¿Fue gol?: la jugada que todo Osorno reclama y que pudo cambiar su historia en la Copa Chile

Deportes Puerto Montt y Provicial Osorno se enfrentaron en el estadio Bicentenario Chinquihue.
Deportes Puerto Montt y Provicial Osorno se enfrentaron en el estadio Bicentenario Chinquihue. Foto: Felipe Constanzo/AgenciaUNO

Un cabezazo de Gustavo Castro pudo ser la igualdad para los toros, sin embargo, de acuerdo a lo interpretado por el árbitro, la pelota no ingresó completa.



Una jornada polémica se vivió en la Copa Chile. Uno de los encuentros que si se pudo llevar a cabo, entre Deportes Puerto Montt y Provicial Osorno, quedara marcado por el accionar del árbitro, Jorge Oses. Más allá del único tanto, obra de Hernán Ramírez para el cuadro local e, incluso, de las tres expulsiones que sufrió la visita, en la mente de los Toros otra jugada que pudo cambiar la historia.

En el tiempo adicional, Gustavo Castro conectó una pelota en el área, mediante cabezazo, que atajó Daniel Retamal. Sin embargo, el rebote del golero se va hacia adentro y él termina impulsándola para afuera con dos cabezazos. En Osorno reclamaron fuertemente que el balón ingresó en su totalidad. Sin embargo, el juez desestimó aquello.

El 1-0 a favor de los delfines les da el paso a la siguiente fase de la Copa Chile y elimina al cuadro osornino. Sin embargo, la dirigencia del club hará un reclamo formal a la Federación de Fútbol de Chile, por el accionar del silbante.

Diego Martínez, el entrenador del equipo que resultó perdedor en esta jornada dominical, intenta bajarle el perfil a las polémicas y valora lo hecho por sus dirigidos. “Hoy sentimos una mística importante. Los expulsados se fueron y punto. Clasificaron ellos y perdimos. Me da vergüenza perder un clásico”, señala.

“La primera tarjeta roja llega cuando estábamos mejor (...) Intento ser cortés, pero cuesta hablar con los árbitros. Es normal que se puedan malinterpretar las cosas cuando uno tiene las pulsaciones altas. Hoy recibí amarilla por primera vez en el año. Los clásicos se juegan con la sangre caliente y eso quizás le pasó una mala pasada a mis dirigidos”, asume.

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