Cómo el senador Espinoza (PS) se transformó en el parlamentario “terrible” del oficialismo

El senador Fidel Espinoza.

Su blanco favorito es el ministro Jackson, sin embargo, en las últimas semanas ni siquiera el Presidente Boric ni su "compañero socialista", el titular de Vivienda, Carlos Montes, se han librado de sus ácidos comentarios. Su relación con el gobierno se fracturó luego de que sectores del oficialismo apoyaran el fin del Senado y dentro del PS ya dieron por perdida la batalla para tratar de contener sus arremetidas.


El apoyo que le brindó el senador Fidel Espinoza (PS) a la reforma de sus pares Ximena Rincón y Matía Walker (ambos DC) -que establece que si gana el Rechazo se debiera convocar a otro plebiscito para dirimir el mecanismo que elaborará la nueva Constitución-, se convirtió en la última jugada incómoda del legislador socialista.

Espinoza -quien ha dado muestras de no tener reparos para cuestionar públicamente al Presidente Gabriel Boric y a los ministros-, ya había discrepado de la idea del Mandatario de que, en caso de que fuera desaprobada la propuesta de la Convención Constitucional, tendría que convocarse a una nueva convención constituyente.

“Tenemos que dejar atrás la Constitución del 80, en eso no hay discusión, pero en lo que no estoy de acuerdo con el Presidente Boric es que tenemos que tener un nuevo proceso constituyente, con nuevos convencionales elegidos. Este proceso que culminó recién significó una millonada de recursos de todos los chilenos, no estamos para farrearnos (el dinero) en momentos difíciles”, dijo, el 15 de julio, el senador de Los Lagos, quien en todo caso ha remarcado que votará Apruebo.

No obstante, su respaldo a la nueva iniciativa de Rincón-Walker era un abierto desafío a los planes de La Moneda, que reaccionó con distancia ante la propuesta de la senadora falangista, que -de alguna forma- sube la apuesta a lo que había planteado Boric.

En el mismo PS, si bien no hubo un cuestionamiento explícito a esta reforma que instaura un nuevo plebiscito, dirigentes socialistas admitían su incomodidad por la moción DC, ya que, a su juicio, juega a favor de la estrategia del Rechazo y de lo que ha planteado la misma derecha, en el sentido de que es la ciudadanía es la que tiene que definir cómo se elaboraría una nueva Carta Fundamental si es que fracasa el texto de la Convención.

La relación entre el díscolo senador socialista con el gobierno se fracturó luego de que sectores del oficialismo (esencialmente del PC y el Frente Amplio) apoyaran el fin del Senado.

En La Moneda recuerdan especialmente que el día en que el pleno de la Convención aprobó una nueva instancia legislativa (la Cámara de Regiones, que reemplaza al Senado y acorta el mandato de los actuales senadores hasta marzo de 2026), Espinoza arremetió en contra del ministro secretario general de la Presidencia, Giorgio Jackson. Precisamente al titular de la Segpres, algunos socialistas y militantes PPD, lo responsabilizaban de no haber conducido el debate dentro de la asamblea constituyente para salvar a la actual Cámara Alta.

Aquí ha habido ministros, uno que salió de la sala recién (en alusión a Jackson), que han estado más preocupados de la destrucción de las instituciones democráticas que de preparar verdaderamente una agenda de seguridad para el país. Hay ministros que han estado más preocupados de estar destruyendo la soberanía popular, la institucionalidad, pero no los temas de seguridad por los cuales fueron elegidos para gobernar”, dijo Espinoza en la sesión del 15 de junio, en la que se debatía una nueva prórroga del estado de excepción para La Araucanía y el Biobío.

Si bien su blanco favorito es Jackson -a quien alude reiteradamente en sus intervenciones-, en las últimas semanas ni siquiera el Presidente Boric y su “compañero socialista”, el titular de Vivienda, Carlos Montes, se han librado de sus ácidos comentarios.

El 19 de julio, vivió otro día de furia. En esa semana se conoció que el Ministerio de Agricultura había instruido al Servicio Nacional Agrícola Ganadero (SAG) suspender la certificación de la subdivisión de parcelas. Espinoza acusó que el decreto era “arbitrario e ilegal”.

Además de fustigar al ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela (FREVS), también emprendió contra Montes, a quien le reprochó que desde que era senador venía planteando esta idea de restringir las parcelaciones.

No hay nada más atentatorio en una democracia, en un gobierno de centroizquierda como el nuestro, que se pretenda mediante decretos pasar por sobre la ley”, dijo acusando a Montes de obrar detrás de esta restricción para imponer una norma que no pudo materializar en su trámite legislativo.

Luego en redes sociales posteó una nota de El Líbero, que detalla que incluso el Presidente Boric era propietario de una parcela. “Ojo. No hay nada de malo en que puedan tener parcelas. Lo malo es que se pretenda impedir al resto de los ciudadanos(as) acceder a una. Se pretende impedir que un pequeño agricultor pueda vender para mejorar su calidad de vida. Eso es discriminación”, escribió en Twitter el 22 de julio.

Otro incidente se vivió en la sesión especial del Senado del 28 de junio, a la que se convocó a la ministra del Interior, Izkia Siches, a exponer sobre las cifras de delincuencia. Al inicio de ese encuentro, el presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS), pidió la unanimidad de la sala para que pudiera ingresar Tomás Razazi, abogado socialista y asesor jurídico de la ministra.

“¿Habría acuerdo para eso?”, preguntó Elizalde, quien miró a las bancadas de derecha por si había algún reparo y al no haber oposición dio por autorizado el ingreso.

Sin embargo, Espinoza lo paró en seco. “No, Presidente. No doy el acuerdo. Tiene que mirar para acá también”.

Producto de ello, Razazi, quien llegó cargado con carpetas y ya había tomado asiento en la sala, tuvo que pararse y salir.

Dentro del PS ya dieron por perdida la batalla para tratar de contener sus arremetidas y señalan que anda molesto con varios de la propia colectividad, incluso de su propia facción, el “Tercerismo”. “Está intratable”, “incontrolable”, “enojado con el mundo”, son algunos conceptos que se repiten entre algunos dirigentes socialistas.

En un momento, Espinoza fue una carta para postular a la presidencia del partido, sin embargo, dentro de su “lote” surgieron otras figuras como la misma Paulina Vodanovic, quien finalmente fue elegida presidenta de la colectividad.

Para algunos, ese hecho lo enemistó con Elizalde, extimonel socialista y también integrante del “Tercerismo”, quien prefirió apoyar internamente a otros liderazgos en las elecciones del PS.

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