El superlunes de Aguilera: el solitario momento político de la ministra tendrá su día más crítico

La ministra de Salud, Ximena Aguilera, en un punto de prensa en la sede de la cartera tras realizar un segundo encuentro con especialistas para analizar la circulación de virus respiratorios y las medidas adoptadas en el marco de la Campaña de Invierno 2023.
La ministra de Salud, Ximena Aguilera.

Ante el inminente desmarque oficialista, la titular de Salud y el gobierno apostarán por un plan desesperado: tratar de aprobar la iniciativa de emergencia en favor de las isapres con el respaldo de Chile Vamos y los republicanos.


Una baja sensible tendrá, este lunes, el elenco de apoyos con los que habitualmente cuenta la ministra de Salud, Ximena Aguilera (independiente), en el Congreso.

Debido a un viaje a China, la diputada Helia Molina (PPD), exministra y una de sus principales escuderas políticas, no estará en la sesión de mañana en la Cámara, donde se votará la propuesta del Ejecutivo para adelantar el alza del Indicador de Costos de la Salud (ICSA), una suerte de IPC del rubro.

Esta medida -que ayudaría a mitigar en lo inmediato el momento financiero de las isapres, producto de los fallos de la Corte Suprema que obligan a reducir cobros- fue incluida en el proyecto de Ley de Reajuste del Sector Público, dentro de un capítulo de disposiciones misceláneas que no tienen relación directa con esta alza salarial.

Esta iniciativa -que debe estar resuelta antes de Navidad- es una jugada de emergencia y complementaria a la llamada Ley Corta de Isapres, que se tramita en forma más pausada en el Senado.

El problema para la ministra es que todas las bancadas oficialistas le quitaron el piso a la norma ingresada por la Cámara en la ley de reajuste, pues la consideran el inicio de un salvataje encubierto para las isapres.

Sin embargo, el temor ante el posible desmoronamiento del sistema de previsión en salud es mayor, admiten autoridades del Ejecutivo. “Una espada de Damocles”, según definió la misma Aguilera.

Ello obliga a la titular de Salud y al gobierno, en general, a disimular el rubor y apostar por una estrategia inusual y desesperada: tratar de aprobar la polémica iniciativa en la Cámara con el respaldo de la oposición (Chile Vamos y los republicanos hoy suman 61 votos).

Con ello se necesitaría solo un puñado de votos oficialistas (10 a 20). Por lo tanto, cada ausencia, como la de Helia Molina, pasa a ser sensible, en vista del ajustado equilibrio de fuerzas en la Cámara.

El día más largo

La jornada de este lunes será tensa para la secretaria de Estado, que atraviesa por una delicada situación política dentro del propio oficialismo.

La falta de apoyo en la misma coalición gubernamental, donde incluso hay algunos, como el diputado Tomás Lagomarsino (independiente radical), que han deslizado la posibilidad de acusarla constitucionalmente por la crisis de las isapres, se agravó.

A ello se suma la relación tirante que tiene con el presidente de la Comisión de Salud del Senado, Juan Luis Castro (PS), cuyo protagonismo ha desplazado a Aguilera en la conducción de las negociaciones destinadas a encontrar una salida.

Además, la jornada legislativa será especialmente larga para la titular del Minsal.

De partida, la Comisión de Hacienda, que aún no se pronuncia sobre el punto que atañe a las isapres, se reunirá a las 10 horas para terminar de votar el proyecto de reajuste que ya suma 107 artículos, incluyendo el capítulo de variedades.

La sesión de sala, en tanto, que comenzará a las 17 horas, podría extenderse hasta la noche del lunes dada la cantidad de votaciones separadas que podrían solicitarse.

En particular, la medida en favor de las isapres, que la misma presidenta de la Comisión de Hacienda, Gael Yeomans, la definió como la norma “ultrapendiente” del proyecto, será una de las más conflictivas del “superlunes”, que además estará marcado por el resultado del plebiscito y otros episodios, como la inminente acusación al ministro de Vivienda, Carlos Montes.

Desfonde oficialista

Incluso, a pesar de que la mesa directiva del PPD y la Comisión de Salud del PS dieron su apoyo a las gestiones del gobierno para resolver la crisis de las aseguradoras privadas, ambas declaraciones se referían en particular a la llamada Ley Corta de Isapres (que se discute en el Senado) y no tuvieron mayor efecto para alinear a los diputados del Socialismo Democrático.

Marta González, jefa de bancada del grupo PPD-Independiente, confirmó que tienen una “mirada crítica” y adelantó que probablemente rechazarán en bloque el artículo sobre las isapres, considerando la ausencia de la diputada Molina, quien tal vez pudo haber sido el único apoyo en ese comité.

En todo caso, dentro del PPD, el exsenador Guido Girardi ha sido el principal defensor de la ministra. Fue el articulador de la declaración de la mesa, por la que venía abogando desde el lunes pasado. En una cita del oficialismo, realizada el 4 de diciembre en la sede del PS, también emplazó a las directivas a respaldar a la jefa del Minsal.

Entre los 13 diputados del PS, en tanto, el cuadro está dividido. Incluso, los cinco legisladores que votarían a favor lo harían a regañadientes.

El miércoles pasado, Aguilera se asomó por algunos minutos a la reunión de almuerzo de los socialistas, quienes le hicieron varias quejas. Una de ellas es que cada vez hay menos disposición a asumir los costos de ser el sustento del gobierno, mientras que el Frente Amplio y el Partido Comunista tienen libertad para desmarcarse.

Dentro del PS, la gran aliada de la ministra es su presidenta, la senadora Paulina Vodanovic. Sin embargo, ella tampoco tiene pleno manejo de sus parlamentarios.

El PC y el Frente Amplio, por su parte, mantienen su crítica a la decisión de haber mezclado el reajuste -que venía avalado con un acuerdo con los empleados fiscales- con un asunto como el tema de las isapres.

Según el jefe de bancada del PC, Luis Cuello, si no se separan ambos temas, no apoyarían la medida en favor de las aseguradoras de salud. En la misma posición están los legisladores frenteamplistas.

Sin embargo, para tratar de alinear más votos oficialistas, este viernes Aguilera se reunió con la diputada Yeomans.

La misma secretaria de Estado adelantó el martes pasado en la Comisión de Salud de la Cámara que la idea es trabajar un acuerdo complementario al proyecto que debe votarse el lunes. “Estos elementos relacionados con la mejoría de la industria (de las isapres)..., estamos disponibles para recogerlos en un protocolo de acuerdo... Entendemos lo incómodo que es, que este proyecto haya tenido que adelantarse y entre en una ley de reajuste, que no es lo natural frente a una situación de salud, pero tenemos una espada de Damocles que es tener que dar respuesta al sistema sin esperar a que se descompense”, explicó.

Marcel dubitativo

Dentro del gobierno, la situación tampoco es auspiciosa para la secretaria de Estado. Hace semanas que figura en los rumores de un cambio de gabinete, y en los últimos días trascendió que el ministro de Hacienda, Mario Marcel, no era partidario de mezclar el reajuste con las isapres.

De hecho, el mismo Marcel desestimó juntar ambos temas el pasado 28 de noviembre, cuando se despachó la Ley de Presupuestos. “No lo tengo en mi radar... Uno no puede abusar de ese proyecto (de reajuste) incorporándole materias excesivamente complejas”, dijo.

También en una reunión con senadores, el pasado miércoles 7, en La Moneda, el titular de Hacienda habría sincerado sus dudas, según admitieron tres asistentes.

Por lo tanto, algunos responsabilizaron a Aguilera de haber defendido la idea de mezclar ambos temas. Esa versión, sin embargo, es negada por cercanos a la ministra.

El problema de esa jugada legislativa es que no tenía piso entre los diputados del oficialismo, que, además, se quejaron de que el gobierno tampoco les avisó que usarían la ley de reajuste para apurar una medida transitoria para las isapres.

“La ministra nos señaló que esa era la idea del gobierno, que lo estaban conversando con el oficialismo, porque no tenían más espacio”, comentó el senador Sergio Gahona (UDI), integrante de la Comisión de Salud del Senado, que estuvo en esa cita en La Moneda.

Sorpresivamente, ante el desamparo en el que ha quedado la secretaria de Estado en el propio oficialismo, Gahona ha sido uno de sus nuevos aliados.

De hecho, el miércoles pasado se ausentó por varios minutos de la sesión de esa tarde para sostener conversaciones con diputados de la UDI, de RN y del Partido Republicano, con el fin de alinearlos detrás de la propuesta transitoria del gobierno para las isapres en vista del inminente desmarque oficialista.

Al igual que los otros integrantes de la Comisión de Salud, Gahona -quien volvió a reunirse el jueves con la ministra- comparte la preocupación de que, si el sistema privado se cae por insolvencia, provocará una crisis mayor.

Quiebre con el piñerismo

Pese a la colaboración del legislador gremialista, la relación entre Aguilera y la oposición tampoco está pasando por un buen momento.

En enero de este año, cuando la discusión de una Ley Corta de Isapres recién comenzaba, la ministra recibió una defensa cerrada de exautoridades del gobierno de Sebastián Piñera.

“Es una persona muy inteligente, ella entiende bien lo que puede ocurrir”, dijo el extitular del Minsal Enrique Paris, en enero.

Incluso, fueron estas propias exautoridades las que, en junio, operaron activamente para desactivar una acusación de los republicanos en contra de Aguilera.

Jaime Mañalich fue uno de los primeros en salir a defender a la doctora. “Una acusación constitucional contra ella es completamente improcedente y ojalá fracase. La ministra debe ser mantenida en su puesto a cualquier costo”, dijo el extitular del Minsal a Emol TV.

En el piñerismo había un especial agradecimiento por su papel dentro del comité experto que colaboró en la pandemia. Desde ahí han mantenido la comunicación. Incluso con la exsubsecretaria de Salud, Paula Daza, trabajó en la UDD hasta antes de ser nombrada ministra.

Sin embargo, Aguilera tomó un camino que la distanció ideológicamente de la derecha. Si bien a inicios de su gestión tuvo roces con el Frente Amplio, luego se desentendió de las comisiones técnicas que creó el senador Castro y -a juicio de algunas exautoridades- se terminó plegando al ala más “dura” antiisapres.

El quiebre definitivo vino cuando el gobierno desechó la fórmula de la mutualización para recalcular el monto que deben devolver las prestadoras, así como la propuesta transversal de una reforma a la salud. Aguilera les comunicó directamente que no tomaría esa propuesta.

Una muestra de ello se dio en un intercambio de cartas en El Mercurio, a principios de diciembre.

“Plantear que el gobierno busca de facto terminar con las isapres se ha vuelto un lugar común entre algunos expertos en salud, varios de ellos con vínculos en dicha industria”, sostuvo la titular de Salud, en referencia a quienes formaron parte de los comités creados por Castro.

“Lamentamos su argumentación inicial... La ministra de Salud minimiza el análisis de algunos de los integrantes del comité técnico porque, según declara, varios tienen vínculos con dicha industria”, contestaron un día después Daza y Paris.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.