La dura denuncia de Amnistía Internacional contra China: censura a medios y acoso a activistas por cobertura del coronavirus

(Foto: Reuters) Voluntarios con trajes protectores desinfectan una estación de trenes en Changsha, en la provincia china de Hunan.

"Las autoridades chinas amenazan con ocultar información que podría ayudar a la comunidad médica a hacer frente al coronavirus y ayudar a la población a protegerse de él", alertó el director regional del organismo para Asia, Nicholas Bequelin.


"La censura, la discriminación, la detención arbitraria y las violaciones de derechos humanos no tienen cabida en la lucha contra la pandemia del coronavirus". Con esas palabras Nicholas Bequelin, director regional de Amnistía Internacional para Asia, denunció la campaña llevada a cabo por las autoridades chinas en relación con la información relativa a la epidemia de coronavirus que ha dejado ya al menos 563 muertos en el país asiático.

Según la ONG, el gobierno chino ha realizado "grandes esfuerzos para ocultar la información" sobre el coronavirus y los peligros que éste representaba para la salud pública. Así, la entidad asegura que a fines de diciembre de 2019, los médicos de Wuhan compartieron con colegas sus temores sobre pacientes con síntomas parecidos al brote del síndrome respiratorio agudo grave (SARS) que comenzó en el sur de China en 2002. Las autoridades locales los silenciaron de inmediato y los castigaron por "difundir rumores".

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"Los profesionales médicos de China trataron de dar la alarma sobre el virus. Si el gobierno no hubiera intentado minimizar el peligro, el mundo podría haber respondido más rápidamente a la propagación del virus", manifestó Bequelin.

La insistencia de las autoridades chinas en controlar las noticias de los medios de comunicación y acallar la cobertura negativa ha seguido impulsando la censura de información en ocasiones legítima sobre el virus, señala la entidad. Al respecto, asegura que desde que comenzó la crisis se han censurado numerosos artículos, entre ellos algunos de los principales medios de comunicación, como una filial del Beijing Youth Daily y la respetada revista económica china Caijing.

A juicio de Bequelin, "las autoridades chinas amenazan con ocultar información que podría ayudar a la comunidad médica a hacer frente al coronavirus y ayudar a la población a protegerse de él". "El hecho de que parte de esta información no esté a disposición de todo el mundo incrementa el riesgo de sufrir daños a causa del coronavirus y retrasa una respuesta efectiva", agregó.

"Fuera de las estadísticas"

Por ejemplo, Caijing, uno de los medios privados de mayor renombre en China, vio desaparecer de su página web un extenso artículo titulado "Fuera de las estadísticas", donde aseguraba que no todos los que fallecen en Wuhan por el coronavirus aparecen en las listas oficiales, por lo cual la cifra real podía ser mucho más alta de la que cada mañana anuncia la Comisión Nacional de Salud.

En respuesta a esta situación, Caijing publicó este martes un editorial con un llamado a la transparencia. "Pedimos transparencia a lo largo de todo el proceso. La transparencia debería reflejarse en todos los aspectos de la investigación científica, tratamiento médico y despliegue de personal y material, con todos los niveles y departamentos obligados a rendir cuentas. La difusión de información debería ser veraz, precisa, completa y rápida, sin omisiones arbitrarias ni silencios sobre cuestiones importantes que solo reconocen problemas pequeños, y sin huir de la realidad".

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(Foto: AP) Vista de un hospital temporal establecido en el Gimnasio Hongshan en Wuhan, en la provincia china de Hubei.[/caption]

Sin embargo, según consigna el diario El País, el comité permanente del Politburó del Partido Comunista, el máximo órgano de poder en China, ha reforzado el control de los medios e internet, al tiempo que determinó el envío de 300 propagandistas a la provincia de Hubei tras publicarse irregularidades sobre las cifras de muertos y el reparto de mascarillas.

En su reporte, Amnistía criticó asimismo el acoso e intimidación de activistas. "El gobierno chino también ha atacado a gente que ha tratado de compartir información sobre el coronavirus en las redes sociales", señala el reporte. Por ejemplo, el destacado abogado y profesional del periodismo ciudadano Chen Qiushi denunció acoso de las autoridades después de publicar imágenes de hospitales en Wuhan. Al residente de Wuhan Fang Bin también se lo llevaron brevemente las autoridades tras publicar un video en el que supuestamente se mostraban cadáveres de víctimas del coronavirus.

"Aunque es fundamental refutar las afirmaciones falsas sobre el virus, el cierre de contenido periodístico y de redes sociales legítimo sobre el tema no ayuda a mantener la salud pública", declaró el director regional de Amnistía Internacional para Asia.

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