Pablo Squella y el caso Duco: "En Chile tenemos altos niveles de dopaje"

DUCO

A raíz del castigo de tres años a Natalia Duco, quien fue ministro, atleta y presidente de la CNCD asegura que los problemas de la lanzadora van mucho más allá.



Pablo Squella tiene curriculum como pocos para hablar del caso de dopaje de Natalia Duco. Exatleta olímpico, récord nacional de velocidad, exministro del Deporte y exjefe de la Comisión Nacional de Control de Dopaje, asegura con cierta pena que todo el asunto podría haberse evitado.

"El tribunal consideró atenuantes, pues según el Código Mundial Antidopaje y de acuerdo a la sustancia encontrada, le corresponderían cuatro años de suspensión. Hay precedentes en otros países que se ha rebajado la sanción. Lamento lo sucedido a Natalia, pero las normas deben ser respetadas", señala Squella.

Todo el asunto de una de las mejores atletas nacionales de historia es "lamentable, así como lo han sido los otros casos anteriores. No le hace bien ni al atletismo ni al deporte chileno", considera el especialista.

Todo un problema innecesario, según su opinión, pues "el cuerpo humano, con buen entrenamiento y basándose en las ciencias del deporte, es posible llevarlo a rendimientos muy elevados, sin recurrir a sustancias externas".

Más duro aún en su análisis, Pablo Squella considera que el error de Natalia Duco no fue únicamente el que la condujo al positivo por GHRP-6, sino que venía de antes. "Ella siempre fue controlada como una deportista perteneciente al grupo registrado de control, y su nivel, desde juvenil hasta adulta, era muy parejo. Siempre he considerado que Natalia podría lanzar sobre los 20 metros, pero creo que no se valió suficientemente de las herramientas disponibles tanto técnicas como fisiológicas para explotar al 100 por ciento sus capacidades", opina.

Squella se hace cargo también del contenido social de la actual estructura del deporte profesional. "El dopaje es muy complejo, porque también abarca una problemática sociológica: cientos de deportistas dependen de un rendimiento determinado para sobrevivir. En Chile, que es un país estable, tenemos altos niveles de dopaje y se debe a la pérdida de confianza y, en muchos casos, bajo desarrollo técnico de nuestros entrenadores. El dopaje atenta contra la médula del entrenamiento y el desarrollo de los técnicos", asegura.

Finalmente, el exatleta expone sus reparos al haber desestimado realizar la acreditación del laboratorio antidopaje de la Universidad de Chile: "El Estado suscribió la Convención Internacional Contra el Dopaje en el Deporte de la Unesco en 2011. Debemos ser consecuentes con ese compromiso, dejando de lado sectarismos políticos. Es lamentable que se bajara la gestión para acreditar ese laboratorio por parte del Ministerio. Un laboratorio acreditado en Chile hubiera sido una señal de nuestro compromiso. Además, se tomarían muchos más controles, a mucho menos valor y se cooperaría con el resto de Sudamérica en su propia lucha".

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