TVN se enciende por la crisis de la “pantalla fría”

Para muchos periodistas y funcionarios, este 2023 el canal estatal está “hundido”. No sólo volvieron las pérdidas, sino que en términos de audiencia la señal se consolidó en el cuarto lugar de la TV abierta y muy por debajo de sus competidores. La tensión se instaló en los equipos y esta semana ello llevó a la salida del director de Programación. Sin embargo, la inquietud está lejos de aplacarse.


Micrófono en mano, la tarde del miércoles -en el escenario del auditorio de TVN, el entonces director de programación de la señal, Roberto Cisternas, defendió su gestión e intentó explicar las dudas y temores que los asistentes, a viva voz, le plantearon sobre el rumbo del canal.

El “conversatorio” como decía el correo en que Roberto Reyes, representante de los trabajadores en el directorio de TVN, extendió la invitación el martes 3, fue una demostración más de la tensión en que está sumido el canal. Y Cisternas, en ese momento, no sabía que él sería quien caería por ello.

Tras varios años de millonarias pérdidas, ese escenario logró revertirse a fines de 2021, durante la administración de la expresidenta del directorio, Anita Holuigue, quien salió de su cargo en abril de 2022, con el gobierno de Gabriel Boric. En su reemplazo, La Moneda nombró a la periodista Andrea Fresard. Sin embargo, ni Holuigue ni su sucesora lograron que la señal estatal repuntara en términos de audiencia, lo que empeoró este año. Y entre su plana directiva, periodistas y funcionarios se instaló un solo diagnóstico: la pantalla “se enfrió” y el público que solía ver a TVN, emigró.

TVN se enciende por la crisis de la “pantalla fría”. En la imagen, Andrea Fresard.

Los datos son concluyentes. TVN se ha mantenido en el cuarto lugar del rating hogar durante este año, con resultados aún peores que los obtenidos en 2022. El año pasado la señal pública tuvo un promedio de 4,52 puntos de rating hogar, muy cerca de los 4,82 puntos de Canal 13, que ocupó el tercer lugar.

Pero entre enero y septiembre de 2023, el rating promedio de TVN bajó a 3,9 puntos versus los 5,2 de Canal 13. Durante septiembre, los resultados fueron aún peores, llegando sólo a 3,3 puntos de rating hogar, en comparación con los 5,3 conseguidos por Canal 13.

La situación financiera también volvió a ser objeto de inquietud. En septiembre pasado, según reportó la compañía a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), entre enero y junio de 2023 las pérdidas llegaron a $ 2.392 millones, una baja considerable respecto de las ganancias por $ 958 millones del mismo periodo de 2022.

En su análisis razonado, la empresa detalló que al 30 de junio del ejercicio en curso el total de ingresos registró un aumento de $ 63 millones, el que representa un alza de 0,2 % respecto del mismo período del año anterior (hasta los $ 26.516 millones), mientras que los costos de ventas y gastos de administración crecieron en $ 3.558 millones (hasta los $ 28.595 millones), lo “que representa 14,2% más respecto del mismo período del año anterior”. Al respecto, la empresa estatal indicó que “dicho aumento se explica principalmente por el regreso de los Festivales de Olmué y Viña. Adicionalmente, incluye los costos y gastos asociados a la nueva señal cultural y familiar NTV”.

TVN se enciende por la crisis de la “pantalla fría”. En la imagen, Alfredo Ramírez, director ejecutivo de la estación.

“La pandemia fue buena no solo para nosotros sino que para todo el mundo. La gente se volcó a ver televisión por lo tanto se incrementó el encendido”, explica el director ejecutivo de TVN, Alfredo Ramírez. “Después de eso nos enfocamos en volver a producir contenido, con las restricciones de la pandemia, programas franjeados y no tuvieron los resultados esperados en nuestra señal abierta. La industria está presionada, el mercado publicitario está caído en general, pero hemos recibido menos de lo que recibimos el año pasado”, agrega.

Programación en el ojo del huracán

Desde principios de 2023, internamente se comenzó a apuntar a la gestión de Cisternas como responsable de los malos resultados en rating y de no lograr una apuesta programática que permitiera fortalecer y potenciar al noticiero central “24 Horas”, el único espacio que logra “construir” rating y que obtiene la mayor audiencia durante todo el día. Este también registra una drástica caída en las audiencias: si en septiembre de 2022, el rating hogar fue de 7,9 puntos y, ocupaba el tercer lugar entre los canales de televisión abierta, en el mismo mes de 2023 éste cayó al cuarto lugar, con un rating de 4,7 puntos. ¿Lo peor? Canal 13 “despegó” y promedió 6,8 puntos.

Este desplome provocó fuertes roces entre las direcciones de Prensa -que encabeza Pablo Badilla- y de Programación, que hasta este jueves dirigía Cisternas. El reproche del equipo de Badilla se basaba en el mal desempeño del “Access Prime”, el espacio televisivo que precede al noticiario, que cada vez caía más pronunciadamente en audiencia, arrastrando con ello a 24 Horas. La preocupación la planteó Prensa, aseguran voces en el equipo, varias veces en las reuniones del comité de programación que reúne a la plana gerencial todos los martes.

Crisis de TVN suma otro capítulo: renuncia director de Programación tras 15 meses en el cargo, Roberto Cisternas Oróstica
Roberto Cisternas Oróstica renuncia director de Programación tras 15 meses en el cargo

Tras asumir en el cargo el 1 de julio de 2022, Cisternas -comunicador audiovisual de DUOC UC con amplia trayectoria en plataformas de contenido y formatos, que llegó en junio de 2022 de la mano de Fresard y Ramírez-, probó distintas fórmulas. Sólo este año, se intentó sumar audiencia con dos teleseries, con la modificación del horario del programa “Carmen Gloria a tu Servicio”, repeticiones de rutinas humorísticas, y el espacio “Como Pedro por su casa”, que se estrenó el 28 de agosto y sigue al aire hasta el día de hoy. Los resultados, sin embargo, no han variado. “Los cuestionamientos para que se haga algo con el Access han sido permanentes, desde que llegó Cisternas”, relatan desde Prensa. “No hubo una preocupación real por cambiar el escenario. El problema es que si no mejoras este espacio, cae la audiencia en el horario prime y los televisores no se encienden en la mañana con TVN, entonces es toda la pantalla la que se enfría”, agregan.

Desde el directorio, en tanto, dos de sus miembros plantean que han estado “ocupados y preocupados” por la crisis de audiencia. Acá apuntan a una serie de “errores” de los que afirman ser corresponsables con la administración, como el haber repuesto el programa musical “Rojo” (rebautizado como “Talento Rojo”) y hacer cambios en horarios de la programación (como el caso de Arroyo). Además admiten que “hay tensión” en el canal pero aseguran que no la hay en el directorio, donde la inquietud “es compartida”. “El problema está más bien en la pantalla que en los balances. No podemos estar tranquilos si estamos cuartos ni tampoco si perdemos plata”, asevera uno de sus miembros.

La misión de “ser competitivos”

Llegando octubre, y con ello el momento en que se discute el presupuesto para el año siguiente en el canal, la situación llegó a su punto máximo de tensión. A tal punto, que al interior de la señal se repite el comentario de que están “hundidos”. La inédita defensa que Cisternas realizó -micrófono en mano- a su gestión la tarde del miércoles, sumado a la mala relación que mantenía con diversos funcionarios del canal, sólo atizó los ánimos y generó un quiebre en el comité ejecutivo de la estatal.

Fue así como el director ejecutivo del canal, Alfredo Ramírez, citó el miércoles en la tarde a una reunión extraordinaria de directorio para el jueves, en la cual pediría la renuncia de Cisternas. “No es secreto para nadie que la audiencia en el último tiempo está muy lejos de lo que esperamos para TVN. Estamos siempre en constante evaluación y esa evaluación pasa porque el canal sea sustentable y que produzcamos contenidos nacionales, que generen una buena experiencia para la audiencia. Ese es el marco en que se da la salida del director de programación. Las cifras son las cifras, eso es indesmentible”, explica Ramírez.

Sin embargo la solicitud de renuncia no se alcanzó a concretar. Casi en paralelo a la citación, el director de programación presentó su renuncia al cargo y envió a sus cercanos una dura carta en la que acusó una campaña en su contra y no se ahorró críticas a la administración y al directorio. Una de las razones para su renuncia, señaló, fue “la falta de respaldo y apoyo de mis superiores en mi día a día”. La segunda razón, agregó, fue “la ausencia de un proyecto claro y una estrategia definida en esta administración”. Junto con asegurar que presentó “numerosas propuestas e ideas que lamentablemente no han sido consideradas”, Cisternas criticó definiciones que están arraigadas en las orientaciones programáticas del canal. “Manteniendo una política editorial rígida dejando fuera los contenidos que la masa consume como de comedia, espectáculos (...) y formatos arriesgados como realities, sumado a una inversión baja en contenidos, es imposible poder competir contra los otros canales que sí lo pueden hacer. Esos factores no dependen sólo de un director de programación, sino que de una administración completa”.

Tras su salida, Ramírez junto al directorio definieron dejar a Eduardo Cabezas, gerente de Producción, como interino a cargo de Programación, mientras en paralelo buscan a un nuevo ejecutivo.

El último “terremoto” al interior del canal, sin embargo, está lejos de disipar la inquietud sobre el futuro.

Ramírez afirma que el primer desafío que tiene el canal es la cobertura de los Juegos Panamericanos, que comienzan en octubre, donde, además de enfrentar la competencia de Chilevisión y Canal 13, sufrieron la partida de un rostro clave: el periodista Gustavo Huerta, quien sorpresivamente se fue a Mega.

TVN se enciende por la crisis de la “pantalla fría”. Gustavo Huerta no sigue en TVN.

La apuesta es hacer una “cobertura canal” en la que todos los rostros participen, desde la mañana hasta la noche.

“Llevamos un tiempo trabajando en la estrategia programática del próximo año y vamos a tener novedades, vamos a tener el festival de Viña y el de Olmué. Evidentemente son trabajos largos pero buscamos generar una tendencia al alza en nuestra audiencia, generando rentabilidad social de alguna forma pero sin ser una carga económica para el Estado”, explica el director ejecutivo.

¿Cuál es la meta para 2024? “La meta es que, y para lo que estamos trabajando, es para ser competitivos, lo mejor posible y ojalá que ese trabajo termine redundando en que nuestra posición relativa sea buena”, concluye Ramírez.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.