Lenta campaña: a la UC aún le faltan 12 mil losas por vender para financiar la remodelación de San Carlos de Apoquindo

¿Al borde del fracaso? A la UC aún le faltan 12 mil losas por vender para financiar la remodelación de San Carlos de Apoquindo

La UC busca recursos para completar la millonaria inversión que implica el nuevo estadio. En los últimos días, lanzó una promoción para levantar los pálidos números de la iniciativa, que se inició el año pasado y que ha estado muy lejos de los resultados que esperaban en Cruzados, donde esperaban recaudar alrededor de US$ 6 millones en este ítem. Han vendido solo el 25 por ciento.


A comienzos de abril, Juan Tagle, el presidente de Cruzados, reconoció que el financiamiento para la construcción del nuevo San Carlos de Apoquindo aún no había sido completado, pese a que las obras están en pleno desarrollo. En una entrevista con La Tercera, el timonel dio cuenta de que, pese a que se allegaron recursos a través de la venta de los naming rights (US$ 30 millones por el acuerdo con Claro, que solo entrarán cuando la obra esté terminada), aún falta dinero. “Tenemos que completar aún el financiamiento. Por eso, hemos estado invitando a los hinchas a la compra de las losas que estarán en los pavimentos a la entrada del estadio. Por un lado, es una oportunidad maravillosa para tener su nombre, el de su familia o el de su empresa grabado para siempre en el estadio. Por otro lado, es una de las fuentes de financiamiento con la cual contamos”, planteó el directivo.

Hacemos el llamado a los hinchas para que participen comprando estas losas. También hay otras fuentes de financiamiento que tenemos que concretar, como algunos sponsors con los que todavía estamos en conversaciones para sumarlos al proyecto. Y vamos a anunciar, en un tiempo más, el comienzo de las ventas de los palcos y algunos proyectos específicos. Eso sí, la mayor parte del financiamiento del nuevo estadio ya está obtenido”, precisó.

Hace algunos días, de hecho, el club lanzó un concurso para incentivar la participación. Sorteará un viaje doble para ir a ver un partido del equipo de Ariel Holan, con traslado aéreo y hospedaje incluidos, cinco camisetas oficiales, seis gorros New Era, la marca que detenta la licencia oficial del club, y seis tablones. Los últimos forman parte de la antigua estructura, un tesoro que los fanáticos se pelearon en una venta anterior que también pretendía generar recursos para la nueva edificación. Tu lugar en la historia es el nombre de la campaña publicitaria, con el afán de tocar la fibra más íntima de los fanáticos del club de Las Condes.

Un negocio millonario

En efecto, el negocio de las placas que inmortalizarán los nombres de los fanáticos o de los grupos de ellos en el flamante recinto estudiantil marcha bastante más lejos de lo proyectado. Hoy, de acuerdo a la información que provee la propia entidad, aún hay unos 12 mil espacios sin vender. Los recursos que están en el aire están lejos de ser anecdóticos. Solo por los espacios que aún no han sido adquiridos, Cruzados tiene pendiente recaudar casi US$ 4 millones de dólares. La cifra representa cerca del 10 por ciento del costo total de la reconstrucción del recinto deportivo.

El detalle se puede obtener fácilmente al explorar el sitio oficial de la iniciativa. Hasta el cierre de esta edición, había disponibles 7.178 losas de 20x20 centímetros, que cuestan entre 125 mil y 250 mil pesos. Además, aún se podían adquirir otros 3.611 espacios de 40x20 centímetros, cuyo costo fluctúa entre los 300 mil y los 600 mil pesos. Finalmente, aún falta por vender 1.242 placas de 60x40 centímetros, cuyo costo se mueve entre los 750 mil y los 1,5 millones de pesos.

La constructora Cerro Apoquindo será la encargada de remodelar el estadio San Carlos de Apoquindo.
La maqueta virtual del nuevo San Carlos de Apoquindo. (Foto: Cruzados).

La cifra que aún resta por conseguir es importante para el proyecto. Solo la multiplicación de los espacios disponibles por el valor mínimo de los que corresponden a cada sector, arroja casi tres mil millones de pesos que aún no ingresan a las arcas del club estudiantil. Hay, por ende, un diferencial que obedece a los distintos valores relativos a las ubicaciones de cada losa en el sector determinado, que hace crecer el monto por recaudar. O, en otras palabras, los valiosos dineros que faltan para contribuir a completar el proyecto.

“A la fecha tenemos más de 4.100 losas vendidas. Esta es una experiencia absolutamente inédita en Chile y que replica algunos casos que hemos visto en estadios europeos para poder, naturalmente, contribuir al financiamiento de las obras de mejoramiento de infraestructura. Lo que nosotros queremos es que todos los hinchas de Universidad Católica puedan sumarse a esta campaña, y dejen su nombre y el de sus familias o amigos en una losa en los distintos sectores del estadio donde las vamos a instalar, para que cada vez que visiten el estadio puedan tener acceso a poder visitarlas, casi como un punto de unión y turístico, en lo que forma parte de la visita o la experiencia hacia nuestro estadio y ahí permanentemente estarán ubicados. El proceso sigue abierto para que todos los hinchas de Universidad Católica puedan sumarse a comprar su losa y personalizarla con los nombres de sus familias o seres queridos en el sitio web tulugarenlahistoria.cl”, sostiene Juan Pablo Pareja, gerente general de Cruzados a El Deportivo.

Un bolsillo al límite

¿Por qué la iniciativa más innovadora y cercana a los hinchas cruzados está al borde del fracaso? La explicación puede ser incluso multifactorial. A los más furibundos, por ejemplo, les costó resignarse a la pérdida de la hegemonía que ostentaron en los cuatro años anteriores al título que consiguió Colo Colo. Otros se decepcionaron por la ausencia del equipo estudiantil en la Copa Libertadores y, luego, por la temprana eliminación en la Copa Sudamericana. Hay otra arista: el aspecto de la placa, que sus detractores comparan con una lápida de cementerio, también aleja a potenciales interesados.

Sin embargo, el factor más relevante es, simplemente, el económico. En los últimos meses, los bolsillos de los hinchas de la UC, ya asfixiados por el alza en el costo de la vida a nivel general, estuvieron estresados al máximo. En primer término, por el pago de los abonos que permitían asegurar un cupo en todos los partidos del equipo universitario, una consideración que además está sujeta a los lugares en que han podido ejercer la localía y a los respectivos cupos.

No es la única forma de participación monetaria que se les ha pedido. En marzo de 2022, Cruzados anunció un aumento de capital que apuntaba a conseguir US$ 13 millones por la venta de acciones que tenían un valor nominal de $ 125. La recaudación se destinaría exclusivamente al financiamiento de la remodelación del recinto. Entre los inversionistas no solo figuran grandes capitalistas. También aparecen hinchas que, más que aspirar a una eventual repartición de utilidades de la sociedad en el futuro, quisieron aportar con un grano de arena a la realización más trascendente del club de sus amores en los últimos años.

En junio se dio por concluido el proceso, con un ingreso de US$ 11 millones, dos millones por debajo de las expectativas iniciales. El 24 de julio se dio inicio a la preventa de las losas, para los abonados y socios activos. Seis días después partió la venta general. A esas alturas, sin siquiera considerar las obligaciones particulares que deben enfrentar a diario, los bolsillos de los fanáticos cruzados, sencillamente, no daban más. En la UC, de hecho, asumen a nivel interno que ahí pudo estar el error: que le exigieron mucho al hincha.

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