La encrucijada legislativa para frenar la crisis de seguridad en el fútbol

Personal de Carabineros, patrullando en el exterior del Estadio Nacional. Foto: AGENCIAUNO.

Mientras algunos parlamentarios proponen cambios a la normativa y la reformulación de Estadio Seguro, otros apuntan a los clubes por no aplicar lo aprobado en el Congreso hace algunos años, cuando se actualizó el marco legal.



El 9 de junio de 2015 se promulgó la Ley 20.844 de Derechos y Deberes de Asistentes y Organizadores de Espectáculos de Fútbol Profesional, largamente esperada para reformular la antigua Ley 19.327 de Violencia en los Estadios. A menos de ocho años de su entrada en vigencia, surgen diversos cuestionamientos a su verdadera efectividad, pues los incidentes en los recintos deportivos se han seguido repitiendo.

Los graves incidentes en Playa Ancha o la cuasi tragedia en el arengazo del Monumental tienen en alerta a las autoridades y a los legisladores, quienes analizan una reforma a la ley y también el impulso de otras para regular a quienes prestan servicios de seguridad, entre otras funciones.

En la Comisión de Deportes de la Cámara hay una mirada transversal para ajustar la normativa. “Soy totalmente partidario de practicar las reformas necesarias para actualizar el régimen legal. Un punto importante que debemos concretar es vincular la regulación de los estadios junto a la regulación de la realización de eventos masivos, como ocurrió con Daddy Yankee, para poder consagrar obligaciones claras a los organizadores, cuál es el rol de la policía en estos eventos, qué debe hacer la autoridad y otros aspectos, como los derechos de quienes adquieren sus entradas y por motivos de seguridad o mala organización ven empañado su esfuerzo de asistir en familia a un espectáculo deportivo o cultural”, señala el diputado Andrés Celis (RN).

Su par Daniel Manouchehri (PS) ya inició diálogos con otros diputados para analizar las implicancias de la legislación. “Hemos conversado con el diputado Marco Sulantay (UDI) para trabajar transversalmente el tema. Hoy se requiere unidad e inteligencia para poder salvar nuestro fútbol”, señala. “La Ley de Violencia en los Estadios pareciera que no ha logrado ser una herramienta que permita controlar la violencia en los estadios. Hay que analizar si se requiere una nueva ley acorde a los tiempos. Vamos a conversar con el gobierno de esto. Para eso hemos solicitado que se invite a la Comisión de Deportes a la directora de Estadio Seguro, y también a la ANFP”, anticipa.

Hace unos días, los dirigentes de los clubes más importantes del fútbol chileno pedían el regreso de Carabineros a las tribunas tras los últimos incidentes acontecidos e, incluso, el diputado independiente Álvaro Carter anunció una moción para el retorno policial al interior de los recintos. No obstante, el senador Matías Walker (DC), autor de la normativa en su periodo en la Cámara Baja, está en desacuerdo con esa afirmación. “Carabineros no salió del estadio. En la ley no hay ninguna palabra que diga eso, sino que por un tema operativo, ellos prefieren estar en el perímetro, donde se produce la mayor cantidad de delitos. Nada impide que estén dentro del recinto. Cuando alguien dice que vuelvan, está hablando por ignorancia”, sostiene.

“Esta es una situación compleja, ya que, por un lado, debemos reconocer que Carabineros enfrenta una difícil exigencia en casi todo el territorio nacional ante una grave situación en orden y seguridad. Por lo mismo, sería un engaño decir que podemos comprometer la presencia masiva de Carabineros en cada estadio del país, donde hay decenas de partidos de primera y segunda división. Lo que sí es cierto es que, ante casos excepcionales, en que los riesgos de violencia sea mayor, como en los partidos de alto riesgo, Carabineros debe volver a cumplir funciones adentro de los estadios, ya que son ellos quienes detentan el monopolio de la fuerza y la legitimidad para detener a quienes delinquen, no siendo posible exigir esto a guardias privados que no poseen mecanismos de defensa”, advierte Celis.

Desde su perspectiva, Walker afirma que las herramientas están a disposición en el marco normativo. “Mi opinión es que más que hacer reformas a la ley, lo que se requiere es que los clubes tengan la voluntad de ejercer el derecho de admisión e inviertan en tecnología para identificar a los responsables. Hay que aplicar la Ley de Derechos y Deberes y hacerlo con carácter, sin vacilación. Muchas veces los propios dirigentes tienen temor de aplicar el derecho de admisión por temor a represalias, pero no solo los clubes lo pueden aplicar, sino también la ANFP”, plantea.

Eso sí, el senador propone impulsar la Ley de Seguridad Privada, cuyo proyecto fue aprobado en la Comisión de Seguridad delSenado y el gobierno le introducirá indicaciones. “Esta ley moderniza toda la regulación de toda la seguridad privada en Chile. Hoy, por cada carabinero, hay tres guardias o vigilantes y existe una falta de regulación tremenda. El que fiscaliza a las empresas de seguridad privada es Carabineros, pero hoy tiene problemas de dotación”, lamenta. “Desde 2010, cuando era diputado, con Jorge Burgos y Felipe Harboe le planteamos al ministro del Interior de esa época, Rodrigo Hinzpeter, tener una Superintendencia de Seguridad Privada, que no fuera un órgano autónomo, con competencias técnicas y que no solamente tenga facultades fiscalizadoras, sino que normativas a través de dictámenes que puedan fijar una regulación que les exija a todas las empresas que provean seguridad privada los estándares más altos. Eso incluye a los recitales, los espectáculos deportivos, las empresas que hacen transporte de valores, etc. Eso es lo que se requiere hoy”, añade.

Así, el senador se reunió el miércoles con Eduardo Vergara, subsecretario de Prevención del Delito, para reiterar esta solicitud.

El modelo extranjero

Cuando se creó Estadio Seguro, en 2011, bajo el primer gobierno de Sebastián Piñera, fue designado Matías Eguiguren como director del plan. Una de sus primeras misiones fue viajar a Inglaterra para sacar ideas de la experiencia de ese país para combatir a los tristemente célebres hooligans.

Las conclusiones que sacó el funcionario apuntaban a la implementación de tecnología de reconocimiento facial, sensores biométricos y otros elementos para permitir la identificación de personas y la prevención de delitos, tal como lo hizo nación europea durante los 90.

De hecho, la propuesta se acogió en el reglamento de la Ley de Violencia en los Estadios y aparece en el artículo 42 como una exigencia para los organizadores de espectáculos deportivos. “El intendente (hoy delegado/a presidencial) podrá exigir medidas tales como controles de huella digital, de reconocimiento facial, uso de torniquetes, molinetes, puertas de seguridad, entre otras medidas adicionales para mejorar la seguridad en los accesos al recinto, conforme lo habilita el artículo 6° de la ley N°19.327″.

Y si bien en un comienzo estas tecnologías de utilizaron en partidos de alta convocatoria, con el tiempo fueron quedando al margen. “Si queremos tomarnos en serio el tema, los clubes tienen que invertir. Yo me remonto al informe de Matías Eguiguren tras la gira a Inglaterra, pero nadie quiso invertir. Ni siquiera en la época de mayor bonanza, cuando la Selección estaba en su mejor momento y hubo millonarios ingresos”, cuestiona Walker.

Por otra parte, y pese a ser una promesa de campaña, Estadio Seguro sigue manteniendo una estructura relativamente similar a la de sus comienzos, lo que llama la atención de los parlamentarios. “Tendrá que estudiarse también si el programa de Estadio Seguro ha servido, y buscar qué cambios se requieren”, expresa el diputado Manouchehri.

En la última sesión de la Comisión de Deportes, fueron invitados la jefa del plan, Pamela Venegas, el presidente de la ANFA, Justo Álvarez, y el timonel de la Tercera División, Antonio Medina, para exponer sobre la violencia en los estadios. Sin embargo, ninguno asistió, lo que despertó la molestia en el hemiciclo.

“Es fundamental la presencia de Pamela Venegas, encargada de Estadio Seguro, acá en la comisión de Deportes para poner en la mesa este tema y poder ser colaboradores en avanzar en una política que efectivamente no ha tenido buen final en gobiernos anteriores porque, incluso, en el cotidiano se llamaba Estadio Inseguro”, comenta la diputada Marisela Santibáñez (PC). “Por lo tanto, para la ciudadanía y para todos es un tema importante en la medida de que podamos conocer las propuestas para avanzar junto al gobierno hacia un efectivo Estadio Seguro”, apunta.

Mientras que el diputado Celis endurece la postura: “Estadio Seguro es un Departamento de la Subsecretaría del Interior que cumple roles ante los espectáculos deportivos de fútbol (...). Lo ocurrido con Colo Colo en Santiago el fin de semana que pasó grafica también cómo este departamento no está cumpliendo sus labores y debe ser refundado estructuralmente, lo que debe hacerse mediante un ajuste administrativo al interior del gobierno. Estadio Seguro ya es un vestigio que no da frutos y debe ser reformulado”.

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