Soledad Alvear: “Espero que las relaciones con el gobierno sean buenas; los problemas del fútbol requieren la voluntad de todos”

Soledad Alvear fue electa como miembro del Tribunal de Honor, por los próximos cuatro años. Foto: Mario Téllez.

La histórica exministra fue electa esta semana como miembro del Tribunal de Honor de la ANFP. Aquí habla de este desafío, de su futuro en la política, de la inspiración de su padre y de prohibir el ingreso de los deudores de pensión alimenticia a los estadios.



Soledad Alvear (Puente Alto, 17 de septiembre de 1950) sorprendió esta semana como flamante miembro del Tribunal de Honor de la ANFP por los próximos cuatro años. La abogada y exministra de los gobiernos de Patricio Aylwin, Eduardo Frei Ruiz-Tagle y Ricardo Lagos fue elegida con la primera mayoría por el Consejo de Presidentes. En esta conversación repasa su vida ligada al fútbol, a partir del trabajo de su padre, Ernesto Alvear, uno de los artífices del Mundial de 1962, y luego como secretaria de Estado y parlamentaria.

¿La tomó por sorpresa esta designación?

Me habían dicho hace tiempo que mi nombre les interesaba porque tenían interés en contar con una mujer. Esto fue hace unos meses y me desentendí. Me pilló de sorpresa, porque apareció en la prensa y recién el miércoles me notificaron oficialmente.

¿Qué le pareció ser la primera mayoría?

Sorpresivo. Por supuesto, muy gratificante. Quiere decir que existe confianza para el desarrollo de esta labor. La función del Tribunal de Honor, de acuerdo con sus estatutos, es relativa a conocer distintas situaciones que puedan producir los presidentes de los clubes de fútbol. Me sorprendió mucho la alta votación, la que agradezco muchísimo.

¿Usted conocía a Pablo Milad o a alguien del directorio de la ANFP?

A nadie. No conocía a nadie de la ANFP. Los conocí en las épocas de mi padre, pero actualmente no. La última vinculación más directa que tuve fue cuando Magallanes, mi equipo, cumplió 100 años y me nombró presidenta honoraria. Mi papá fue siempre de Magallanes y esa es la razón por la que me hicieron ese honor. Es mi equipo de fútbol, lo sigo permanentemente, y este año ha dado grandes satisfacciones.

¿Cómo toma ser la única mujer en el Tribunal de Honor?

Me dijeron que era la primera mujer, pero no estoy segura para afirmarlo. No es primera vez que soy la única. Estoy justamente en este momento en mi escritorio y miro la foto del gabinete del Presidente Aylwin y soy la única mujer. Después me tocó ser la primera canciller mujer y antes fui ministra de Justicia, pero ya habían realizado esa labor dos mujeres con antelación...

Llega justo en un momento donde hay controversia entre el gobierno y la ANFP por los mensajes de WhatsApp filtrados acerca de la medida de prohibir el ingreso a los estadios a los deudores de pensión de alimentos. ¿Qué le parece esta situación que tensionó las relaciones con el gobierno?

Yo espero que las relaciones sean buenas. La verdad es que los problemas que el fútbol tiene hoy requieren la voluntad de todos. En primer lugar, se requiere superar la violencia en los estadios. Mientras ello no ocurra, no vamos a tener ese fútbol en que iba la familia completa a los estadios, que es lo que me ocurrió cuando niña. Eso es inviable hoy con la violencia que se produce y los desastres que hay cuando terminan los partidos o en el desarrollo de los mismos. Por otro lado, se necesitan más recursos. Los recursos que deben proveer los clubes, pero al mismo tiempo se requiere un apoyo necesario del gobierno. Adicionalmente, se debe fortalecer a los clubes deportivos. Voy a mirar con atención ahora qué pasa en otros países con situaciones económicas difíciles de América Latina, donde tienen clubes con más recursos y mejor organización. El problema fundamental está en que la gente no está yendo al estadio y, además, el fútbol ha bajado su calidad. Hay varios problemas que requieren un trabajo conjunto con la ciudadanía. Me encanta la idea de que el fútbol vuelva a ser lo que era antes. No hay papá o mamá que no me exprese sus ganas de ir al fútbol, pero ahora lo ven por televisión, si es que.

Pero volviendo a la pregunta anterior, y como exministra de la Mujer, ¿es partidaria de prohibir la entrada a los deudores de pensión?

Yo creo que el no pago de las pensiones alimenticias de parte de los padres y de algunas mamás, que también ocurre, es realmente inconcebible, porque es evidente que la responsabilidad que se tiene como padre con respecto a sus hijos es fundamental y no puede quedar sin su pensión de alimentos quien está a cargo de esos niños. La madre, en un porcentaje altísimo. Creo que es bien importante asegurar que se paguen las pensiones de alimentos. Y si esta medida contribuye, será una buena medida. Siempre están primeros los niños. Y a veces la pensión de alimentos es el único recurso que tiene la persona que está a cargo de los niños.

El senador Matías Walker decía que ojalá usted pudiera ver los temas de conflictos de interés en los clubes y la multipropiedad. ¿Qué opina de eso y cómo podría ayudar desde el Tribunal de Honor?

Lo primero que tengo que hacer es enterarme de la situación, conocer bien los antecedentes. Yo trato de ser extraordinariamente responsable en lo que voy a realizar en cada una de las labores. No puedo pronunciarme y ni siquiera hemos tenido la primera reunión, que será la próxima semana. Entonces, me parece que tenemos que conversar, elegir quién va a ser el presidente y el secretario del Tribunal de Honor, y a continuación tenemos que ver los antecedentes que se tengan. También tengo que conocer cuál ha sido el trabajo que el Tribunal ha realizado con antelación. Hay algunos miembros que permanecen, de manera que es posible trabajar con ellos y recoger su experiencia. Y lo que pueda hacer a continuación, lo voy a hacer de todas maneras si es necesario.

¿Le gustaría presidir el Tribunal?

No me mata, ojalá lo presida otra persona. La próxima semana se va a saber.

Pero usted fue la primera mayoría, eso igual pesa...

Es verdad, fui la más votada. Además, para dar señales de que las mujeres podemos estar en distintos espacios y ocuparlos. Habrá que ver qué es lo que pude o no realizar y, en ese contexto, evaluar el desempeño. Pero yo creo que las anteriores funciones que he tenido, por lo menos, las asumí con mucha responsabilidad e intenté llevar adelante todas las tareas que fueron posibles efectuar, y es lo mismo que voy a hacer acá.

La ANFP ve su figura como un factor clave para armonizar la relación con el gobierno, dado su trayectoria y sus buenas relaciones transversales. ¿Lo ve como un valor agregado?

Yo creo que el poder conocer a personas que ocupan diferentes responsabilidades tanto en el Poder Ejecutivo como en el Poder Legislativo puede ser una colaboración y una ayuda importante. En fin, yo desplegaré, con las responsabilidades que debo asumir, todas las tareas que sean importantes de llevar adelante dentro de las atribuciones que establecen las normas.

También en el Tribunal hay más personas vinculadas a la política, como el exdiputado Marcelo Forni.

Así vi. Coincido con él también en el Consejo de Relaciones Internacionales de la Universidad Católica. Hay varios colegas abogados...

Soledad Alvear, posando hace algunos años con los recuerdos del Mundial de 1962. Foto: Pedro Rodríguez.

Usted además está dedicada al arbitraje. ¿Cómo ha sido esa experiencia?

La Cámara de Comercio de Santiago tiene una lista de árbitros y muchas personas que interponen demandas prefieren recurrir a un árbitro que ir a los tribunales. El arbitraje tiene características de mayor celeridad de resolución de los casos y se puede ir interactuando junto con el juez o la jueza árbitro. Tengo la posibilidad de conocer las normas de arbitraje y cuando fui canciller me tocó mucho negociar tratados de libre comercio entre los distintos países, trabajo en materias diplomáticas... Entonces, tengo alguna expertise en mediar situaciones, encontrar soluciones y resolver cuando estas no se produzcan.

¿Le ha tocado arbitrar a entidades vinculadas al fútbol?

No me ha tocado.

Hablemos de Magallanes. ¿Qué le pareció la salida de Nicolás Núñez?

No entendí mucho la salida, porque creo que le dio a Magallanes triunfos muy importante. Es una persona joven, que tenía un estilo de trabajo especial que le hizo muy bien a Magallanes. No tengo mucho conocimiento para emitir una opinión. Me llamó la atención, eso sí.

Usted ha visto a muchos equipos de Magallanes y contaba que tiene una relación de toda la vida. ¿Cómo es ese vínculo?

Yo encuentro que estaban haciendo una buena labor este año. Con él ímpetu de los primeros meses hay que continuar. Yo tengo mucha esperanza. Además, tengo algo sentimental vinculado al Magallanes. Cuando fui senadora logré que la Bandita fuera Tesoro Humano Vivo. En momentos donde vemos la violencia en los estadios, que haya una bandita que no agrede al adversario, sino que estimula y apoya al equipo, es algo muy bueno. Recuerdo que cuando falleció mi papá, la bandita nos acompañó en el Parque del Recuerdo para su última morada acá en la tierra.

¿Conoce al dueño de Magallanes, que es un representante de jugadores?

No lo conozco. He estado alejada del Magallanes, solo he ido como NN a algunos partidos, como persona que le gusta el fútbol. Pero solo eso. Nada más.

En su época de senadora usted fue parte de la Ley de Federaciones Deportivas...

Exactamente. Fue una larga tramitación y en ese entonces a la ANFP no le gustaba mucho.

¿Y ahora le gustará?

No sé, prefiero no emitir opinión, porque no tengo los antecedentes como para formarme yo una opinión, pero ya la tendré más adelante.

¿Qué opina de la Ley de Sociedades Anónimas, que el gobierno quiere modificar?

No la he estudiado en estos momentos ni tampoco sé los efectos que esta ha tenido. Cuando se discutió en el Congreso, me parecía interesante que existiese sociedades que aportaran recursos para que el fútbol pudiese florecer nuevamente. Si eso se ha logrado o no... Yo veo a los clubes bien pobres. No sé si cumplió el objetivo.

¿Tiene algún objetivo en el Tribunal de Honor?

Me voy a interiorizar. Insisto en que la labor del Tribunal está radicada en los conflictos y problemas que puedan suscitarse por parte de los presidentes de los clubes. No más; no tenemos nada que ver ni con los jugadores ni con la organización en general. Lo digo, y ojalá lo ponga, porque hay demasiadas expectativas que han surgido de mucha gente por mi llegada al Tribunal de Honor. “Ahora se va a arreglar el fútbol”. ¡Por favor! Ojalá alguien pueda asumir esa responsabilidad, que no es estar en el Tribunal de Honor.

En cuanto a la política, ¿usted está totalmente retirada o puede surgir la opción de postular a un cargo público estando en el Tribunal?

No, no tengo intención alguna. Cuando cumplí mi periodo de ocho años como senadora, después de haber sido tres veces ministra, señalé públicamente que era mi última responsabilidad desde el punto de vista electoral. Por supuesto que me interesa la política, yo formo parte de Amarillos, pero no tengo ninguna responsabilidad política y no me voy a presentar a ningún cargo. No me presentaría ni para presidente de curso.

Pero aquí al menos ganó holgadamente una votación…

Pero este trabajo es absolutamente ad honorem. Negativamente señalan que una vez más esta política o los políticos quieren ocupar cargos para seguir ganando plata. No, acá no hay nada de remuneración. Mi única actividad remunerada es el arbitraje. Tengo dos cargos ad honorem en la Católica, pertenezco al directorio de la Fundación Las Rosas y estoy vinculada a muchas universidades en España y otros países, pero ya ningún cargo de responsabilidad política y no aspiro a ninguno.

¿Qué le dijo su familia cuando se enteró de su llegada al fútbol?

Mi marido (Gutenberg Martínez) está contento, mis hermanas están felices porque todos pensamos en mi papá que debe estar muy contento en el cielo, y espero que me ayude y me inspire. Y, por otra parte, dos de mis tres hijos son muy fanáticos del fútbol, sacaron la veta de su abuelo, y tengo un nieto que juega fútbol. Estoy rodeado de personas que aman el fútbol.

Queda la sensación de que usted es más futbolera que su marido.

A Gutenberg siempre le ha gustado el fútbol, pero yo tengo más vinculación, por razones obvias. Desde la cuna. Yo estudiaba en el Liceo 1 para el Mundial del 62, y me iba caminando al Hotel Carrera, al piso 15, donde funcionaba la organización del Mundial. Entonces, me iba a ver a mi papá todos los días y hacía las tareas allá. Conocí a Pelé, a los jugadores… Es una cosa de piel que uno tiene.

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