Luminosa y al mismo tiempo sombría e indescifrable, la capital de Corea del Sur es el símbolo de un país que aspira a convertirse en la tercera economía mundial para el año 2050. Vitrinas y neones le dan su look de ciudad global; pero en otros rincones, y ahogados entre rascacielos y el ruido, habitan aún el silencio, la fe y la tradición.
Pedro Bahamondes Ch.
1 dic 2017 06:56 PM