Boric aborda casos de corrupción y llama a “restablecer” la confianza entre ciudadanos e instituciones en medio de nuevas acusaciones por lío de platas

El Mandatario tuvo este jueves su primera jornada de actividades en Francia. En una clase magistral que dictó en la Sorbonne, el Jefe de Estado comentó el "caso convenios", reconoció que el asunto ha tenido un impacto ciudadano y afirmó que el Ejecutivo no debe actuar a la defensiva para enfrentar estos asuntos. Sus palabras las dio el mismo día en que la oposición pidió -otra vez- la cabeza de su ministro Giorgio Jackson, tras el robo de 23 computadores desde esa repartición en medio de la investigación que realiza el Ministerio Público a esa y otras carteras.


Una fila de cuadras esperaba ayer en la Universidad Sorbonne de París al Presidente Gabriel Boric. En su última actividad de la jornada en la capital francesa, el Mandatario visitó esa casa de estudios, donde concedió una clase magistral en el icónico Anfiteatro Richelieu.

El Jefe de Estado se enteró durante la tarde parisina -a primera hora en Chile- del robo de 23 computadores y una caja de seguridad en dependencias del Ministerio de Desarrollo Social, repartición liderada por Giorgio Jackson.

Las extrañas circunstancias de la sustracción de especies que tuvo lugar la noche de este miércoles, donde uno de los asaltantes se habría hecho pasar por el secretario de Estado para lograr acceder al edificio en calle Catedral, levantaron suspicacias en la oposición. Tanto así que rápidamente pidieron la renuncia del ministro al interpretar que el hecho estaría vinculado con el caso que investiga el Ministerio Público por eventuales irregularidades en los convenios suscritos entre esa repartición y fundaciones privadas y que ha salpicado principalmente a RD, partido que fundó Jackson en 2012.

En un contexto en que esa controversia volvió a complicar a La Moneda, el Mandatario reflexionó en su clase magistral sobre la corrupción como una amenaza permanente a las democracias, aludiendo incluso directamente al que denominó como “Caso Convenios” y, sin quererlo, mencionando a la fundación que terminó siendo el epicentro de una crisis mayor: Democracia Viva.

“La corrupción en la toma de decisiones se produce no solamente cuando se certifica la comisión de un delito tipificado en el código respectivo de un funcionario público, sino también cuando las decisiones se toman en función del interés privado por sobre el interés general, desvirtuando el ejercicio de la función pública (...). Y la política tiene el deber de atender y corregir ese fenómeno. Muchas veces cuando suceden casos de corrupción, desde el poder se reacciona a la defensiva, y creo que nosotros tenemos que reaccionar no a la defensiva, sino con mucha transparencia y preguntándonos cómo lo hacemos para que el interés colectivo sea siempre el que prevalezca”, dijo el Presidente.

“El problema que genera la corrupción además del desfalco de recursos, es que engendra desconfianza y desafección a la democracia y sus instituciones. Y la democracia pasa a ser vista como un proyecto político elitario o del cual únicamente se sirven los poderosos del momento. La corrupción no debe ser pensada solo desde fenómenos individuales, sino también sociales. El verdadero desafío, el más profundo, el más difícil, está en que entendamos también la lucha contra la corrupción como una lucha por una democracia más participativa e incluyente”, agregó.

En esa línea, el Mandatario recalcó que “una de las cosas que me importa, y que ha sido golpeada muy duramente en las últimas semanas a partir del Caso Convenios, es que podamos restablecer una nueva confianza entre los ciudadanos, pero también entre los ciudadanos y sus instituciones”., dijo.

En otros pasajes de su discurso, refiriéndose a la solidaridad entre los países, Boric sostuvo entre risas: “la solidaridad cuando se expresa institucionalmente también es signo de una democracia viva. No es el mejor nombre en este momento pero…, de una democracia que late con fuerza”.

Pese a todo, el Jefe de Estado no quiso referirse a la situación de Giorgio Jackson ni a su continuidad en el gabinete. Al ser consultado tras la actividad por parte de la prensa, el Mandatario guardó silencio.

En otros pasajes de su discurso en la Sorbonne, el Presidente reiteró la necesidad de un progresismo unido e hizo una autocrítica respecto de cómo la izquierda ha contribuido a que el pueblo desconfíe de sus instituciones.

Acuerdo entre demócratas

En su alocución en la universidad, Boric también recalcó que “cuando en cualquier país, incluido el nuestro, se esté ocupando la bandera de la izquierda para meter preso a adversarios por el hecho de ser adversarios o se violen los derechos humanos de la oposición, tenemos que ser capaces de levantar la voz”.

“Cuando relativizamos nuestros principios democráticos, según la simpatía del gobernante de turno lo que vulnera derechos humanos que a nosotros nos parece importante defender es cuando nuestra posición se debilita. Ustedes han visto que podemos haber tenido diferencias con algunos liderazgo progresistas en el último tiempo pero yo creo que acá hay que mantener una cuestión de principios”, agregó, aludiendo al desmarque de Inácio Lula da Silva (Brasil) respecto de su emplazamiento a América Latina a condenar con más fuerza la guerra de Rusia contra Ucrania.

En su discurso, el Mandatario también abordó la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, el que calificó como un hito que impuso un “régimen de terror, pobreza y muerte en nuestro país y dejó una herida muy profunda que hasta el día de hoy sigue abierta”.

Más temprano, tras reunirse con la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, el Presidente había reiterado la necesidad de que para el 11 de septiembre los partidos de Chile sean capaces de lograr acuerdos mínimos.

“Nuestro objetivo como gobierno es hacer de este aniversario, de estos 50 años del quiebre de la democracia en Chile, un momento de encuentro entre los demócratas, sin verdades oficiales. Acá no se trata de eso, sino de compromisos comunes, compromisos sencillos, pero que son importantes para lo que viene”, dijo.

Y agregó: “La democracia tiene amenazas desde diversos lados, lo vemos en América Latina, lo vemos en Chile, lo vemos en el mundo y por eso poder decir juntos los demócratas chilenos, que nada justifica quebrar la democracia y que nada justifica violar los derechos humanos de quien piensa distinto debiese ser, creemos nosotros, un mínimo al cual espero todos estemos dispuestos a adherir”.

Por otro lado, respondió a quienes lo critican por valorar la figura de Salvador Allende. “Invito a quienes han criticado a los que destacamos, valoramos, la figura internacional del presidente Allende, a que se pregunten cuántos homenajes hay fuera de nuestras fronteras y cuántos a su vil sucesor”, sostuvo Boric, despertando aplausos de los presentes, entre ellos, exiliados chilenos que residen en París.

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