Andrés Molina, presidente de Evópoli: “Debe haber un compromiso mayor para avanzar en una Constitución que sea la casa de todos”

Andrés Molina

Pese a que defiende la opción del "rechazo" para el plebiscito, el recién electo timonel del partido dice que "las dos posturas son igualmente valorables" y que "la gran mayoría de los chilenos sí quiere, probablemente, revisar cosas que quieran reformar de la Constitución". Así, dice que el oficialismo debe concentrarse en trabajar en los contenidos. Y ante el debate sobre la legitimidad que tendrá la consulta en caso de un bajo número de votantes, agrega que "el riesgo de una baja participación es que no van a haber triunfadores, ni del 'rechazo' ni del 'apruebo'".


Fue elegido el domingo como nuevo presidente de Evópoli, justo cuando el partido debe encarar una nueva fase pensando en superar la crisis oficialista y en enfrentar los desafíos electorales que se aproximan: el más inmediato, el plebiscito del 25 de octubre. En esta entrevista el diputado Andrés Molina aborda, justamente, la etapa que se abre ahora, defiende el sello que ha buscado aportar su partido y plantea que el oficialismo debe concentrarse desde ya en los contenidos para una Constitución.

Si bien él defiende la opción del “rechazo” para la consulta nacional, sostiene que “la gran mayoría de los chilenos sí quiere, probablemente, revisar cosas que quieran reformar” de la actual Carta Magna. Y frente al debate sobre la legitimidad que tendrá el plebiscito si es que vota un reducido número de personas, señala que “el riesgo de una baja participación es que no van a haber triunfadores, ni del ‘rechazo’ ni del ‘apruebo’”.

En los últimos días se ha generado un debate en el oficialismo sobre la prescindencia que debieran o no tener los ministros frente al plebiscito. ¿Cuál es su visión sobre ese tema?

Es importante que cada uno entienda que en la función que tiene debe cuidar las formas y debe ser cauteloso. Sin embargo, cada uno tiene, efectivamente, la libertad fuera de los horarios de trabajo, los fines de semana, para trabajar por una postura. Los ministros, intendentes y gobernadores deben cuidarse, pero tienen los espacios particulares como cualquier chileno para participar y dar sus opiniones. Pero es importante que lo hagamos con altura de miras, donde podamos valorar las dos posturas frente al plebiscito, porque las dos son igualmente valorables y tienen sus razones. No podemos entrar en una suerte de guerrilla por un tema que es circunstancial y que no es el problema de fondo. El problema de fondo y al cual tenemos que abocarnos es donde hay mucha más unidad y coincidencia en Chile Vamos: qué Constitución es la que queremos. Ahí está la gran pelea.

¿Pero usted es partidario de que los ministros sean más cuidadosos y no aparezcan defendiendo públicamente sus propias posiciones frente al plebiscito?

Primero, creo que esto lo tienen que llevar fuera del gabinete. Esto tiene que ser hecho como cualquier elección. Tiene que haber un cuidado respecto al cargo que ellos tienen y respecto a los tiempos en los que ellos están ejerciendo su trabajo. Fuera de su horario de trabajo pueden participar de los comandos. Desde mi punto de vista, no le veo mayor dificultad. Pero tienen también una misión. Ellos son voceros. Por lo tanto, deben ser respetuosos. Esto significa valorar también las distintas posiciones. No pueden aparecer atacando una postura deliberadamente.

En ese sentido, ¿qué le parece lo que hizo el canciller Andrés Allamand? Dio numerosas entrevistas políticas defendiendo el “rechazo”, lo que causó molestia en el gobierno…

Él, dentro de su horario normal de funcionario público, debe tener los cuidados necesarios. Esto no es una guerra. Y, desde mi punto de vista, los ministros no tienen que ser jefes de campaña. Es súper importante hacer entender eso. Yo espero que de este clima se entienda que lo importante no es el mecanismo, lo importante, insisto, es lo que queremos cambiar.

Respecto al contenido para una Constitución, que es lo que usted plantea, ¿cómo se puede ir avanzando desde ya en una coordinación de todo el oficialismo en ese trabajo?

Hace una semana y media yo propuse que se empezaran a juntar los centros de estudios nuestros. Cada uno ha estado elaborando y han estado avanzando en los cambios y reformas que estiman conveniente. Lo importante ahora es que empiecen a conversar entre ellos, para poder tener luego una propuesta común… Este es un tema que va a terminar el 26 de octubre, donde ya vamos a estar abocados, gane o no gane el “apruebo” en el plebiscito, a buscar las formas para tener los cambios que Chile se merece.

¿Una propuesta común como sector?

Así es. Lo importante sería tener una propuesta común.

Ese resultado del plebiscito generará, dependiendo del nivel de participación que exista, que desde la derecha se apunte a la legitimidad del proceso. En el oficialismo ya han planteado que una baja participación afectaría su legitimidad. ¿Lo comparte?

Eso es efectivo. Tenemos un riesgo de tener poca gente votando. Pero lo más importante es que la gran mayoría de los chilenos sí quiere, probablemente, revisar cosas que quieran reformar de la Constitución. Hay que darnos un espacio de deliberación y trabajo. Si ese espacio puede ser con un proceso u otro, creo que llegó el momento… Todos, en alguna medida, estamos con el compromiso de poder avanzar en eso. Si bien es cierto que el plebiscito sí tiene un problema de riesgo, en términos de una baja participación, eso no quita que la mirada que tenemos todos es que sí podemos avanzar igual en un cambio, reforma, y pensar nuestra Constitución para los próximos años que vienen.

¿Se debería fijar un piso mínimo de participación?

Por más baja que sea la participación del plebiscito, lo importante es que vamos a tener un plebiscito de salida, donde ahí sí es sumamente relevante que tengamos una alta participación… Yo le bajaría la presión a eso, entendiendo que algunos de nuestro propio sector dijeron en su momento que no valía la pena hacer un plebiscito. Entonces, bueno, si el plebiscito tiene una baja participación, ninguno va a poder decir que triunfó en esto, sino que lo importante es el trabajo que vendrá en forma posterior. El riesgo de una baja participación es que no van a haber triunfadores, ni del “rechazo” ni del “apruebo”. Pero tiene que haber un compromiso mayor del mundo político para avanzar en una Constitución que sea esa casa de todos que necesitamos para proyectar nuestro país a 30, 40 o 50 años más.

Evópoli fijó una posición institucional en favor del “apruebo”, más allá de que se planteó que respetarían otras posturas que hay en el partido. ¿Debería modificarse o mantenerse esa postura?

Es importante que se decida en el consejo la postura del partido respecto a mantener, en la práctica, una libertad de acción, que podría ser una postura. Hasta el momento, el partido está por el “apruebo”… En lo personal, prefiero omitir mi opinión. Creo que es muy importante que la deliberación sea sin la influencia de un presidente nuevo que pudiera, en alguna medida, verse mal interpretada.

Usted está por el “rechazo”…

Sí, desde marzo que estoy por el “rechazo”.

Ahora se inicia, con la elección de la nueva directiva, una nueva etapa para Evópoli. Como nuevo presidente del partido, ¿cómo visualiza esta nueva fase?

Tenemos dos miradas: primero, una mirada interna, que es un tremendo desafío por la cantidad de elecciones que tenemos por delante. Vamos a tener un crecimiento importante como partido. Tenemos que poner mucho foco en atraer buena gente para la política. En estas elecciones tenemos que elegir bien y tener mucha preocupación en llevar a buena gente en nuestros espacios de competencia para tener un buen resultado… Y tenemos el tema externo, que es la misión que tenemos como coalición. Debemos hacer un trabajo de mucha colaboración, unidad, paciencia, tolerancia y complicidad entre los miembros de Chile Vamos. Hay que entender que la gente que piensa como nosotros nos quiere ver unidos, no nos quiere ver peleando permanentemente. Hay que hacer un cambio de usos y costumbres. Y eso es un desafío al que tenemos que ponerle mucha atención. Eso significa ser capaces de ceder, negociar, pero siempre en forma colaborativa.

A propósito de negociar, ¿cómo se deberían resolver los candidatos para las municipales al interior de Chile Vamos? Algunos dirigentes plantean que las primarias deben ser acotadas a los lugares en los que haya más de un candidato competitivo, y que muchas zonas se pueden resolver manteniendo a alcaldes o por encuestas…

Para nosotros, la primaria es el método que nos parece más democrático, pero, lógicamente, en muchos casos si hay un alcalde de la coalición los candidatos debieran tener un nivel de competencia: el concejal con mucha votación, personas que han hecho un trabajo y que sean competitivos. No es lógico, con alcaldes que están en su cargo, que tengamos que hacer una primaria con una persona que no es conocida. No sería lógico.

¿Y en esta nueva etapa cómo pretenden resaltar el espacio que ocupa Evópoli? Le pregunto porque ustedes partieron como un partido liberal, que intentaba aportar algo distinto a la UDI y RN. Pero en los últimos meses pareciera que, frente a varios debates, Evópoli ha actuado casi igual que la UDI…

Somos un partido donde creemos en la diversidad y la hacemos nuestra con el “apruebo” y el “rechazo”, los temas valóricos… Al gobierno se le critica que ha sido demasiado dialogante en vez de tomar posiciones más duras; tuvimos un ministro del Interior que fue criticado por lo dialogante que era, y eso por sectores de la propia coalición. Esos son los rostros nuestros. Tenemos un ministro de Hacienda que, claramente, tiene una connotación distinta a lo acostumbrado de los ministros de Hacienda. Entonces, si el orden, si el ser leal al gobierno, si aparecer disciplinados, nos hace parecernos a la antigua UDI, bueno, eso es así, no hay diferencias. Nosotros somos liberales también en muchos aspectos: en el tema económico probablemente somos los más liberales… La nueva Constitución que nosotros queremos en Evópoli tiene un trabajo muy profundo en lo que es la reforma al Estado. Y cuando hablamos de un presupuesto base cero es porque queremos estudiar cómo se hacían las cosas antes y revisar desde cero el Estado de Chile. Eso es muy innovador, es nuestro sello, y probablemente en sectores de RN o la UDI tú no lo tenías antes. El hacernos la pregunta de cómo lo estamos haciendo y no porque siempre lo hemos hecho igual. Evópoli sigue teniendo su espacio muy claro al interior de nuestra coalición.

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