Cómo reformar la nueva Constitución: Uno de los nudos que explica la caída del informe de Sistema de Justicia

17 de Febrero 2022/ SANTIAGO. Hemiciclo de la Convención Constitucional , Pleno Sesión N°57 , discusiones y votaciones del primer informe de la comisión de sistemas de justicia. Foto:JUAN FARIAS / AGENCIAUNO

Esta jornada se rechazó en el pleno el tercer texto de esa comisión, el cual tiene varios aspectos que inquietan a la derecha, el Colectivo del Apruebo y los socialistas. Uno de ellos es lo relativo a la propuesta para hacer cambios en la futura Carta Magna, que se establece que sea con un quórum de cuatro séptimos, mediante referéndum y plebiscitos, prohibiendo que se puedan suprimir materias relacionadas a los derechos fundamentales. "Pinochet se elaboró una Constitución pétrea, para que nadie la cambiara. La izquierda está proponiendo lo mismo", asegura el convencional RN Cristián Monckeberg.


Esta jornada se rechazó el tercer informe de la comisión de Sistema de Justicia, órganos autónomos de control y reforma constitucional. El texto no alcanzó los dos tercios necesarios, aunque se preveía que iba a ocurrir. Esto, porque los distintos colectivos habían estado conversado durante las últimas horas para evitar que el informe avanzara y pudiera ser corregido.

Ese informe contenía varias materias, por ejemplo, la Defensoría del Pueblo, la Agencia Nacional del Agua, el Banco Central, la Corte Constitucional y la reforma constitucional. Este último punto es uno de los que más ha sido criticado por sectores de derecha, así como también a otros colectivos de izquierda.

Y es que la propuesta de procedimiento para reformar a la nueva Carta Fundamental incluso ha sido cuestionada por el expresidente Ricardo Lagos (PS), quien transmitió su inquietud por algunos puntos incluidos en el informe.

El viernes pasado, en entrevista con radio Duna, manifestó que le preocupaba que lo que entreguen sea “una Constitución que no sea pétrea, o sea, que no se pueda cambiar”. En esa línea sostuvo que espera que se pueda modificar por cuatro séptimos, sin embargo, cuestionó que se exija “hacer un plebiscito cada vez”. “Van a querer hacer cambios para mejorar cosas que quedaron, pero que no son tan trascendentes que ameriten un plebiscito”, añadió.

La propuesta -que fue rechazada en general en el pleno- en su artículo 77 si bien establece que “el proyecto de reforma necesitará del voto conforme al quórum de cuatro séptimos de las y los parlamentarios en ejercicio”, añade que se deben hacer referéndum y plebiscitos para ejecutar cambios.

Se plantea, además, que se podrá reformar la Constitución con un “mínimo equivalente al diez por ciento de la ciudadanía correspondiente al último padrón electoral, podrá presentar una propuesta de reforma constitucional para ser votada mediante referéndum nacional conjuntamente con la próxima elección parlamentaria (...)”.

Asimismo, en caso que el proyecto popular de reforma constitucional reúna el apoyo requerido, “el Congreso podrá aprobar un proyecto alternativo sobre la misma materia y dentro de un periodo máximo de dos meses, para que ambas sean consultadas”. La propuesta del Congreso tendría que ser aprobada por la mayoría de los integrantes del Congreso. En este caso, para el plebiscito, “la ciudadanía dispondrá de dos alternativas: en la primera, si aprueba o rechaza la reforma constitucional y, en la segunda, se preguntará por las dos alternativas propuestas”.

En su artículo 82, la propuesta de la comisión también propone que el procedimiento de reemplazo total para la Constitución se puede hacer solo a través de una Asamblea Constituyente convocada por medio de un referéndum. Esa asamblea tendría “la facultad de definir el quórum de aprobación de las normas y su propio reglamento de funcionamiento”.

El texto establece, adicionalmente, una cláusula respecto a que los proyectos de reforma “no podrán suprimir derechos fundamentales reconocidos en esta Constitución”.

En este contexto, el convencional Cristián Monckeberg (RN-Evópoli-IND) manifestó su inquietud por algunas de esas materias. “Con Pinochet se elaboró una Constitución pétrea, para que nadie la cambiara. La izquierda está proponiendo lo mismo. Eso ocurre cuando uno se enamora de sus proyectos”, dijo. El convencional agregó que “los mismos que pedían procedimientos simples para cambiar la Constitución, ahora lo hacen imposible por ponerle cadenas”.

Además, Monckeberg, quien al cierre de esta edición había hecho su intervención previa a la votación, sostuvo “No sólo eso. Además, si de alguna forma se llegara a aprobar un proceso de modificación, se crea una nueva asamblea constituyente, como si la actual no fuera suficiente”.

Su par Carol Bown (Un Chile Unido), en tanto, indicó: “Me parece que se le están poniendo extra candados a esta Constitución y, además, demasiados plebiscitos que en la práctica pueden llevar a que sean impracticables”.

Así, la inquietud de la derecha pasa principalmente por la cantidad de plebiscitos que se establecen y también porque se deja fuera la posibilidad de suprimir materias relativas a los derechos humanos.

En una línea similar está el Colectivo del Apruebo. Fuad Chahin afirmó que “hay que modificar el mecanismo de reforma constitucional que queda muy pétreo (...). Esto puede ser un tremendo problema para el futuro”.

En el Colectivo Socialista, por otro lado, el convencional Tomás Laibe aseguró: “Hemos trabajado por un acuerdo en la comisión para una reforma constitucional que incluya iniciativas populares para la presentación de reformas y también para activar un plebiscito tanto para la aprobación de estas reformas como para la convocatoria de una Asamblea Constituyente. Nos parece que el plebiscito es un elemento crucial para la participación en estas dos tesis de reforma o Asamblea Constituyente”.

Si bien defendió ese punto, Laibe agregó que “hay algunas correcciones que nosotros estamos pensando, que todavía hay espacios para llegar a ese entendimiento con los colectivos. Por ejemplo, respecto a las cláusulas que excluyen materias de DD.FF que no se pueden suprimir, que es algo que existe en la experiencia comparada, pero que estamos abiertos a debatirlo en el sentido de no generar una Constitución pétrea o rígida”.

En el Frente Amplio, uno de los coordinadores de la comisión, Christian Viera, sostuvo que “quisiera hacerme cargo de la afirmación de Lagos. Una Constitución pétrea es una Constitución que no puede ser modificada. Lo que contiene de novedoso el proyecto de reforma no es su quórum, sino la parte de participación ciudadana”.

En esa línea, Viera defendió las propuestas y dijo que “es un proceso de reforma constitucional democrático”.

Como sea, el cómo se reforma la futura nueva Carta Magna es uno de los puntos cuestionados, también hay otras materias que inquietan, entre ellas, las modificaciones al Banco Central y al Ministerio Público.

Por lo mismo, es que durante estos días hubo conversaciones entre distintos colectivos y se terminó rechazando en general con el objetivo de volver a negociar y realizar un informe de reemplazo. Un escenario similar al que ocurrió con el texto de Sistema Político. En concreto, rechazó parte de la derecha, del Colectivo del Apruebo, del Colectivo Socialista. También se abstuvieron Movimientos Sociales Constituyentes, Independientes No Neutrales, parte de Chile Digno y la Coordinadora Plurinacional.

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