La comparación de Caszely que posterga a Franz Beckenbauer: “Para mí es el segundo mejor defensor de la historia; el primero es Elías Figueroa”

Carlos Caszely.

El Rey del Metro Cuadrado enfrentó varias veces al Kaiser. Sin embargo, no duda al momento de señalar quien fue el mejor defensor central de la historia.



A Carlos Caszely la partida de Franz Beckenbauer le entristece profundamente. Demora un par de segundos en lamentar la noticia y en dedicarle elogiosos conceptos al alempan. Se le nota sentido. Para el símbolo de Colo Colo, la carrera deportiva del alemán es incuestionable. También destina palabras a su intachable personalidad.

¿En serio? Era joven, de la edad de Elías”, pregunta antes de adentrarse en recuerdos tan profusos y significativos como agradables, más allá de los resultados con que terminaron los encuentros que los hicieron coincidir en el campo de juego, como la caída de la Selección ante Alemania Federal, en el Mundial de 1974. La mención a Figueroa tampoco es casual. Luego la reforzará con un categórico juicio.

La comparación eterna

Caszely se hace cargo de una reflexión en su estilo. Una comparación histórica que no vacila en zanjar. “Para mí es el segundo mejor defensor de la historia. El primero es Elías, pero acá no se le valora, como pasa con todos los grandes actores en todas las disciplinas”, sostiene, sin que sus genuinas palabras se transformen en un detrimento de la imagen del fallecido germano.

Elías Figueroa junto a Franz Beckenbauer.

La consideración es más amplia en su alcance. “Lo que pasa es que a las generaciones nuevas no les interesa el pasado. No solo en el fútbol, sino en toda la historia y en cualquier actividad. Un niño de 13 no sabe quien es Pablo Neruda, Gabriela Mistral o Vicente Huidobro. A mí, probablemente, me conocen más porque soy más contemporáneo, pero, en general, no valoran la historia, el legado. Entonces, difícilmente van a reconocer a Elías o al que sea”, insiste.

“Uno de los más grandes”

El Rey del Metro Cuadrado, eso sí, no pierde de vista sus consideraciones iniciales. “Es una lástima que se haya muerto uno de los más grandes deportistas y futbolistas de la historia. Me tocó enfrentarle, no solo en el 1974 sino en un partido contra el Bayern, por Colo Colo, (el 16 de junio de 1968, en el Estadio Nacional, con triunfo para los bávaros por 2-3) y también en un Resto del Mundo contra la selección de América. Estuvimos compartiendo. Me acuerdo de lo respetuoso y lo caballeroso que fue”, valora, con un claro recuerdo de esa verdadera cumbre de estrellas del fútbol mundial en la que tuvo el honor de participar.

El encuentro se repitió, otra vez con Figueroa como protagonista de la historia. “Hablamos dos o tres veces. En Nueva York, por ejemplo, se acercó a saludar a Elías, siempre con el máximo respeto. Hablamos algunas cosas, ya no recuerdo de qué. Yo estaba jugando en España”, detalla.

El siguiente recuerdo se circunscribe al campo de juego, el espacio en que ambos brillaron. “Enfrentarlo en la cancha era un placer. Era un tipo que te leía el pensamiento futbolístico, que sabía lo que ibas a hacer. Y también un exquisito con el balón en los pies. No pegaba patadas, porque no lo necesitaba. Salía jugando siempre”, desmenuza respecto de un estilo que marcó una época y que transformó al europeo en todo un icono.

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