La maldición de jugar copas: la cruel tendencia que sumó a Curicó Unido y Magallanes en 2023

Curicó Unido y Magallanes fueron los equipos descendidos en 2023. FOTO: AGENCIAUNO

Tanto los torteros como la Academia participaron de los torneos Conmebol (Libertadores y/o Sudamericana) el año pasado y acabaron perdiendo la categoría. No son casos aislados. Desde 2018 en adelante, le ha sucedido a Temuco, la U. de Concepción, Coquimbo Unido, Huachipato (se salvó por secretaría) y Antofagasta.



Jugar competencias continentales es un privilegio desde lo deportivo, y una ganancia desde lo económico, por los cuantiosos premios que otorga la Conmebol. Y si se trata de un equipo de menor convocatoria, que no está acostumbrado a las mieles internacionales, aún más. Sin embargo, los últimos resultados dan cuenta de que participar de este tipo de certámenes, ya sea una Copa Libertadores o Sudamericana, termina siendo un problema. Es ponerse una mochila demasiado pesada, que complica a los equipos involucrados, hasta entrar en la pugna por evitar el descenso. Así sucedió en 2023.

Curicó Unido pasó de un sueño a una pesadilla en un año. Con Damián Muñoz al mando, el elenco de la región del Maule hizo una notable campaña en 2022, peleando arriba con Colo Colo y Ñublense, y clasificando a la fase 2 de la Copa Libertadores, un hecho inédito en su historia. Se reforzó con nombres importantes, como Omar Merlo y Tobías Figueroa, pero cayó en la eliminatoria ante Cerro Porteño. Además, no pudo ser local en La Granja, debiendo trasladarse al estadio Monumental. Meses más tarde, con varios entrenadores a cuestas, no pudo enmendar el camino y descendió.

Ganó apenas seis de 30 partidos en el Torneo Nacional. Cerró su participación en el último lugar de la tabla. La directiva tortera ya trabaja en la “Operación Retorno”, con Francisco Bozán como el nuevo entrenador.

Es una tendencia cruel que varios equipos que han disputado alguna de las copas finalizan el año complicados con el descenso o, derechamente, bajan a la segunda categoría. Lo mismo sucedió con Magallanes. La Academia, que jugó en 2023 la Libertadores (como ganador de la Copa Chile entró en la fase 2) y la Sudamericana (ronda de grupos), sentenció su suerte en la última fecha, cayendo ante Coquimbo Unido. Pese al reimpulso gracias al arribo de Mario Salas y el fichaje de Joaquín Larrivey, el Manojito de Claveles duró una temporada en Primera. Este año, Ronald Fuentes los dirigirá en la B. El listado de los clubes que han caído en esta “maldición” es largo y sorprendente.

De Temuco a Antofagasta

En 2018, Deportes Temuco pasó de bajar a un grande de Argentina como San Lorenzo, a masticar el amargo sabor del descenso. La temporada tuvo marcados contrastes para el Pije. Disputó la Copa Sudamericana y en la segunda fase le ganó los dos partidos al Ciclón, sin embargo terminó eliminado por vía administrativa a raíz de la mala inscripción de un jugador. Al final, la ida jugada en Buenos Aires fue un 3-0 para los transandinos, lo que inclinó la llave. En el Campeonato Nacional, Temuco finalizó penúltimo con 28 puntos, bajando a la B junto a San Luis de Quillota. En la última fecha de aquella liga perdió con la UC de Beñat San José (que se convirtió en el inicio de la era del tetracampeonato cruzado), implicando su sentencia definitiva.

Temuco ante San Lorenzo, por la Sudamericana 2018. FOTO: AGENCIAUNO

En 2019, Universidad de Concepción jugó la Libertadores luego de ser subcampeón en 2018. Terminó último en el grupo C, en una zona que compartió con Olimpia, Godoy Cruz y Sporting Cristal. En la liga local acabó en el fondo, con 23 puntos en las 24 jornadas que se disputaron en un torneo que fue interrumpido por el estallido social. Debido a esto, el certamen no pudo finalizar con normalidad y se decidió suprimir los descensos para 2020. El Campanil se salvó con una medida administrativa, pero quedó con el peso de los promedios. Terminó bajando igual.

Si de contrastes se trata, lo de Coquimbo Unido en 2020 es un ejemplo evidente. Con Juan José Ribera en la banca, los piratas hicieron una campaña histórica en la Sudamericana, que finalizó en 2021 a causa de la pandemia. Alcanzaron las semifinales, en las que cayeron con Defensa y Justicia. Inmersos en un calendario muy apretado, teniendo que cumplir en ambas competiciones, los aurinegros claudicaron en esta batalla con un plantel reducido. Fueron condenados a la B al terminar en el último lugar de la tabla general con 35 puntos.

Coquimbo Unido vs Deportes Antofagasta
FOTO: AGENCIAUNO

Para 2021, uno que sufrió fue Huachipato, el actual campeón. El elenco sureño entró en la fase grupal de la Sudamericana y realizó una meritoria presentación en la zona A, terminando segundo, detrás de Rosario Central. El año lo finalizaron estando involucrados en una de las polémicas más grandes del fútbol chileno en su historia reciente. Los acereros descendieron deportivamente, en la cancha. Sin embargo, el escritorio cambió todo y derivó en la salvación, ante la denuncia en contra de Deportes Melipilla. Con ello, pasaron a la historiada promoción ante Copiapó. Vencieron en la Región de Atacama y en Talcahuano, con un cuestionado penal sancionado por Francisco Gilabert.

Los Pumas están últimos en su grupo de la Copa Sudamericana. FOTO: AGENCIAUNO
FOTO: AGENCIAUNO

En 2022 sucedió con Deportes Antofagasta. Los Pumas habían clasificado a la fase de grupos de la Sudamericana tras eliminar en una llave directa a Unión Española. Terminaron terceros en la zona F con seis unidades, detrás de Atlético Goianiense y la Liga de Quito. La campaña internacional terminó pasando la cuenta en lo doméstico, porque acabaron en el último lugar de la tabla con 26 puntos. Perdió 16 de sus 30 partidos. El año recién pasado cayó en la liguilla del Ascenso ante Iquique, por lo tanto pasará un año más en la división de plata.

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