Niemann sigue sin poder despegar en el Tour Championship y llega a la cuarta ronda en la penúltima posición

Niemann sacando un hierro de su bolsa. (Cliff Hawkins/Getty Images/AFP)

Joaquín ha tenido un torneo complicado en el cierre de la temporada del PGA. Hoy quedó igualado con el campo y con dos golpes sobre el par en la general.



No ha sido el final esperado para Joaquín. Tras una temporada donde volvió a brillar en el PGA Tour, el último campeonato de los playoffs parecía ser la oportunidad perfecta para coronar su figura dentro del circuito de golf más importante del mundo. Pero en Atlanta no ha podido dar con las respuestas. Tras tres rondas está penúltimo y con un +2 en la general.

Al East Lake Golf Club solo llegan los 30 mejores del año. Es la élite de la élite reunida. Un torneo donde los nombres pasan a ser leyendas, y en donde los errores se pagan muy caro. Todo eso, ha complicado la partida de Niemann. No ha podido estar cómodo durante toda la semana y hoy no fue la excepción.

Pese a que comenzó bien con unos primeros nueve hoyos donde cosechó birdies consecutivos en el 6 y el 7, jugando muy bien desde tee a green, fueron dos banderas en el tramo final las que opacaron la jornada. Primero un bogey en el 12 que lo dejó comprometido, después el castigo máximo en el 14.

En esa bandera llegó un doble bogey que hundió la ilusión de Niemann. Su tiro de salida terminó en el rough y los problemas fueron evidentes. Pese a que intentó salir de ahí sin más daño, la pelota fue caprichosa y avanzó escasos metros. Esos dos golpes lo dejaban clavado en el fondo de la tabla.

De hecho, el talagantino estuvo durante gran parte del día en la última posición, algo que cambió, primero con el retiro de Brook Koepka, quien tuvo que restarse del torneo por molestias en su espalda. Y después por la mala ronda del norteamericano, Stewart Cink, quien finalmente igual logró superarlo en la general.

La ronda de Joaco siguió con un birdie en el 15 y paridad en las tres banderas finales. Dos golpes sobre el par en la general y a la espera de que el resto de los participantes terminen su jornada. Mañana deberá volver a salir al campo, con la misión puesta en escalar posiciones y poder terminar el último torneo del año con una sonrisa en el rostro. Hoy no pudo ser, pero a Niemann le gustan las revanchas.

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