El sacrificio de Denisse Bravo: del malabarismo callejero a los cuartos de final de los Juegos Panamericanos

Denisse Bravo celebra su primera victoria en los Juegos Panamericanos.
Denisse Bravo celebra su primera victoria en los Juegos Panamericanos. Foto: Andrés Piña/Santiago 2023/Vía Photosport.

La boxeadora chilena que avanzó a cuartos de final en Santiago 2023 tuvo que pedir monedas en las calles para poder costear los viajes desde Valparaíso al centro de entrenamiento en Santiago.



Es catalogada cómo “la gran promesa del boxeo chileno”, pero el camino de Denisse Bravo en este deporte no ha sido fácil. Por eso, cuándo este domingo le gana a la costarricense Nicole Barrantes, en los Juegos Panamericanos, la emoción se apoderó de la nacida en Lontué.

La “China”, cómo le dicen en su entorno cercano, se había retirado de la actividad y sólo la tenacidad de su padre, Patricio Bravo, y de su técnico, Daniel Canales, lograron que esta joven veinteañera volviera a subirse a un ring y viajara a Colombia para preparar su participación en Santiago 2023.

Lejanía que la enfocó en el deporte y eso se notó en la arena del Centro de Entrenamiento Olímpico de Ñuñoa. Bravo derrotó de manera inapelable a Barrantes en los dos primeros rounds y el tercero lo perdió al cambiar la estratega de ataque por defensa, pues había que guardar energía para los cuartos de final (enfrentará a la canadiense Savannah Delgado este martes)

Sin dinero para los pasajes

Pero la carrera de la oriunda de la región del Maule, nunca fue fácil. Tras la separación de sus padres, Denisse comienza a trabajar y se independiza aún siendo una adolescente. Es allí donde descubre el box y lo utiliza para relajarse tras las extensas jornadas laborales.

Su talento muy pronto la llevo a vivir al hotel del Centro de Alto Rendimiento y luego a la Federación de Box, pero la pandemia la obligó a irse de ambos lugares y se fue al sur a buscar un lugar dónde vivir y entrenar.

Junto a ello, llegaría la desmotivación. No había dinero muchas veces ni siquiera para comer y tampoco preocupación por su situación de las dirigencias del momento. Más, su espíritu luchador la llevó a tomar la decisión de regresar a la capital e intentar retomar su carrera.

Sin embargo, otra vez, su precaria condición económica le jugó una mala pasada y tuvo que ir a Valparaíso a vivir con su mamá. Más, no se rindió. Se levantaba todos los días a las cinco de la mañana para poder llegar a Santiago a las ocho y no faltar a ninguno de sus entrenamientos.

Fue así como muy pronto, el dinero volvió a escasear y Denisse tuvo que tomar una drástica decisión: hacer malabarismo en las calles para poder viajar y comer. Claro que sin dejar de entrenar, pues entre todas las cosas que debía hacer, no podía descuidar su físico ni la potencia de sus golpes.

Había que clasificar ala fiesta de Santiago 2023 y lo consigue sin problemas. “Decir a todas las personas que los sueños se cumplen, por lo que invito a todas las mujeres a practicar este deporte, porque debemos defendernos”, aseguró esa vez y ahora va camino a una presea panamericana.

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