La crisis del NHS y el avance de la salud privada en Reino Unido

Ambulancias esperan en un departamento de emergencias en el hospital Royal London, en Londres. Foto: Reuters

Pandemia, Brexit y gobiernos conservadores mediante, el Servicio Nacional de Salud británico enfrenta problemas para responder a la demanda de los usuarios. En el último año, casi medio millón de personas tomó algún tipo de seguro privado, sumándose a los ya ocho millones de clientes del sector. Ya se habla de un sistema sanitario de dos niveles.


Llegó a ser el gran orgullo de Reino Unido, pero hoy protagoniza los titulares acompañado de la palabra “crisis”. El NHS (National Health Service, en inglés) lleva tiempo empeorando la calidad y oportunidad de su atención, y en diciembre, indican las estadísticas, 54 mil personas en Inglaterra tuvieron que esperar más de 12 horas para ingresar “de emergencia” a un hospital público. Antes de la pandemia, el número era cero.

El financiamiento es el principal problema del Servicio Nacional de Salud, que ha protagonizado huelgas por parte de sus doctores, enfermeras y personal de ambulancias: estos últimos, con un paro el lunes pasado, y que planea otros más para las siguientes semanas.

Una fuente de orgullo nacional que llegó a ser homenajeada durante los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres, el NHS enfrenta inviernos cada vez más crudos, y algo raro como comprar un seguro de salud privado comienza a pasar por la mente de cada vez más británicos.

El economista de la Salud de la London School of Economics, Andrew Street, comentó con La Tercera la situación del NHS. “Creo que es una de las cosas por las cuales los británicos han siempre estado muy orgullosos. Se fundó tres años después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el país entero necesitaba reconstruirse. Y eso terminó, realmente, volviéndose en un símbolo de lo que significaba ser un ciudadano británico, y la gente históricamente ha estado más orgullosa del NHS que de cualquier otra cosa en Reino Unido, incluyendo a la Familia Real”, asegura el experto, según el cual ver el sistema en crisis es un problema para la misma identidad británica.

Enfermeras marchan por el centro de Londres en el marco de una huelga por mejoras salariales y la seguridad del paciente en Londres, el 18 de enero de 2023. Foto: Reuters

Un gran punto de inflexión en esta crisis fue la pandemia, en la que el NHS pasó a un modo de “combate a la crisis”, concentrando presupuesto y personal para tratar a los pacientes con Covid. Así, como en muchos países, las cirugías y tratamientos ordinarios de salud fueron puestos en espera, con las cancelaciones de millones de operaciones.

Street asegura que las semillas de la crisis actual se plantaron hace años, y en específico, los 12 años con los conservadores en el poder. “En ese sentido, el sistema depende mucho de la voluntad política, y lo que ha estado pasando es que el financiamiento ha estado subiendo un poco cada año, pero la demanda de servicios de salud ha ido subiendo más rápido, así que con los años la brecha entre la demanda y el dinero disponible se ha ido ensanchando. Y el gobierno sabe sobre esto, y no ha hecho nada al respecto”, asegura.

Uno de los puntos de quiebre en la crisis del NHS, afirmó Street, está también en el Brexit, que complicó la llegada del personal de salud: “Las doctores se han ido, las enfermeras buscan otra parte donde trabajar, y ahora tenemos una crisis de personal. La pandemia no ayudó: todo el mundo trabajó más de lo necesario, el personal ha tenido que trabajar en turnos más largos, porque no había gente suficiente, y el Brexit exacerbó esto. Reino Unido era el país con más extranjeros trabajando en el servicio de salud, más que cualquier otro país en Europa. El Brexit volvió más difícil ir a trabajar a Reino Unido, así que la gente no viene más”

Aunque la mayoría de los sistemas de salud mundiales salen de a poco de la pandemia, cada cual como puede, hay siete millones de personas en lista de espera, en un país con 67 millones de habitantes.

Interés de los jóvenes

Recientemente, el diario The Telegraph dio cuenta de que casi medio millón de personas había tomado, en el último año, algún tipo de seguro privado de salud. Las tres grandes aseguradoras británicas, Bupa, Aviva y Vitality, sumaron en 2022 un total de 480 mil nuevos clientes: un flujo importante que entra a los cerca de ocho millones de clientes antes de la pandemia. Escenario que, según el periódico The Guardian, está llevando lentamente a Reino Unido a un sistema de salud de dos niveles.

Manifestantes sostienen pancartas durante una huelga de enfermeras del NHS y otros trabajadores médicos, en medio de una disputa con el gobierno por los salarios, en Londres, el 18 de enero de 2023. Foto: Reuters

La Red de Información de la Salud Privada, que mide las estadísticas del sector, asegura que son las largas listas de espera y “la incertidumbre respecto a cuándo los procedimientos tomarán lugar” los factores claves que llevan a las personas a tomar un seguro privado.

Un portavoz de la aseguradora Aviva comentó a The Telegraph al respecto: “Hemos notado cómo muchas personas están considerando la salud privada por primera vez, incluyendo un interés significativo por parte de los grupos etarios más jóvenes, que tradicionalmente han visto un seguro de salud privada como algo no prioritario”.

Las búsquedas de “salud privada” y “private GP” (doctor de cabecera privado) también han estado subiendo en Google, superando los peaks alcanzados durante la pandemia. Según la Red de Información de la Salud Privada, se espera que una de cada cinco personas haga uso de los servicios de este sector en los próximos 12 meses. Asimismo, la mitad del público “consideraría” esta opción si necesitara tratamiento, comenta un portavoz de la entidad. A grandes rasgos, un aumento de usuarios de un 10% a un 20%.

Ben Carey-Evans, analista de seguros de GlobalData, comentó a Actuarial Post: “Los problemas del NHS este invierno han sido un tema constante en las noticias británicas. Por lo tanto, la gran mayoría de los consumidores han oído hablar de ello, y estarán alertas a los potenciales tiempos de espera para tomar citas con el doctor, tratamientos o incluso servicios de emergencia. Es probable que esto ponga nerviosa a mucha gente, especialmente luego de que las preocupaciones alrededor de la salud han aumentado desde la pandemia”. Según el experto, esto llevaría, sin dudas, a un incremento en el interés de las pólizas de seguro privadas.

Dardos contra los conservadores

En este mismo contexto, el recientemente nombrado primer ministro británico, Rishi Sunak, ha dado pocos indicios de querer mejorar la situación en el sistema público. En las últimas semanas, su negativa reiterada a revelar si usa o no la salud privada lo han puesto al centro de la polémica, en un tema que sus predecesores han respondido abiertamente y que, según él, es una “elección personal”.

Un miembro del personal clínico usa equipo de protección personal mientras atiende a un paciente en la unidad de Cuidados Intensivos del Royal Papworth Hospital en Cambridge, en mayo de 2020. Foto: AFP

David Cameron, que gobernó entre 2010 y 2016, hablaba a menudo sobre cómo el NHS había cuidado de su hijo, que murió a los seis años por una rara enfermedad neurológica. Asimismo, Boris Johnson llegó a comentar cómo la salud pública había salvado su vida cuando se enfermó gravemente por Covid.

Por otro lado, Margaret Thatcher defendió su uso de los seguros privados de salud, argumentando que para ella era vital “ir al hospital el día que quiera, a la hora que quiera y con el doctor que quiera”.

Andrew Street asegura que en la última década ha habido un desmantelamiento del sistema de salud público británico. “Se dejó de respaldar. No han recibido el financiamiento necesario para cubrir la demanda, y no se han asegurado de tener suficiente personal. Todo esto han sido decisiones políticas, porque la salud, en Reino Unido, es un tema altamente politizado”, señaló a La Tercera.

El exprimer ministro Gordon Brown, del Partido Laborista, atacó a los “tories” por su gestión de la salud pública, luego de ya 12 años en el poder. “La dirección a la cual están yendo los conservadores es clara. Los enfermos tendrán que pagar por estar enfermos, y poner tarifas llevará, como ocurrió en Francia, a que las secciones con mejor pasar de la población tomen seguros privados, creando inevitablemente un sistema de salud en dos niveles”, acusó Brown en una columna en The Guardian.

Foto: AFP

“Los conservadores de hoy habrán aplaudido al personal de salud del NHS durante lo peor de la pandemia y, aún así, no solo se están oponiendo a una remuneración decente para ellos, sino también están contemplando un sistema más privatizado. Esto nos recuerda que exactamente hace 75 años, fueron ellos quienes se opusieron a la creación del NHS”, recordó el exprimer ministro.

El diagnóstico de Andrew Street es similar. “En estos 12 años en el poder, los conservadores, que partieron gobernando en coalición con los liberales demócratas, asumieron un sistema de salud público que, con cifras históricas, estaba funcionando mejor que en ningún otro momento. En 2010 había un sistema que funcionaba, donde las listas de espera estaban en números mínimos, la satisfacción con el sistema era históricamente alta”. Una imagen del prestigioso NHS que hoy, literalmente, parece del pasado para las jóvenes generaciones de británicos.

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