Un divorcio arriesgado

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Rivas y Mardones, la dupla número uno de Chile, no irán juntas a la clasificación olímpica. La llegada a la arena de Chris Vorpahl cambió los planes.



La dupla de Francisca Rivas y Pilar Mardones se ha consolidado como la número uno de Chile en el vóleibol playa. Sin embargo, hace unas semanas que no entrenan juntas, sino que complementan otras parejas. La primera, con Chris Vorpahl, que regresa a la arena, y la Pili con Paula Vallejos. ¿Por qué cambiar, cuando la clasificatoria a los Juegos Olímpicos está tan cerca?

Rivas explica que el cambio se dio "por el head coach, él decidio cambiar de duplas". "El entrenador prefirió hacer dos duplas fuertes para la Continental Cup. El técnico siempre elige. Puede ser una estrategia efectiva. El equipo completo, las cuatro jugadoras, tiene que estar dando el 100% siempre", agrega Mardones.

La Continental Cup es un torneo clasificatorio por equipos que da dos cupos a Tokio 2020 y donde Chile está en semifinales, que jugará en marzo en Venezuela. Para algunos, es mejor tener una sola dupla fuerte, que dos de menos calidad. El sistema de partidos es jugar un compromiso contra las pareja uno y dos del otro país y si hay empate, un duelo extra al que puede ir cualquiera jugadora. Es decir, una dupla estelar puede disputar tres puntos clave.

Pero para Paulao, el técnico brasileño de las selecciones chilenas, la apuesta es tener dos parejas fuertes y puede tener razón, pues se incorporó a los trabajos hace unas semanas Chris Vorpahl, una de las mejores jugadoras chilenas de vóleibol de la historia y que la temporada pasada jugó la liga de vóleibol tradicional en Chipre, la primera chilena en jugar en Europa. "Yo creo en el técnico, él cree que es la mejor opción para Chile", analiza la recién incorporada.

Desde hace un mes que Chris y su hermana Nicole se integraron a los trabajos de las selecciones femeninas y aunque hicieron equipo un par de días, Paulao determinó el cambio. "Tomamos esa decisión de juntar a Chris con Rivas y a Pilar con Paula para intentar formar dos duplas que sean competitivas de cara a la Continental Cup. La idea es tener dos parejas fuertes, han podido jugar bien, lo han demostrado en las competencias nacionales", señala el entrenador brasileño.

El cambio de parejas se hizo pensando en esta clasificatoria, pero lo cierto es que el camino para que el vóleibol de playa femenino de Chile llegue a unos Juegos Olímpicos aún se ve muy cuesta arriba. Por eso, las jugadoras piensan también en las proyecciones hacia los Juegos Panamericanos de Santiago 2023. Si estas parejas se mantendrán en el futuro es un asunto que aún no se analiza y los resultados en las próximas semanas serán fundamentales para eso. "¿El futuro? Nadie lo sabe", responde Mardones.

"En este momento pensamos en esto (la Continental Cup) nada más, en marzo y esa fase en Venezuela. Queremos pasar esa fase. El regreso de Chris a la arena nació de una idea de ella, que quería practicar mirando a Santiago 2023, pero por qué no pensar también en la posibilidad de la Olimpiada. Juguemos esa posibilidad y después veremos las cosas con continuidad", explica Paulao.

Vorpahl tiene el asunto muy claro: su gran objetivo son los Panamericanos: "Yo no me metí pensando en los Juegos Olímpicos, sino en Santiago 2023, lo otro es una anécdota. Recién estoy en esto y siento que me falta aprender mucho, no tengo un nivel alto".

La Federación de Vóleibol de Chile informó también las parejas masculinas que competirán en Coquimbo: los primos Marco y Esteban Grimalt y los líderes del ranking nacional, Vicente Droguett y Stephan Lindemann.

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