Gonzalo Villagra: “Para clasificar, tendremos que estar en nuestro tope”

Gonzalo Villagra, en el partido de ida frente a Independiente del Valle. (Foto: Unión Española)

El mediocampista de Unión Española empieza abordando la revancha frente a Independiente del Valle, pero el diálogo con El Deportivo se mueve más allá. A los 39 años, habla de un retorno atípico a los hispanos, de su futuro y del rol que cumple con sus compañeros, que trasciende el campo de juego.



Gonzalo Villagra es un caso atípico en el fútbol. A los 39 años, se dio el gusto de volver a Unión Española, el club con el que más se identifica, después de dos años en la Primera B. Y otro más: fue titular en la victoria que el equipo de Jorge Pellicer obtuvo en el partido de ida frente a Independiente del Valle, por la segunda ronda de la Copa Libertadores. En el Santa Laura, Villagra se siente como en casa. Ahí obtuvo el único título nacional de su carrera, en 2013. Con los rojos también obtuvo la Supercopa de ese año. Igualmente, le incomoda el rótulo de jugador simbólico. Prefiere revalidar su importancia. La serie ante los ecuatorianos parece la instancia ideal para ese propósito.

“Obviamente hubiéramos querido marcar una diferencia mayor. Siempre cuando uno juega de local quiere marcar una diferencia mayor, pero según lo que habíamos conversado, y entendiendo cómo se definen muchas veces estas llaves, también es muy importante que ellos no nos hayan convertido. Lo más importante era ganar el partido y después que el equipo rival no nos convirtiera. El tercero era marcar más goles, que no lo logramos. Nos da una pequeña ventaja, que no es definitiva. Sabemos que vamos a tener que jugar un partido muy bueno en Quito para poder pasar la llave, que está abierta. Enfrentamos a un rival durísimo, que ha sido copero en los últimos años. Entonces, debemos estar preparados para hacer nuestro mejor esfuerzo y traernos la clasificación”, resume a eldeportivo respecto del partido de ida.

¿Pudo ser más amplia la ventaja o el 1-0 refleja lo que pasó en el Santa Laura?

No. Me parece que incluso en el control del juego ellos, por muchos momentos, fueron dominadores por sobre nosotros. Al menos en la posesión y en algo que nos costó bastante poder solucionar, que era la salida de ellos desde el fondo, pero tampoco nos crearon muchas oportunidades de gol. Creo que nosotros tuvimos algunas que pudieron ser bien claras también. En el trámite ellos tuvieron mucha mayor posesión y eso a nosotros nos incomoda, porque queríamos manejar el partido a través de ella. Hicimos un partido inteligente. A pesar de que el rival tuvo más el balón, no nos creó muchas oportunidades. Y tuvimos la opción de convertir. Era importante ganar. La ventaja no es tranquilizadora, pero es un pasito adelante. La idea es ir a convertir, porque eso nos acercaría a la clasificación.

¿Qué hay que fortalecer?

Tenemos mucho por crecer. Este es un grupo que está recién conformándose. Alcanzamos a entrenar un par de semanas todos juntos e incluso con jugadores sumándose en el camino para poder enfrentar este partido. De la base del año pasado cambiaron varios jugadores. Estamos en construcción, cosa distinta a lo que le ocurre a nuestro rival de turno. Nuestra mejor versión falta un tiempo para que la alcancemos, pero hay mucha voluntad, mucho profesionalismo, mucho deseo de captar la idea del entrenador. El trabajo en equipo tiene que ser una de nuestras fortalezas.

¿Qué elementos de Independiente del Valle exigirán ponerles más atención en Quito?

Todos. En estos partidos hay que ponerle atención a todo. Por algo se están jugando instancias internacionales, con un equipo que en los últimos años fue campeón de la Sudamericana, finalista de la Libertadores. Yo diría que es uno de los clubes que hay que estudiar como modelo, por cómo ha crecido. El equipo mismo juega muy bien, tiene una idea de juego muy interesante, muy moderna. Intentan permanentemente salir jugando y lo logran, partiendo porque tienen un portero, o ambos, que juegan muy bien con los pies y generan superioridad numérica desde el fondo y después van progresando a través de la posesión y cuentan con buenas individualidades. Para clasificar, tendremos que estar en nuestro tope de atención, de colaboración con el compañero. Sentimos que podemos pasar. Ya dimos el primer golpe, pero no podemos confiarnos.

A la gente no le gustó mucho la disposición que se le vio a Unión, un poco retrasada. ¿Era la intención?

El partido nos llevó un poco a eso. No era la intención. No sé si estábamos tan retrasados, pero sí nos costaba obtener el control del balón. De todas maneras, creo que se generaron pocas ocasiones de gol para el tiempo que tuvieron el balón y eso también es positivo. Les pudimos haber hecho algo más de daño en los momentos en que fuimos más punzantes, pero estamos claros en que hay cosas que mejorar y que hay cosas que hicimos bien. Lo más positivo fue el resultado, pero el partido de allá será el doble de difícil.

Entre lo que funcionó bien ¿qué valor le asignan al momento de Carlos Palacios, quien se acerca a Brasil, pese al deseo de retenerlo?

Si fuese por nosotros, desde una perspectiva egoísta, claro que ojalá se quedara, que esté muchos años en el club, obtener muchos logros, pero uno entiende la realidad, el contexto y como compañeros queremos lo mejor para él. Si lo mejor para él es emigrar, tener una oportunidad en el extranjero siendo muy joven, nos pondremos contentos por él y tendremos que suplir su baja, que sería muy sensible. Entendemos lo que está viviendo y si tiene que tomar esa decisión, que sea lo mejor para él y su familia.

A los 39 años, vuelve a Unión para disputar la Libertadores. El suyo es un caso llamativo, más allá de que usted es un jugador simbólico.

Espero que mi presencia no sea simbólica, sino que sea porque, de alguna forma, el entrenador considera que le puedo servir al equipo. Si fuera solo simbólica, podría perfectamente haber optado otro compañero para enfrentar el partido que jugamos recientemente. Para mí es maravilloso estar en este momento en el club. Quisiera haber estado siempre en el club. No se pudo dar. Estoy intentando hacerlo lo mejor posible, como lo hice siempre. Ojalá que pueda ayudar al equipo a obtener muchos logros, a crecer a mis compañeros y colaborar en todo lo que esté a su alcance.

¿Cómo se gesta su retorno?

Tuve una conversación con Jorge Pellicer. Él quería con mis servicios. Yo, por supuesto, siempre he estado dispuesto a jugar en Unión. Es el equipo en que siempre he querido jugar. Soy yo el que hago el primer contacto. Felizmente se pudo dar.

¿Se fue corriendo la línea de la longevidad en el fútbol?

Eso tiene que ver con varios factores. La medicina hoy es distinta, la tecnología, los conocimientos sobre distintos factores que inciden sobre el deportista, como la nutrición, el descanso, los tipos de entrenamientos. Y está lo que pone el jugador: la voluntad, el sacrificio, el cuidado. De una de las cosas de las que me enorgullezco es de haber sido siempre muy dedicado, muy profesional. Por eso tengo la posibilidad de seguir jugando, compitiendo y de cumplir este sueño de hacerlo en esta etapa en Unión Española.

¿Siente que en algún momento se infravalora el aporte de los jugadores experimentados en función de elementos como la velocidad o la dinámica, que son más propios de los jóvenes?

No sabría decirlo. Esos también son elementos importantes en el juego y muchas veces te los da la juventud, pero también el trabajo, el cuidado, el profesionalismo, la dedicación, el amor por la actividad. La experiencia entrega otros atributos, que son importantes tanto en el juego mismo como en el trabajo grupal. Siempre es importante tener gente de mayor experiencia, que haya vivido más cosas, que aporte desde el liderazgo también. En todo sentido que pueda aportar, lo haré con la mayor disposición posible.

¿Cuál es la receta para escapar de la jubilación?

No hay secretos. Es cuidarse, amar la profesión, la actividad, entregarse por entero. Hay tres pilares: el descanso, la alimentación y el entrenamiento. Y si uno hace bien esas tres cosas, logra abarcar las distintas áreas que conlleva el profesional del deporte. Yo he intentado hacerlas lo mejor posible.

Hay una frase muy típica de los futbolistas, que señala que el retiro asoma cuando empiezan a desaparecer las ganas de ir a entrenar. ¿Le ha pasado?

Todos los deportistas tienen momentos de dificultad. Por ejemplo, cuando hay lesiones, cuando hay malas rachas. Yo, la verdad, disfruto mucho el día a día, me levanto con mucha energía y no se me ocurre nadas que pueda disfrutar en el sentido de trabajo que jugar al fútbol. Después vendrá otra etapa, que también la haré con toda la dedicación posible, pero no se me ocurre que no hay una actividad profesional que se pueda comparar a ser futbolista.

¿En qué ejemplos se fija, parecidos al suyos?

La verdad, en ese sentido, no tengo espejos. Sé que hay muchos que lo logran y que han tenido carreras mucho más exitosas que la mía. Yo tengo una forma de ser, admiro a la gente que se entrega por entero, con pasión, que se cuida, que intenta ayudar al resto y que hacer mejores a sus compañeros. Intento ser de esos, con mucha humildad, por supuesto, porque hay otros deportistas que son muchísimos más destacados que yo. Lo intento.

¿Hay alguna meta que le quede por cumplir?

Siempre. O sea, siempre en el deporte deben existir metas. Y no son fáciles. Las principales son grupales. Cada año implica nuevos desafíos. Este año llego a un equipo que clasificó merecidamente a la Copa Libertadores y queremos avanzar de fase, seguir construyendo la historia del club en el ámbito por internacional. Por supuesto que es un sueño poder disputar el Campeonato Nacional, nuevamente. Hay Copa Chile. Todos los desafíos los vamos a disputar con muchas ganas, con mucha seriedad, con la intención de pelearlos. Esa tiene que ser la mentalidad de este grupo. Veremos para qué nos alcanza. Tenemos que dar nuestro mejor esfuerzo

Al revés, ¿está conforme con lo que ha logrado?

Yo estoy conforme porque siento que me he dedicado a la actividad como corresponde. Con mucho profesionalismo, con mucha entrega, con pasión, con amor por el fútbol. Es la forma que tengo de dignificar esta actividad y es el ejemplo que les quiero entregar a mis hijos de cómo enfrentar la actividad que sea. En ese sentido estoy muy satisfecho. He tenido una carrera larga. He dado lo mejor de mí. Me ha alcanzado para ciertas cosas. Para otras no me alcanzó, pero desde el punto de vista del esfuerzo y del compromiso, estoy muy satisfecho.

¿Le puso fecha de término a su carrera?

Siempre he ido año a año. O más bien desde cierta edad. Para poder continuar tengo que sentirme bien, seguir siendo competitivo. Al menos esa es mi sensación. Por algo estoy en el lugar en que estoy. Ahora, más que la Unión Española, es muy difícil que exista un lugar mejor para culminar mi carrera. Lo que sí creo es que Unión será la última estación.

Hace un rato hablábamos de la post carrera, ¿qué tiene pensado hacer después? Usted es ingeniero en administración de empresas y tiene diplomados.

También estoy en el último año de la carrera de Técnico en el Inaf. Con el tiempo me he dado cuenta de que necesito estar cerca de la cancha, que es donde más feliz soy. Futbolista no podré siempre, pero me motiva la idea de ser entrenador. Veremos hasta cuando juego para proyectar esa parte de la vida. Mi foco está absolutamente en el deporte, en el fútbol y las inversiones, que son anexas, las voy mirando de reojo.

Su caso es poco habitual entre los futbolistas, ¿les habla a los más jóvenes?

Lo he conversado muchas veces. No soy tampoco de hablar de mí mismo, pero sí de comentarles que hay otros ámbitos en que uno puede crecer. Lo mínimo es que terminen el colegio, que saquen el Cuarto Medio. He intentado incentivar a algunos, porque me parece importante ser una persona integral. Uno tiene la responsabilidad de ser ejemplo para sus hijos. Son formas de crecer. La carrera es corta y aún los que la logran alargar mucho tienen 20 años de trabajo por delante.

¿Les llega el mensaje?

A muchos, sí. Con muchos he colaborado para que puedan seguir creciendo en distintas áreas y me pone orgulloso y contento. El esfuerzo, el trabajo es de ellos, pero a veces necesitan un empujoncito y a lo mejor la palabra de una persona de más edad, de un compañero que lo ha podido hacer. Me pone contento cuando van creciendo en otros ámbitos, porque la vida es mucho más que fútbol y hay que prepararse para todo.

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