.961976.4611,8%
Particular subvencionada20.1381.581.2051,3%
Particular pagada8.364299.5012,8%
Administración delegada1.31545.4442,9%
SLEP3.036151.5392%

En tanto, por nivel de enseñanza, la mayor tasa de incidencia se concentra en educación media técnico-profesional (2,8%, o 6.976 de 246.931), y educación media humanista-científica (1,8% o 13.569 de 739.502). “Hay mayor tasa de desvinculación en liceos técnicos-profesionales, donde se concentran los estudiantes de mayor vulnerabilidad y que tienen una mayor probabilidad de quedar excluidos del sistema, lo que puede explicarse porque hay falta de apoyo y/o necesidad de trabajar”, dice Ibáñez.

En la básica, por su parte, se desvincularon 30.269 de los 2.067.717 de esa matrícula, lo que se traduce en una tasa de incidencia de 1,5%.

Con todo, y dado que la inasistencia grave es un predictor de la deserción, en el Mineduc ya intuían que la desvinculación presentaría magras cifras a partir de los datos que mostraba ese indicador el año pasado. “Era esperable que los datos no fuesen auspiciosos”, decía Walker, quien además reseñaba que la caracterización de los desescolarizados de 2023 tiene elementos particulares a considerar en el análisis. “Este año la desvinculación tiene características que hacen difícil compararla con años anteriores. En primer lugar, hay una pandemia con pocos precedentes históricos, que tiene un incuestionable efecto de arrastre en los años siguientes al retorno presencial que hace difícil comparar la desvinculación con años anteriores a la pandemia. Tampoco debemos olvidar que la crisis social de 2019 generó también una interrupción en la asistencia, que por supuesto se prolongó luego con la pandemia. A esto se suman también los factores del incremento de inscripciones en exámenes libres, el aumento de desvinculados provenientes de sectores socioeconómicos más altos, entre otros, lo cual nos habla de un fenómeno distinto y que debemos analizar desde otra perspectiva”.

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