Cuando alguien se enamora, el cerebro libera una variedad de sustancias químicas, que producen diferentes respuestas al actuar de la persona. Esta es su explicación.
14 feb 2024 05:50 PM
Cuando alguien se enamora, el cerebro libera una variedad de sustancias químicas, que producen diferentes respuestas al actuar de la persona. Esta es su explicación.
La hormona de la felicidad, la hormona del amor, la hormona del placer… Habitualmente escuchamos los nombres de estas sustancias que nuestro propio cuerpo genera. Pero: ¿qué son, cómo surgen y cómo podemos estimularlas?
Una investigación que tomó 15 años mostró soprendentes resultados sobre el papel de esta hormona en las relaciones amorosas.
Sondeo del Centro Miintimidad, señala que 61% de las parejas de aquellos que roncan, reconoce que su sueño y capacidad de descanso se ve alterada. Algo que para el 39% implica además, sentir mucha rabia. Especialistas dicen que muchas parejas llegan a terapia por esa causa.
Las mamás suelen tener la palabra indicada para los malos momentos. Al parecer, esta misma “magia” puede servirnos en tiempos de encierro: la voz de ellas al teléfono, o en una videollamada, puede tener casi el mismo efecto que un abrazo. Todo gracias a una pequeña hormona en el fondo del cerebro.
Elevados niveles de oxitocina -la llamada hormona del amor- caracteriza a los niños que padecen el desconocido Síndrome de Williams.
De acuerdo a la investigación, la sensibilidad de los perros a la hormona oxitocina estaría directamente relacionado con su disposición a pedir ayuda a humanos.
Un estudio comprobó que cuando el dueño mira a su mascota a los ojos provoca un incremento de una sustancia química en su cuerpo que produce sentimientos de amor.
Un tipo especial del gen receptor de la oxitocina permitiría desarrollar una mayor capacidad para ponerse en el lugar de los demás y también reducir sus niveles de estrés.
Hasta hoy, la oxitocina sólo se relacionaba con apego madre-hijo y confianza. Pero una nueva investigación también la asocia a sentimientos como envidia y malicia.