Caso Viñuela: defensa dice que camarógrafo aceptó pago de $350 mil luego de que animador le cortara el pelo

Los abogados del conductor dieron contestación a la demanda civil presentada por José Miranda, a quien Viñuela cortó el pelo en julio en Mucho Gusto. La respuesta consigna diversos puntos que pondrían en evidencia que el funcionario aceptó el hecho de buena forma, que incluso propuso donar su cabello a una fundación para el cáncer y que aceptó la entrega de $350.000, no consignados en la demanda. "La contestación conjuga contumacia, negacionismo e incoherencia", responde el abogado de Miranda.


Una instancia clave ha enfrentado el juicio civil contra el animador José Miguel Viñuela, demandado por el camarógrafo José Miranda tras el conocido episodio en que el comunicador cortó el pelo del funcionario en plena transmisión del matinal Mucho Gusto en julio pasado.

Hace algunos días la defensa de Viñuela presentó su respuesta a la demanda, con una detallada contestación de 30 páginas que descarta la vulneración a los derechos de Miranda, como declara su acción judicial; que el demandante nunca manifestó oposición a los hechos, aceptando según ellos el contexto de “humor” en que se dieron; que los $100 millones de indemnización exigidos son desmedidos, y que la misma demanda carece de todo sustento, frente a lo cual debería ser rechazada por el tribunal.

En el detalle, la respuesta de los abogados de Viñuela -a la que tuvo acceso La Tercera- comienza dando cuenta de los más de 20 años de carrera del comunicador tanto en radio como en televisión, siendo en este último medio donde ha cosechado mayores logros. Todo esto, explican desde su defensa, para consignar que en todos estos años ha prevalecido su perseverancia, profesionalismo, y respeto hacia el público y sus compañeros de trabajo.

“Por cierto, como toda obra humana, la trayectoria del sr. Viñuela Infante no está exenta de errores y sinsabores. Pero nadie puede responsablemente afirmar que estamos frente a un violador de derechos humanos, o de ser una persona abusiva, discriminadora, prepotente e irrespetuosa con los demás, tal como lo ha señalado la contraparte en esta sede y en diversos medios de comunicación”, expresa el documento.

Respecto a los hechos en sí, ocurridos el jueves 16 de julio, la defensa descarta completamente que Viñuela haya abusado de su poder, haya tenido la intención de menoscabar y humillar a Miranda actuando de manera prepotente -como consigna la demanda-, y que por el contrario se ha caracterizado por un buen trato a sus colegas, independiente de sus labores.

“Esto último, por cierto, también es plenamente aplicable a la relación que mantenía nuestro representado con el demandante, con quien durante años compartió labores en diversos programas televisivos, desarrollándose entre ambos una buena relación laboral, sin haber existido jamás alguna actitud que pudieran dar pie a sostener un supuesto aprovechamiento de su “posición” como rostro televisivo”, planeta el documento.

Volviendo al día del incidente, la defensa del animador vuelve a plantear, tal como el mismo Viñuela declaró en sus disculpas públicas el 17 de julio, que cortó el pelo del camarógrafo en un contexto de humor y broma, y que los gestos que expresó Miranda antes, durante y después de los hechos, manifestaron de algún modo su disposición.

“Si el señor Viñuela hubiese percibido alguna señal de desaprobación, expresa o tácita, por parte del demandante antes del hecho, no tenga dudas S.S. que nuestro representado jamás habría procedido a cortarle el pelo”, aseguran.

Se recuerda de paso que Viñuela -lo mismo que el animador Luis Jara-, fue apartado temporalmente del matinal de Mega por el cambio de foco del programa, inclinado ahora a lo informativo, a raíz de la crisis social y sanitaria. Sin embargo, “por razones estrictamente televisivas”, dice el texto, Viñuela reapareció en el programa a mediados de julio, “con la expresa misión de devolverle más entretención y alegría al programa, en el entendido de que eso era precisamente lo que las audiencias más necesitaban y pedían en un momento de tanta angustia e incertidumbre producto de la pandemia y el confinamiento”.

De ahí su presencia ese 16 de julio cuando ocurrió el episodio con Miranda, y el contexto en que se habría desarrollado el caso.

Tras el corte de pelo, continúa la contestación de la defensa, el camarógrafo, aún en cámara, no habría mostrado consternación o preocupación por lo sucedido, y que incluso tomó su mechón de cabello, poniéndolo en el bolsillo de la chaqueta de Viñuela, aludiendo al popular personaje de humor, Charly Badulque.

Una vez concluido el programa, Viñuela acudió a la peluquería del canal donde Miranda, acompañado por más personas, estaba emparejando su cabello. Allí, aseguran, el funcionario mantuvo su postura, indicando al animador que no se preocupara, y que entendía el contexto de broma en que se dieron los hechos. Dicha cordialidad en el trato, dicen, quedó plasmada en una historia de Instagram que subió el animador a sus redes sociales.

Los abogados del animador refuerzan su versión con situaciones ocurridas post corte de pelo. Cuentan que Miranda expresó a Viñuela su intención de donar el mechón de cabello a una fundación para personas con cáncer. Que de hecho su pelo fue preparado para tal acto, pero que nunca se concretó ya que tras la presentación de la demanda el 20 de julio, Miranda y Viñuela no volvieron a cruzar palabra.

Tras ese episodio donde Miranda habría manifestado su intención de donar el cabello, acudió a la oficina de dirección del programa, donde según esta versión indicó a los ejecutivos que todo estaba bien, que comprendía la situación y que de hecho llevaba un tiempo pensando en cortar su pelo.

Otra situación que a su parecer refuerza su postura es que Miranda aceptó el pago de $ 350.000 de parte de Viñuela, “a fin de que el señor Miranda pudiera disponer del

mismo a su conveniencia”, explica el documento. Destacan además que este dinero aceptado por el camarógrafo -ya que habría proporcionado su número de cuenta al animador para concretar la entrega-, no se menciona en la demanda.

La defensa reitera un punto: “Por cierto, visto con la perspectiva que da el tiempo, el hecho específico de cortarle el pelo al señor Miranda constituyó un error, un exceso, motivado por la adrenalina del momento, del cual el señor Viñuela se arrepiente y se disculpó tanto privada como públicamente”.

Sin embargo, y por todo lo expuesto previamente, descartan que la indemnización exigida por el demandante pueda ser avaluada en $100 millones de pesos a raíz del “daño moral” sufrido. Indican que el monto es “excesivo, desnaturalizando con ello el fin y objetivo de toda indemnización, pasando a convertir en una fuente de lucro y ganancia para el demandante en caso de ser concedida”. De hecho, se exponen una serie de sentencias de incluso menor monto, relacionados a casos de mayor envergadura.

Reiteran además que existe una serie de errores en la forma de plantear la demanda: algo que expresaron previamente a través de un recurso presentado por la defensa de Viñuela, y que fue rechazado por el tribunal hace una semana.

Junto a la respuesta de los abogados de Viñuela -quien desde el viernes ha regresado al matinal Mucho Gusto-, se solicita que la demanda sea rechazada íntegramente.

Las impresiones de la contraparte

Para la defensa del camarógrafo, esta respuesta desconoce por completo los hechos ocurridos el pasado 16 de julio en el programa Mucho Gusto y que fueron planteados en su demanda. “La contestación a la demanda conjuga contumacia, negacionismo e incoherencia”, expresa a La Tercera el abogado de Miranda, Roberto Ávila.

El representante argumenta que “se persevera en el error de alegar que una exitosa carrera televisiva sería una suerte de patente de impunidad para actuar en la sociedad que pondría al demandado por sobre el resto de los ciudadanos. Ávila añade además que “la defensa controvierte los hechos expuestos por nosotros, es decir niega lo ocurrido y que todo el país vio, es el negacionismo puro”, y que al mismo tiempo “se niega lo que además se acreditó por la Dirección del Trabajo y el Consejo Nacional de Televisión”, aludiendo a dos instancias: la primera, donde tras una investigación la Dirección del Trabajo estableció en octubre pasado que el animador fue el único responsable del incidente, y eximió al canal de toda incumbencia; y la sanción del CNTV por el “trato denigrante y vejatorio propinado a un camarógrafo”, estableciendo una multa de 400 UTM al canal.

El abogado de Miranda considera además que tal contestación de la defensa de Viñuela “es incoherente pues públicamente se piden disculpas y en el proceso se alega inocencia”, apelando a las declaraciones que brindó el comunicador al día siguiente del incidente, al abrir el programa, donde expresó: “En una situación de contexto humorístico y alegría, las circunstancias me llevaron a cometer este error, del cual me siento profundamente arrepentido y afectado porque jamás he querido menoscabar ni hacer sentir mal a ninguna persona, mucho menos de mi equipo de trabajo”.

Ávila se refiere también a los $350.000 mencionada por la defensa del animador, los que habrían sido entregados a su representado tras el incidente. “Se señala que se depositó una ínfima cantidad de dinero en la cuenta de mi defendido, sin el consentimiento ni conocimiento de este, ¿para qué hizo eso si se es inocente?”, puntualiza.

El caso sigue su curso en tribunales, a la espera de instancias clave como el llamado de los testigos, donde serán convocadas las animadoras Diana Bolocco, Soledad Onetto y Michelle Adam, presentes en el programa cuando se desarrollaron los hechos, así como el director ejecutivo del canal. Patricio Hernández.

Finalmente se estima que la causa podría ser fallada en marzo.

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