Con o sin la derecha: el dilema de Orrego en el último tramo de la carrera por la Metropolitana

El candidato a gobernador regional por la RM, Claudio Orrego, afuera de su local de votación en el Liceo Antonio Hermida Fabres. (Foto: Agencia Uno)

Ante una incierta elección, en la DC y en el equipo de esa campaña hay conciencia de que necesitarán los votos de otros sectores, incluida la derecha, para imponerse frente a la carta del Frente Amplio, Karina Oliva. Pese a esto, Orrego ya tiene decidido que no hará gestos hacia Chile Vamos. En tanto, el comando ya tiene diseñada una estrategia y contrataron a una agencia para la recta final de esta carrera.


“No voy a tocar la puerta de ningún otro partido salvo los nuestros, pero sí le voy a hablar a la gente que votó por los otros candidatos, por Joignant, por Maltés y por Parot. Son todos ciudadanos”.

Ese fue el mensaje que le entregó el candidato a gobernador por la Región Metropolitana, Claudio Orrego (DC), a un grupo de concejales y consejeros regionales del Partido Socialista en una reunión por Zoom la semana pasada.

En esa cita -en la que también estaba presente la candidata presidencial del PS, Paula Narváez, y el timonel de la colectividad, Álvaro Elizalde, quienes junto a los otros socialistas volvieron a ratificar el respaldo a la carta de Unidad Constituyente- el candidato abordó uno de los temas que más aquejan su opción: el incierto escenario en el que quedó tras la primera vuelta y la obligación de conquistar incluso los votos de la derecha.

En las elecciones del 15 y 16 de mayo, Orrego -quien era una de las apuestas más seguras de la DC- logró convertirse en la primera mayoría en la Región Metropolitana, sin embargo, la distancia que marcó con su contendora, la frenteamplista Karina Oliva, fue mucho menor que la esperada. La carta de Comunes obtuvo el 23,37% con 601.854 votos, mientras que el democratacristiano alcanzó el 25,52%, equivalente a 657.227 respaldos.

Las palabras de Orrego frente a los socialistas se dieron en el marco de la búsqueda de apoyos para la nueva etapa de campaña y del agradecimiento por el respaldo del PS.

No obstante, los dichos del DC evidenciaron el dilema que existe al interior de su comando y de la Democracia Cristiana. Y que si bien hay una decisión política de no pedir respaldo a los partidos del oficialismo, para derrotar a Oliva sí necesita llegar al votante de ese sector que en las elecciones apostó por Catalina Parot.

Tanto en Chile Vamos como en la DC y en el círculo de Orrego reafirman que el candidato, efectivamente, no les ha “tocado la puerta” a las colectividades oficialistas. Pero con el correr de las semanas pasó de un discurso más duro contra ese sector a hacer llamados públicos apelando al “voto transversal”.

El 17 de mayo, un día después de la elección y ante la arremetida del FA que lo calificó como el “candidato de Chile Vamos”, el exintendente aseguró que “no vamos a hacer campaña hacia la derecha” y dijo que ese sector había sido “derrotado” en las elecciones.

Hoy afirma que “les estamos hablando no a los partidos ni a los candidatos, les estamos hablando a las personas que votaron por otros candidatos en primera vuelta y que les importa su región y su ciudad”.

Sobre eso, en el equipo del exministro remarcan el ejemplo del recién reelecto alcalde de Renca, Claudio Castro. El jefe comunal -quien apoya su candidatura- obtuvo el 92% de los votos en su zona. “Tener esa votación significa que tuvo votos de gente de izquierda, de centro y de derecha”, dicen en la DC.

En ese sentido, en la colectividad sostienen que la importancia de llegar a los votantes de la derecha recae en que ante este escenario es “imposible” proyectar con claridad los resultados de estos comicios.

En el comando de Orrego recalcan que en sus objetivos también está mirar a la votación de la candidata del Partido Ecologista Verde, Nathalie Joignant, a quien consideran como el “fenómeno de esos comicios. La carta del PEV desplazó al cuarto lugar a Parot y alcanzó el 15,19% de los votos, superando también al humanista Pablo Maltés.

De hecho, en el comando sostienen que le han puesto foco a la sustentabilidad en su programa y que han buscado poner sobre la mesa las diferencias en esa materia con la carta frenteamplista. Pese a esto, si bien han sumado el apoyo de algunos activistas ligados al medioambiente, -como la directora de la Fundación Origen, Mary Anne Müller-, el democratacristiano no tiene posibilidades de contar con el respaldo institucional de esa colectividad, quienes durante estos días decidirán si podrían respaldar alguna candidatura que no sea de la DC ni de derecha.

La estrategia de Orrego

Poner el énfasis en los debates y en las comunas grandes de Santiago. Esos son los dos puntos en los que se centrará la campaña de Orrego de cara a la segunda vuelta.

Desde el comando sostienen que continuarán con un fuerte despliegue territorial, al que ya se han sumado figuras como el extimonel de la DC Fuad Chahin y la presidenta del Senado, Yasna Provoste. Puente Alto, Santiago, La Florida y La Pintana son las comunas en las que se enfocarán durante estos días.

Además, ven que un “fuerte” de Orrego son los debates y foros en los que se enfrenta a Oliva, en los que, según ellos, el exintendente logra proyectar una mayor “claridad” respecto del cargo y su programa.

Junto con esto, el equipo contrató a la agencia La Firma para “renovar la imagen” de la campaña.

Al interior de Unidad Constituyente también se activaron las redes de los parlamentarios y de otras autoridades de esa coalición en la Región Metropolitana. El candidato también ha sostenido encuentros con concejales y cores del PPD.

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