La B vuelve a puertas cerradas

Deportes Concepción

Magallanes recibirá a Cobreloa sin público en La Pintana, "por seguridad". El plantel loíno dice que juega obligado.



Hoy debe volver el fútbol profesional. Partidos pendientes de la Primera B. En principio, Magallanes debe recibir a Cobreloa en el estadio Municipal de La Pintana. El duelo se iba a jugar en San Bernardo, pero la sede se cambió contra el tiempo, ya que la comuna donde hace de local Magallanes se negó a albergarlo. Se jugará a puertas cerradas, solo con el ingreso de la prensa debidamente acreditada, "por motivos de seguridad", según comunicó el club local, al tiempo que informó de que devolverá el importe de las localidades vendidas.

Los loínos viajaron. Hacerlo o no fue una materia que generó debate. "La idea era no jugar, pero nos están obligando y nadie hace nada por nosotros. Esperemos que la gente nos entienda si es que nos tenemos que presentar. Sabemos que todo dependerá de la contingencia, pero podríamos perder los puntos o ser desafiliados. Creo que nos están exponiendo", declaró el técnico Víctor Rivero al medio calameño En Línea Deportes.

La dirigencia intenta precisar el alcance de la solicitud. "No los hemos obligado. Les hacemos ver que tenemos que cumplir y no podemos restarnos. Si no están las condiciones, no se los voy a imponer. Me voy a preocupar de que esté toda la seguridad pertinente", explica a La Tercera Walter Aguilera, presidente de la entidad loína.

El duelo entre carabeleros y mineros no será el único que se juegue sin público. Mañana, también en La Pintana, Melipilla recibirá a Copiapó a puertas cerradas. Y San Luis a Santiago Morning, en las mismas condiciones. "Tenemos que aceptar. Sinceramente, estamos buscando soluciones y que el partido se juegue, para terminar el campeonato", explica Fernando Martinuzzi, vicepresidente de San Luis.

Sin Carabineros

En Concepción, en cambio, la experiencia fue distinta. Los ausentes no fueron los hinchas, sino Carabineros. El partido entre Deportes Concepción y Provincial Ovalle, por la liguilla de ascenso de la Tercera División, fue resguardado por 50 vigilantes privados para seis mil asistentes. La policía uniformada se limitó a organizar el tránsito y efectivos de la PDI colaboraron en el control de los accesos. La iniciativa pasó la prueba. "Fue bastante positiva. El público se comportó a la altura. Lo importante fue el compromiso. Ellos acordaron un trabajo con la hinchada. Estuvimos presentes desde muy temprano en el estadio para ver cómo iba fluyendo. Los funcionarios municipales también apoyaron. Carabineros se encargó del control del tránsito y la PDI realizó labores de apoyo. No hubo detenidos", evaluó el gobernador penquista, Robert Contreras.

La fecha de Primera del fin de semana sigue programada. "Evaluaremos día a día las condiciones", dice Estadio Seguro.

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