No sólo en la cabeza del entrenador rosarino no es coherente la idea de que su sobrenombre apele a la insanidad mental. Acá, un puñado de ocasiones en que el adiestrador que fundó la revolución futbolística que tiene a Chile como uno de los mejores equipos del mundo, fue acusado de tomar decisiones incautas, raras o simplemente poco convencionales y, cómo no, el tiempo le dio la razón.
Gabriel Labraña
9 ago 2017 11:48 AM