Michael Clark Varela, el cerebro del negocio que convenció a Heller de vender la U

Michael Clark Varela, ingeniero comercial, mantuvo viva la operación que se había caído en septiembre de 2020. Sostuvo diálogo con el empresario y con las autoridades de Azul Azul para conocer cómo funciona el club. Su nombre es una apuesta fuerte para unirse al directorio tras la junta de accionistas de abril.



Mientras Carlos Heller oficializaba su salida de Azul Azul, a través de un comunicado, las oficinas de Sartor, administradora de fondos de inversión privado, aceleraba el proceso de traspaso del 63,07% de las acciones perteneciente al máximo accionista de la U, luego de que este último decidiera enajenar su participación al Fondo de Inversiones Privado Tactital Sport.

La confirmación llegó horas más tarde, casi en la madrugada del lunes, por la propia CMF. Y también por Sartor Finance Group: “Sartor se ha propuesto llevar adelante un proyecto acorde a la relevancia del club de fútbol Universidad de Chile, el que tendrá como ejes principales el más alto desarrollo institucional y la consecución de importantes logros deportivos”, decía el comunicado emanado por la empresa que se formó en 2012. Si bien exige un plazo máximo de 45 días para oficializar la operación a través de la OPA, lo cierto es que se espera que el proceso se cierre durante los próximos 21 días.

Los nuevos dueños de la institución, por disposición legal, se han mantenido en absoluta reserva. No se puede revelar su identidad hasta la publicación de la OPA (Oferta Pública de Adquisición) por todo lo que implica un negocio de esta envergadura, que involucra una suma cercana a los US$ 20 millones. Más por la sensibilidad económica que genera un deporte como el fútbol.

Según pudo averiguar El Deportivo, los nombres detrás de la compra están en la misma línea de quienes iniciaron las conversaciones con Heller, en julio de 2020. En aquella oportunidad, el timonel estudiantil no respondió a la oferta que se realizó por el 63,07% de sus papeles, que tuvo como plazo de vencimiento en 25 de septiembre. Su preocupación radicaba principalmente en las dudas que le generaba la presencia de representantes en la operación. “No voy a vender si no conozco al comprador. No me da confianza vender la U a alguien que no conozco”, decía el empresario a La Tercera. En aquella oportunidad, el negocio implicaba una fuerte inversión, pago de deudas y una inyección de capital de US$ 25 millones en cinco años –US$ 5 millones de los cuales se iban a invertir en el primer año–, además de potenciar el fútbol femenino y los cadetes de la U.

Lo cierto es que las conversaciones entre ambas partes continuaron. Pero con Heller metido de lleno en la operación. Ya no existían los interlocutores ni asesores que habían participado y truncado el proceso anterior. “Fue realmente mal asesorado, por gente que no tenía los intereses del club en mente”, decía Pedro Pablo Larraín, director ejecutivo de Sartor, durante el proceso anterior.

El exaccionista mayoritario de la U quiso saber en detalle quiénes llegarían a la institución. Y apenas lo confirmó, y luego de establecer una cláusula en el contrato que no permite el arribo de representantes o dueños de otros clubes, accedió a realizar el negocio. La decisión no dejó de impactarle pues según confiesan cercanos a Heller dio el sí con mucha pena. Por un asunto más sentimental, en todo caso, puesto que sus cercanos también apuntan que el empresario estaba consciente de que Azul Azul se había convertido en un “problema”.

Más allá de la lista nombres que se posiciona en Universidad de Chile, hay uno que destaca del resto. Se trata del ingeniero comercial y director de Sartor, Michael Clark Varela. No porque sea el principal inversionista, sino porque en todo este proceso actuó como cerebro de la operación. Fue quien mantuvo vivo el negocio después del traspié de 2020 y quien siguió en contacto directo con Heller en estos mes. De alguna manera, fue quien lo terminó de convencer de realizar el traspaso.

Michael Clark. FOTO: sartor.cl

Clark, fanático de la U, es egresado de la Pontificia Universidad Católica y casi toda su trayectoria profesional la desarrolló en la banca, en el área de inversión y finanzas, y mercado capitales. Penta, BBVA y Empyrean Capital Partners son parte de su CV ejecutivo con más de 20 años de experiencia, tanto en Chile como Estados Unidos. Hoy es director ejecutivo y socio fundador de Redwood Capital, la firma de asesoría financiera que también trabajó en la operación desde sus inicios. Desde esa dualidad de funciones, fue quien llevó la idea desde Redwood a Sartor.

Clark, por ejemplo, dialogó directamente con las autoridades de Azul Azul para ir interiorizándose de su funcionamiento. Además de con Heller, mantuvo contacto entre otras personas con Cristián Aubert, el actual presidente de Sociedad Anónima. Si bien todo se define en abril, en la próxima junta ordinaria de accionistas, el ejecutivo aparece como una apuesta firme para integrarse al nuevo directorio. De los actuales siete nombres que sumaba Heller a la mesa, solo se mantendrá Cristián Aubert en ejercicio y posiblemente como presidente, al menos en una primera etapa. Conca, Navarrete, Rojas, Miranda, Goldberg y Vargas dirán adiós. La U 2.0 alista su nueva era.

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