Bauhaus remueve sus máscaras en un nuevo libro

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Kevin Haskins, baterista de la legendaria banda de post punk, habla con La Tercera de la publicación de Bauhaus undead. En el volumen, el músico reconstruye la historia del cuarteto inglés con fotografías inéditas y recuerdos personales.


Bauhaus undead es el nombre del libro escrito por Kevin Haskins, baterista de la emblemática banda de post punk Bauhaus. Se trata de 316 páginas de material fotográfico inédito y de colección, presentado en una edición de lujo que incluye artículos como flyers, entradas de conciertos, posters, setlists, itinerarios de giras e incluso contratos discográficos. Su lanzamiento marca la culminación de un proceso de tres años para poder reconstruir el pasado de la banda.

Haskins, junto a su hermano David J, el guitarrista Daniel Ash y la voz del icónico Peter Murphy, los de Northampton pasaron a la historia como los padrinos indiscutidos del rock gótico, encontrándose de pronto a la cabeza de una escena que incluiría a nombres como The Cure, Siouxsie And The Banshees o The Sisters Of Mercy. Entre 1978 y 1983, el cuarteto publicó cuatro placas cuya influencia es aún indiscutida. Reformados brevemente en 1998, en medio de la irrupción alternativa de aquella década, actos como Smashing Pumpkins, Radiohead, Massive Attack o Björk no dejaban de nombrarles como un referente esencial. Su segunda aparición post mortem, para la edición 2005 del festival Coachella, los presentó ante una nueva generación que recibió en el año 2008 su último trabajo discográfico, Go away white.

"La mayoría de las cosas en el libro son de mi colección. Sólo quería que fuera mi propio trabajo y contar todo desde mi perspectiva. Hace como tres años, un amigo me sugirió que juntara mis objetos preciados en un libro de mesa, y le agradezco por eso. De otra forma, todavía tendría todas esas cosas guardadas en cajas en mi sótano. Hay algo hermoso acerca de sostener un libro y tocar sus páginas. Es como lo que sucede con un vinilo, si es que hablamos de música. Ahora que todo es digital, es refrescante producir objetos de este tipo, que pueden ser contemplados y tomados", señala Haskins al teléfono desde Los Angeles, donde reside desde hace 25 años.

Mezclando el glam de T. Rex, la excentricidad de Brian Eno y, por supuesto, el magnetismo y energía de Bowie e Iggy Pop, la banda no estuvo completa hasta que el hermano de Kevin, David J, se unió a las filas tomando el bajo. La primera canción que tocaron juntos, Bela Lugosi's Dead, comandada por la voz cavernosa de Peter Murphy, cambiaría para siempre la escena del post punk inglés. Su atmósfera severa, con influencias marcadas del dub y el krautrock, tuvo un impacto sísmico y su esencia tenebrosa quedó inmortalizada cuando la banda la interpretó en los créditos iniciales del vampiresco filme de culto de 1983 The Hunger, realizado por Tony Scott y protagonizado por Catherine Deneuve, Susan Sarandon, y el mismísimo David Bowie.

"Habíamos formado la banda un par de meses antes y esa fue la primera canción que ensayamos cuando David J. se nos unió. El trajo las letras y se las pasó a Peter, y simplemente comenzamos a tocarla de inmediato. Fue algo que pasó en la sala de ensayo de forma espontánea y supimos en el momento que era algo especial, eso se presentía, pero no teníamos cómo saber que estaría a la cabeza de los charts independientes por dos años, lo cual fue impresionante. Es uno de esos momentos especiales y mágicos. Me gusta pensar que hay otras fuerzas que están en juego cuando eso pasa, algo en el Universo, una bendición que se nos dio. Todo pasó muy orgánicamente y no teníamos cómo saber cuán exitosos e influyentes nos volveríamos, éramos simplemente cuatro chicos jóvenes que querían hacer música única", dice.

Pero no todo es oscuridad, pues Kevin Haskins muestra en éste trabajo un lado casi desconocido de la banda, marcado por la camaradería y el buen humor, bastante distante del imaginario lúgubre que inundaba su música.

"La idea era celebrar la banda y evitar sacar los trapos sucios o contar cosas que pudieran molestar al resto de los miembros (risas). Con eso en mente, quise enfocarme en las experiencias grandiosas que tuvimos, ya sea con Bowie, con Iggy Pop, con Nico, en cosas divertidas, como cuando se nos ocurrió comprar una carroza fúnebre para llegar en ella a los conciertos. Cosas así reviven los buenos tiempos, y esa fue una de mis motivaciones. Hay muchas fotografías que yo tomé donde salimos bromeando o simplemente haciendo estupideces. Es algo interesante para los fans o para quienes hayan tenido la idea de que éramos unos tipos serios y apesadumbrados", explica.

Mientras repasaba la historia de la banda ¿asomaron por su mente planes de una nueva reunión?

Lo hicimos tan bien cuando nos reunimos hace un par de años, que no sé si es algo que debiera hacerse nuevamente. Hay cosas que no tienen que tocarse. Es muy importante conservar el legado y no creo que sea buena idea hacer algo así. A cada uno de los miembros les hice llegar una copia firmada del libro, y todos me dijeron que había hecho un trabajo grandioso. Fue muy importante para mí contar con su bendición.

La propuesta de ustedes estaba altamente influenciada por el glam rock, por íconos como Marc Bolan y David Bowie. ¿Cómo le impactó la noticia de su fallecimiento?

Estaba extremadamente triste, me junté con unos amigos y fuimos a un bar cerca, éramos como 10 y necesitábamos celebrar su vida y llorar un poco. En el lugar, pusieron su música para nosotros y luego tocó una banda tributo. Nos emborrachamos y lo pasamos increíble celebrando su música y su vida. Fue algo devastadoramente triste. Si uno escucha Blackstar, él estaba reclamando su genio nuevamente y queda la sensación de que tenía tanto por hacer aún.

¿Qué fue lo que más lo marcó de su música?

Si le preguntas a cualquier miembro de cualquier banda de post punk o de punk en Inglaterra si es que vieron a David Bowie tocando Starman en el programa Top Of The Pops, pues todos te dirán que quedaron impactados con esa interpretación. Puede que hoy en día el personaje de Ziggy Stardust parezca algo inofensivo, pero en ese entonces era algo chocante, místico, andrógino y estimulante. Creo que esos tres minutos fueron un momento decisivo, que cambió a muchos músicos. Su impacto fue extremadamente clave para la evolución de la música.

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