Milagro Sala: Violencia, armarios con doble fondo y “un Estado paralelo” en Jujuy

Milagro-Sala
Milagro Sala, fundadora y líder de la Organización Barrial Túpac Amaru.

El caso de la dirigenta social argentina volvió a los medios luego que una de sus principales colaboradoras revelara la trama de corrupción al interior de la Organización Barrial Túpac Amaru. Pese a ello, Alberto Fernández la considera una “perseguida política”.


Jujuy, al extremo noroeste de Argentina, volvió a la luz de los focos luego de que se conocieran más detalles de las actividades delictivas que Milagro Sala, fundadora y líder de la Organización Barrial Túpac Amaru, llevó a cabo durante la pasada década en la provincia. Actualmente, la dirigenta apuntada como “kirchnerista” por los medios transandinos, cumple una condena de 13 años en arresto domiciliario, a la espera de que la Corte Suprema revise su caso por fraude a la administración pública.

Pero en medio de esta revisión, el caso se ha puesto cuesta arriba para Sala luego de que una de sus colaboradoras más cercanas, Mirta “Shakira” Guerrero, declarara en su contra frente a los fiscales y los micrófonos de Periodismo para Todos, el programa dominical del periodista Jorge Lanata. Golpizas con matones, viajes en primera clase con miles de dólares en efectivo y armarios de doble fondo para esconder dinero son alguna de las cosas que la exmano derecha de Sala comentó, luego de 26 años colaborando con ella.

Milagro Sala y el Papa Francisco en el Vaticano. Foto: Facebook

Este jueves, el Tribunal en lo Criminal Número 3 de Jujuy comenzó otro juicio oral contra Milagro Sala, acusada esta vez por la sustracción y destrucción de un expediente de la justicia provincial. Desde la Casa Rosada, mientras tanto, se prefirió no hacer comentarios: Alberto Fernández había ido a visitar a la líder de la Organización Barrial Túpac Amaru hace unas semanas, condenando la persecución que ha sufrido la dirigenta social.

“Un poder paralelo”

A finales del siglo pasado, y con mayor fuerza durante los gobiernos del kirchnerismo, la Organización Barrial Túpac Amaru tuvo su apogeo en Jujuy y otras provincias de Argentina. Liderada por Milagro Sala, la agrupación empezó organizando “copas de leche”, nombre con que se conoce a los centros comunitarios en la zona, para avanzar luego en la construcción de viviendas sociales y cooperativas de trabajo. Además, la organización tiene a su haber polideportivos con piscinas, centros de salud y educación.

Mirta “Shakira” Guerrero, la colaboradora de Milagro Sala que reveló la trama de corrupción al interior de la Organización Barrial Túpac Amaru.

Ya en 2015, la investigadora de la Universidad de San Andrés, Lorena Moscovich, señalaba que el 10% de la población de Jujuy formaba parte de la organización. “Es la tercera empleadora de la provincia, contando al estado provincial, y desde hace años el segundo empleador privado detrás del Ingenio Ledesma”, estimaba la académica.

“Representa un poder paralelo, porque dentro de la organización y en todo su territorio, la Túpac Amaru ejerce el poder de policía y judicial. Muchas veces ella decide quién se va del barrio frente a una inconducta y demás”, indicaba Moscovich a Infobae, en tiempos donde tanto el gobierno provincial como el nacional pertenecían al peronismo, y la organización recibía millones de pesos en fondos estatales.

Alberto Fernández visita a Milagro Sala, internada en un sanatorio de San Salvador de Jujuy, en junio pasado. Foto: Presidencia

Ese mismo año, con la victoria de Mauricio Macri en las presidenciales, y la de Gerardo Morales en la provincia de Jujuy, el destino de Sala y la Túpac Amaru empezó a complicarse. Diversas denuncias judiciales llevaron al caso “Pibes Villeros”, donde se condenó en 2019 a la dirigenta por asociación ilícita, fraude al Fisco y extorsión: la justicia jujeña había cuantificado en 60 millones de pesos argentinos (cerca de dos millones de dólares de la época) el desvío de fondos, destinados originalmente a viviendas sociales.

Ahora, con Sala en arresto domiciliario y muchos de sus colaboradores en igual condición, han ido apareciendo muchos “arrepentidos”, dando detalles del funcionamiento de la Túpac Amaru. Una de las acusaciones más graves de “Shakira” Guerrero, la arrepentida de más importancia dentro del círculo de Sala, se refiere al matonaje con el que se dirigía la organización.

Milagro Sala junto a la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner.

En el programa de Lanata, Guerrero contó: “Milagro siempre fue violenta. Siempre (...) A mí me pasó, lo juro por Dios, que una vez estuve en su casa y me tiraron una colcha y me empezaron a pegar. Cinco hombres, fuerte, grande. Me pegaron piñas y patadas. Y ella mirándolo”. Cuestionada por el motivo de la golpiza, “Shakira” contestó que había sido solo para saber “si ella resistía los golpes”.

Respecto de los dineros de la organización, Guerrero contó que la dirigenta la guardaba en su propio domicilio. “Cuando uno trabaja 24/7 con alguien como ella, como lo hacía yo, ya era algo cotidiano, la veía que sacaba plata de acá, de allá, y no te daba tiempo de pensar que esa plata era robada. La plata iba a la casa de Milagro Sala, directamente. La recibían ahí, la contaban y ella tenía dos armarios con doble fondo y ahí la guardaban. Y ¿quién vivía ahí? Ella. Era como tener dos billeteras”.

Otro de los detalles que comentó en el programa de Lanata era la manera en que Sala transportaba dinero al extranjero. En una visita al Papa Francisco en el Vaticano, por dar un ejemplo, la dirigenta fue acompañada de 17 personas, pasándole 10 mil dólares a cada una. “Al llegar al destino se los teníamos que devolver y nos daban un viático para nuestros gastos. Siempre se manejó con efectivo, porque con las tarjetas decía que quedaba todo marcado. Por eso, mientras más grande era su séquito, más fácil era para ella trasladar su plata”, relató.

Esto último también lo confirmó otra colaboradora de Sala, Patricia Jaldín, en una entrevista en Infobae. “Me dieron 10.000 dólares para sacar del país cuando viajé a conocer al Papa”, comentó la docente, quien admitió que “salía de la casa de Milagro y cambiábamos pesos por dólares en un hotel de Buenos Aires”.

A estas acusaciones, desde su arresto domiciliario, Sala respondió, para El Destape Radio, que “Shakira” Guerrero no era sino una víctima del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, y que este último le habría dado dinero a cambio de declaraciones. “Es totalmente mentira. Si yo tuviera un placard, otra pared, plata, ¿no lo hubieran viralizado cuando hicieron los tres allanamientos en 2016?”, dijo la jujeña.

Grupos kirchneristas marchan en Buenos Aires para pedir la libertad de Milagro Sala, en febrero de 2016.

Habiendo sido condenada a 13 años por la causa “Pibes Villeros”, la defensa de Sala ha recurrido a todas las apelaciones posibles, por lo cual aún falta la confirmación de la condena por parte de la Corte Suprema. Pero mientras tanto, el Tribunal en lo Criminal de Jujuy abrió este jueves otro juicio, por la sustracción y destrucción de un expediente de la justicia provincial.

Toda esta polémica se quedaría en el ámbito de Jujuy, si no fuera por la importancia de Milagro Sala como dirigenta social a lo largo de Argentina, y la relación que mantuvo con el kirchnerismo. Precisamente el 30 de junio pasado, el Presidente Alberto Fernández viajó a Jujuy con el expreso motivo de ver a la dirigenta, pocas horas después de una reunión del G7 en Munich, y previo a la salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía. En la instancia, el mandatario criticó a la Corte Suprema, pidiéndole que empiecen a “enmendar las barrabasadas que se hicieron” con la dirigenta jujeña, a la que no dudó en calificar de “perseguida política”.

Ahora, con las nuevas declaraciones de “Shakira” Guerrero, la posición de la Casa Rosada no cambia: “El Presidente tiene la misma postura de siempre, denuncia la persecución a Milagro y pide que se haga justicia. No vamos a comentar cada show periodístico que se arme”, respondió una fuente oficial desde la Casa Rosada.

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